Yo soy tú Rey (Thor x Loki)

CAOS

 Los pueblos de Asgard habían sido cubiertos por el fuego, la destrucción, y el rojo de la sangre de sus habitantes. Soldados de la muerte habían tomado las calles, esclavizando a los sobrevivientes rebeldes, y dejando sin hogar a los más indefensos. Mientras los gigantes de hielo reclamaban un sector para hacer y deshacer a su antojo. Thor junto con sus tropas, las pocas que le quedaban luego de intentar en vano, enfrentar a su hermana, tuvieron que huir a las afueras de la ciudad para esconderse de ella; llevando con ellos el cuerpo inconsciente de Loki, los tres guerreros y Sif. Su padre y madre, habían sido puestos en la prisión de Asgard por Hela, antes de que Thor pudiera hacer algo por ellos. El rubio pasó un año entero tratando de encontrar a sus hijos sin éxito, haciendo que en varias ocasiones quisiera entregarse a la desesperación y dejarse morir de dolor, pero el recordatorio permanente de sus amigos de que sus aliados,  su gente, amigos, padres y Loki, necesitaban que fuera fuerte. Así como la esperanza de encontrar vivos a sus hijos, lo mantuvo de pie, mientras ayudaba a su pueblo con comida y agua, al tiempo que asaltaba provisiones para su gente en el refugio. Buscando en cada expedición hombres que se atrevieran a luchar con él contra Hela, que además de no ser muchos, en cada intento de rebelión contra la diosa, perdía cada vez más hombres, y su objetivo de restaurar el orden, se veía cada vez más lejano. 

 Pasó otro mes, pero ese, no fue uno bueno. Thor había regresado con veinte hombres menos, con los que fue a buscar provisiones, con solo comida para una semana. Hela había reducido los caminos de transporte de comida como de armas, y había doblado la vigilancia en cada intersección, dejándolo casi arruinado. Thor entró en el refugio, en la entrada de una roca inmensa, con cara de pocos amigos, sin saludar a nadie, y entrando directamente al cuarto improvisado que le había hecho a Loki, que aún permanecía dormido. Un año y un mes dormido. Estaba vivo, pero dormido. Y no importó cuánto médico buscó para revertir lo que sea que lo sumía en tan profundo sueño, nadie sabía cómo arreglarlo. Thor cerró la cortina que era lo único que podía darles algo de privacidad, acercando un cajón de madera, junto a Loki, que estaba recostado en un trozo grande de piedra de forma rectangular, se sentó frente a él. 

_ Hola, amor. _ dijo tomando una de sus manos. _ Hoy... no fue un buen día. _ dijo dejando caer lágrimas de sus ojos, sin siquiera molestarse en limpiarlas. _ Perdí veinte de treinta hombres hoy. _ dijo con la voz entrecortada. _ Cada día el ejército de Hela se hace más fuerte, mientras que nosotros nos hacemos más débiles. Nuestra gente pasa hambre y miedo... _ dijo apoyando su frente en la mano del príncipe. _ aquí adentro, afuera... mi pueblo sufre y yo como su rey no puedo hacer nada. _ dijo con impotencia, rechinando los dientes. _ Soy un fracaso... no merezco ser rey... les fallé a todos..._ dijo alzando la mirada, para ver una vez más, el rostro apacible de su amado. _ Le fallé a mi pueblo, a mis hombres, a mis padres, amigos... le fallé a mis hijos y a ti... en especial a ti. _ secó sus lágrimas, cuando escuchó que Sif lo llamaba del otro lado de la cortina. _ Voy en un momento. _ dijo con voz firme, pero aún así, Sif pudo darse cuenta de que estaba llorando. Esto le partía el corazón, pero al igual que todos allí, no podía hacer nada por su amigo. Solo resistir y luchar junto a su rey. Sif se fue, dejando a Thor mirando nuevamente a Loki. _ Te necesito amor... , no puedo hacerlo solo... por favor, vuelve... _ dijo dejando con cuidado la mano de Loki a un lado de su cuerpo, mientras salía de la tienda, de camino a donde estaban los tres soldados que le quedaban del ejército que lo acompañó a salvar a Loki hace un año. Ellos, los tres guerreros, Sif, y unos treinta hombres que se había unido a la resistencia. Todos estaban reunidos en un circulo, discutiendo sobre lo que pasó esa mañana. Thor suspirando cansado por lo que venía, a travesó el camino de gente, llegando al centro, haciendo callar al resto. _ ¿Qué sucede?

_ El ejército de Hela es invencible, no podremos solo. _ dijo un hombre artesano. _ Necesitamos ayuda del rey de Muspelheim.

_ ¡El rey nos traicionó! _ dijo otro, haciendo rodar los ojos a Thor. _ Cuando rompió el tratado con nuestro rey, uniéndose a Hela.