Capítulo 5

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NARRADOR

De camino los dos están callados, el moreno volvía a tener esa cara seria y que parecía enfadada.

Como había demasiado silencio Stiles empezó a hablar, y dijo lo primero que se le ocurrió.

— Siento mucho lo que le sucedió a tu familia, perder a alguien duele.

— Sí, fue muy doloroso, sobre todo porque todo fue culpa mía– Derek no supo por qué le dijo eso, pero su lobo en su interior le decía que podía confiar en Stiles.

— ¿Que quieres decir?– Derek pensó si contárselo o no, al final decidió hacerle caso a su lobo, el cual le decía que el castaño era de fiar, así que decidió contárselo.

— Yo era muy joven y cuando conocí a Kate, ella se acabó convirtiendo en una gran amiga, la consideraba una de mis mejores amigas, lo cual fue un grave error, uno de los errores más grandes que cometí en mi vida fue confiar en ella– él ojiverde soltó una pequeña lágrima– Si no hubiera confiado en ella, ellos estarían vivos. Fue todo mi culpa.

— No te atrevas a pensar eso– dijo el ojimiel chillándole– Tú no sabias lo que pretendía ella, ni como era en realidad. No sabias que era una loca psicopata– Derek le sonrió durante unos instantes.

— Gracias por animarme.

— Sé lo que es perder a alguien y pensar que es tu culpa.

— ¿A quien perdiste?

— A mi madre, murió cuando yo era pequeño, desde entonces mi padre se volcó en el trabajo.

— Lo siento mucho.

— Después de su muerte mi padre pensó en mudarse, pero al final no lo hicimos por su trabajo, ya que le distraía.

— Lo entiendo. Yo después de la muerte de mi familia, solo quería irme de Beacon Hills y no regresar en mucho tiempo.

— ¿Y por qué te quedaste?

— Mi madre me lo pidió.

— ¿¿¿QUÉ???– dijo Stiles extrañado

— Veras, antes de irme hablé con una bruja para hablar por última vez con mi madre, o con su fantasma, yo por entonces aún no sabía utilizar mi magia, y lo que ella me pidió fue que me quedara y fuera el nuevo rey de Beacon Hills.

— Yo no quería ser rey, pero me quede y me convertí en rey, solo para cumplir el último deseo de mi madre. Aunque no sé qué pensaría ahora si estará orgullosa o decepcionada.

— Yo creo que estaría orgullosa– le dijo el castaño sonriéndole.

— Seguro que la tuya también lo estaría de ti.

Siguieron hablando de muchas cosas de sus vidas. El castaño se dio cuenta que el ojiverde no era mala persona, solo era una persona que había sufrido muchísimo, y la forma en la que a veces actuaba era una coraza para impedir que le vuelvan a hacer daño.

— Llegamos– dijo el moreno cuando estaban a unos pocos metros del edificio.

— Llegamos– dijo el moreno cuando estaban a unos pocos metros del edificio

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Espero que os haya gustado. Hoy subiré un capítulo más.

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