campeón | Wosplik

XII (+18)

N/A: Durante el capítulo habrán varios gif's como el de arriba porque me apetece, algunos pueden ser un poco fuertes.

–Depende de cómo me convenzás. –Me reí por sus palabras y dejé un último beso en su cuello para después enderezarme y pasar mis dedos por este hasta sus labios para, seguidamente, con mi dedo pulgar, bajar por su labio inferior.

Sentí la respiración de Manu agitada y con tan solo percibir eso empecé a perder el control de mi cuerpo.

Acerqué mis labios al lóbulo de su oreja y lo mordí suavemente con mis dientes, casi como un roce,  provocando un jadeo de su parte.

–¿Ya te convencí? –le dije con ma voz ronca. Manu negó sin mirarme–. ¿Seguro? –Asintió–. Entonces que siga el juego. –Dicho esto último pasé mi lengua por su cuello con más fiereza que antes y dejé un beso humedo en este para después empezar a bajar mis manos por su abdomen.

Cuando mis manos llegaron a su abdomen bajo metí mis dedos entre su remera y con mis yemas rocé toda esa zona estimulándolo. Él al recibir mi tacto dejó salir un suspiro y echó su cabeza hacia atrás, dándome una mejor vista de sus labios entreabiertos.

Subí mis manos, que aún continuaban dentro de su remera, y fui quitándosela lentamente mientras rozaba cada sona de su torzo erizándole la piel. Cuando por fin me deshice de ella lo tomé por sus caderas y lo giré para quedar frente a frente. Ambos teníamos la respiración descontrolada y los cachetes de Manu estaban encendidos.

Lo pegué más a mí provocando que nuestras entrepiernas se tocaran y ambos soltamos un jadeo ante ese breve tacto.

–¿Querés seguir? –le dije empujando levenmente mi cuerpo hacia el suyo provocando nuevamente ese contacto que tanto necesitábamos.

–Lo necesito –dijo con un hilo de voz. Esas palabras fueron suficientes para encender todo mi cuerpo, así que agarré sus gluteos y lo alcé, dejando él sus piernas enredadas en mi cadera para después dirigirme a mi habitación.

Cuando llegué a esta dejé caer a Manuel en mi cama y me senté encima de él para después pasar mis manos por su abdomen, provocando que él alzara su caderas ante mi tacto y, seguidamente, bajar su pantalón.

Cuando me iba a subir de nuevo en él puso su mano en mi pecho y me detuvo.

–Es mi turno –sentenció.

Manuel se paró y me empujó hacia la cama por los hombros para después empezar a dejar besos en mi torzo mientras subía mi remera provocándome jadeos que era incapaz de controlar.

Una vez que mi remera estuvo fuera procedió a bajar mi pantalón lentamente, casi como una tortura, y en el proceso rozó con sus manos mi entrepierna haciéndome soltar un suspiro necesitado.

Cuando mi pantalón estuvo fuera Manu fijó su atención en mi entrepierna haciendo leves masajes sobre esta por encima del bóxer. Estábamos completamente excitados y eso se reflejaba en nuestros cuerpos ansiosos por el tacto del otro, en nuestra respiración completamente agitada, en el sudor que empezaba a recorrer nuestro cuerpo y en los jadeos que salían de nuestros labios.

Manu bajó mi bóxer y me miró en el proceso, notando que sus ojos estaban más oscuros de lo normal. No pude predecir su siguiente paso por eso me sorprendí cuando sentí su mano rodear mi masculinidad y su lengua rozar mi glande.

Como acto reflejo agarré su pelo con mi mano y estiré de él mientras que él seguía saboreando mi miembro ocasionando en mí corrientes eléctricas que atravesaban mi cuerpo y se aglomeraban en esa zona.

Él fue aumentando la velocidad y yo fui guiando sus movimientos con mi mano hasta que ya no era capaz de sostener mi propio peso. Con mis manos apreté con fuerza las sábanas de la cama sabiendo que estaba cerca de llegar al orgasmo. Casi sin poder controlarlo empecé a mover mi pelvis hacia adelante y Manu entendió lo que estaba por pasar, así que presionó más mi miembro con sus labios y se ayudó con su mano bajando y subiendo.

Cuando por fin mi cuerpo se liberó me fijé en Manu y en cómo se tragó el semen que había salido de mí mientras lamía restos de este que se habían quedado en sus labios.

Cuando logré calmar mi cuerpo me puse de pie y Manuel hizo lo mismo, me dirigí al cajón que estaba ahí y saqué un condón, lubricante y una corbata que jamás había utilizado, pero por fin podría darle utilidad.

Cuando volví a estar junto a Manuel lo giré para que quedara de espaldas a mí y lamí su cuello hasta llegar a sus labios, los cuales besé con intensidad.

–¿Para qué es la corbata? –preguntó en medio de un jadeo.

–Te recuerdo que este juego ya lo habíamos empezado antes. –Le di una nalgada y él saltó debido a la sorpresa–. Y hoy lo vamos a terminar.

N/A: quedó un poco largo, así que lo voy a dividir en dos partes, y la segunda la subiré mañana
No sé si les esté gustando cómo está quedando, pero es la primera vez que escribo esto. ¿Quieren que siga con los gif's?

ribbadamebola_ lo prometido es deuda