STILES
Los días siguientes en lo único que podía pensar era en la cita con Derek.
Hablé con él mediante mensajes todos los días.
Y por fin llegó el sábado, yo le había pedido a Lydia que viniera para ayudarme a elegir qué ropa ponerme.
Ella vino a las 16:00 y estuvimos discutiendo qué ropa debía ponerme durante una hora y media.
Al final me puse unos jeans negros ajustados, una camisa de cuadros y una chaqueta negra.
Faltaba media hora para que Derek llegara y me estaba poniendo muy nervioso.
— Tranquilízate un poco. No deberías de estar tan nervioso. Es obvio que a Derek le gustas mucho.– dijo la pelirroja para tranquilizarme.
— ¿Como sabes eso?
— Stiles, tengo ojos. Vi como te miraba cuando estábamos en el castillo.
— Pero, ¿y si hago alguna estupidez y la cago con él?
— Aunque hicieras la mayor estupidez del mundo él seguiría a tu lado. Nunca se querrá apartar de ti. Estoy segura de ello.
— Espero que tengas razón.
— Pues claro que la tengo. Soy Lydia Martin, siempre tengo razón– yo me reí.
Después Lydia y yo seguimos hablando hasta que sonó el timbre.
— Es él– dije nervioso.
— Ve a abrir la puerta, rápido.
Fui rápidamente a abrir la puerta, en cuanto la abrí vi a Derek.
Él tenía un gran ramo de rosas que me entregó poco después de abrirle la puerta.
Él se veía que estaba tan nervioso como yo.
— Gracias Derek. Son muy bonitas. Subiré a ponerlas en agua y después nos iremos. ¿Puedes esperar aquí?– él asintió.
Subí a mi habitación y le di el ramo a la pelirroja para que las pusiera en agua y para no hacer esperar al ojiverde.
— Vámonos– le dije.
Me subí al camaro de Derek y primero me llevo a una cafetería donde hablamos de muchas cosas y unas horas más tarde nos fuimos de la cafetería.
— Cierra los ojos– me pidió, yo no quería pero acabe aceptando. Después sentí sus labios sobre los míos– Ya puedes abrirlos.
Cuando lo hice estábamos en una playa muy grande, muy bonita y donde no había nadie.
— Te gusta la playa, ¿no?– preguntó el nervioso.
— Sí, me encanta– él sonrió.
— Pues ahora verás lo mejor. Está playa es especial.
— ¿Por qué?– entonces él abrió su mano y apareció una caracola, yo le miraba confundido, después él la sopló y se escuchó un pequeño ruido agudo.
— Mira con atención– dije señalando al mar.
En el agua surgió un gran remolino de la que salió algo que no pude ver bien hasta que se acercó, me pareció ver la figura de una mujer.
— Eso es una... ¿sirena?
— Sí. Esta playa está conectada con su mundo. ¿Te apetecería visitarlo?
— Sí. Pero no tengo un bañador.– Derek movió su mano y un humo de color azul eléctrico nos envolvió, cuando se desvaneció los dos íbamos en bañador.
— ¿Estas listo?
— Sabes que no podemos respirar bajo el agua, ¿verdad?– Derek se rio.
— Déjamelo a mi.
Nos metimos juntos en el agua y Derek movió su mano en el aire, después mientras seguía dándole vueltas a su mano, el agua que estaba a nuestro alrededor empezaba a burbujear, cuando me di cuenta mis piernas habían desaparecido, dejando en su lugar una cola de sirena.
— ¿Preparado?– yo le asentí.
Los dos buceamos y entramos por el remolino, al cruzarlo Derek me enseño todo lo que había, lo más bonito fue el castillo de las sirenas. También jugamos un rato y dimos vueltas por todo el lugar hasta que tuvimos que volver.
Más tarde cuando estaba anocheciendo y estábamos de nuevo sobre nuestras piernas, en la orilla de la playa con nuestra ropa en lugar del bañador, él me preguntó:
— ¿Que tal te lo pasaste? Espero que pienses que fue una buena cita.
— Ha sido la mejor cita de mi vida y además con el chico que me gusta y del que me he enamorado...– él me interrumpió con un beso en los labios– ¿Y eso?– pregunté sorprendido.
— No podía resistirme a besarte. Y quiero seguir haciéndolo por el resto de mi vida, eso y muchas cosas más.
— ¿Que quieres decir?
— Pensé que resultaba obvio, pero si quieres que te lo pregunté– dijo rodando los ojos– ¿Te gustaría ser mi novio, Stiles?
— ¡¡SÍ!! ¡¡Por supuesto que sí!! Sí un millón de veces– dije lanzándome a los brazos de Derek y besándole varias veces la mejilla.
Él me sonrió y nos besamos durante un largo tiempo.
— Pero por ahora no quiero que nadie lo sepa.– dije yo.
— ¿Que? ¿Por qué?– Derek me miro con tristeza.
— Me da un poco de miedo decir que soy... ya sabes, además también me asusta un poco la reacción que podría tener mi padre, y tampoco quiero lidiar con las preguntas de nuestros amigos.
— Está bien– él suspiró– Por ahora no se lo diremos a nadie– dijo él y luego me dio un beso casto– Aunque que haremos con Lydia y Liam, no pararan de insistirnos a menos que les contemos algo.
— Podríamos decirles que seguiremos saliendo y que tendremos otra cita.
— ¡Ah, sí! ¿Me has pedido una segunda cita?– dijo el rey alzando una ceja.
— Mi querido rey amargado, ¿quieres tener una segunda cita conmigo?– Derek me beso.
— Responde eso a tu pregunta– yo le asentí y nos sonreímos el uno al otro.
— Debería llevarte a casa o empezaré mal la relación con mi suegro– dijo con burla.
— Sí. Tendría que volver, pero antes podríamos hacer algo. Algo más íntimo– dije con picardía.
— ¿Te refieres a ...– yo le interrumpí.
— Quiero que me hagas el amor– le dije muy sonrojado y tras decirlo Derek comenzó a besarme– Derek hay algo que tienes que saber antes– dije separándome de él, él alzó una ceja y espero a que se lo contara– Yo soy... virgen– él me miro sorprendido.
— ¿En serio? ¿Y de verdad quieres que tu primera vez sea... conmigo?
— Por supuesto que sí. Eres el chico perfecto– él se sonrojó y me sonrió– Siempre quise hacerlo con una persona de la cual estuviera enamorado, y esa persona eres tú– él me sonrió aún más, mostrándome sus perfectos dientes de conejo y acto seguido me beso en los labios.
Espero que os haya gustado el capítulo.
ESTÁS LEYENDO
NO ERES UN MONSTRUO
FantasiTras la muerte de su familia, Derek, un híbrido, se convierte en el nuevo rey de Beacon Hills. Se vuelve una persona rota, desconfiada, que siente que todo lo que le rodea es oscuridad y que lo único que quiere es venganza, vengarse de la persona q...