Omnisciente
Días habían pasado, días en los cuales el príncipe había tenido una gran idea, que le podría costar la vida y hasta él lo sabía.
Iría a visitar al aventurero, si, conociendo como es le puede costar la vida.
Intentando recordar el camino que lo llevó hasta ahí la vez pasada, llegó a la cabaña, dónde vio que la espada seguía clavada exactamente en el mismo lugar, el omega no la había tomado, vaya que era orgulloso.
— ¿Hola? — miraba a todos lados, de ese omega no se sabe que esperar, es mejor ser precavido — ¡Ah! — sintió una pedrada en la cabeza.
— ¡¿Que haces aquí?! — el príncipe acariciando donde recibió el golpe volteo y lo vió, el aventurero venía de su caminata mañanera.
— ¡¿Puedes dejar de ser tan violento?! — reclamó con el ceño fruncido.
— ¡¿Por qué siempre regresas?! — reclamó por igual.
— ¡Es la primera vez que vengo! — las primeras dos veces se lo había topado por azares del destino; el omega no dijo nada, sólo siguió caminando hasta su cabaña — ¡Hey! — fué detrás de él y lo agarró de la mano — ¡No me muerdas! — recordó lo que le pasó la última vez que lo tocó y lo soltó rápido — Vengo en paz — miró la cara de molestia y confusión de Izuku — Te quiero dar algo — explicó.
— ¡No quiero tus cosas! — Katsuki se empezaba a frustrar.
— ¡Deja de pelear! — gritó y el omega cerró la boca viéndolo con resentimiento — Gracias — suspiró — Vamos... — señaló a su caballo que tenía cargando una pequeña carretilla.
Ambos caminaron hasta la allá.— ¿Qué es? — estaba curioso de saber que había dentro de esos sacos.
— Esto... — tomó un saco y lo bajó — Es algo de comida — adentro del saco había pan, frutas, verduras y demás — aquí... — bajó otro saco mas pequeño — más comida — en ese había carne.
Le estaba dando esas cosas como gratitud por salvarle la vida.— ¡Yo puedo conseguir mi propia comida! — eso era algo evidente.
— Si... pero así ya no te tendrás que preocupar por cazar al menos en unos días — el príncipe solo buscaba ayudar — ¿Cuándo fué la última vez que comiste? — el omega empezó a pensar.
— Ayer en la mañana — no había salido a cazar durante esos días.
— Se supone que deberías de tener más de una comida al día — Izuku empezó a reír.
— Uy... Que delicado el príncipe ¿Cuántas veces comes tú? — Katsuki levantó tres dedos, pero Izuku no sabía contar — ¿Esos dedos qué? — si no es dinero Izuku no sabía contar.
— Que como tres veces al día — el omega levantó una ceja aún confundido.
— ¿Y eso qué tiene que ver con los dedos? — ya hasta Katsuki se había confundido.
— Pues... Tres dedos... quiere decir tres — dijo con una ceja levantada.
Izuku asintió.— Ah... claro, ya sabía — mintió intentando no quedar como un tonto frente a Katsuki.
— Eh... Bueno — metió una mano dentro de el saco — come esto — sacó un pan con relleno de dulce.
— ¿Qué es eso? — miró a eso rojo — asco... — hizo cara de disgusto.
— Es dulce de fresas — Izuku ni tenía la menor idea de que era eso — sabe muy bien, come — lo dejó en la mano del omega que no confiaba mucho en esa cosa babosa.
— Mmh... — miró al príncipe con los ojos entrecerrados para después morder el postre, apenas sintió la textura en su boca y ya estaba encantado, le parecía delicioso — No está tan bueno... — como siempre, era un omega muy orgulloso.
— ¿Quieres otro? — sonrió al ver que lo devoró de unos cuantos mordiscos.
— Si — Bakugo le pasó uno más.
— Así que... ¿No estaba tan bueno? — al escuchar esto el omega casi escupe la comida a propósito, sólo por no darle el gusto al príncipe — Oye, era sólo una broma... — sonrió — también traigo esto... — saco un hacha, una espada, un arco y flecha; mas aparte otro saco dónde traía ropa para el.
— ¡Hey ya! ¡¿por qué me regalas tantas cosas?! — se sentía consentido y de alguna forma le hacía sentir raro.
Claro que era extraño recibir regalos de una persona a la que ni conoce.— Te lo mereces lindo... — intentó usar un poco de su encanto, aún así fué una muy mala elección de palabras.
— ¡¿Qué?! — gritó — ¡¿Me dijiste lindo?! ¡¿Acaso me dijiste lindo?! — Katsuki empezó a retroceder.
Katsuki no es alguien sumiso, claro que no, de hecho es malhumorado y rudo, pero extrañamente no siente la necesidad de ser así con Izuku aunque él si sea gruñón con él.
— Fué solo un halago — levantó ambas manos con miedo a que el omega se pusiera violento.
— ¡Ya no quiero nada! — empezó a caminar a su cabaña.
— ¡¿Por que eres tan difícil?! — corrió para alcanzarlo e interponerse frente a el — De verdad, eso es tuyo — el omega seguía con cara de enojado — ¡Yo te lo estoy dando! — lo miró a los ojos.
— ¡¿Por qué me dijiste lindo?! — frunció el ceño como si le hubiera dicho algo malo.
— Porque estas bonito — el echo de que sea un salvaje no le quita lo bonito que es.
— ¡¿Te gusto o que?! — se le acercó.
— Eh... n-no — respondió dudoso.
— ¡Deja las cosas y te vas! —
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Holaaaajdjsjsisj Deku crikoso es vida UwUEspero les vaya gustando la historia!
Igual que sepan que no será muy larga xdddd
Si les gusta háganmelo saber! Entre más apoyo mejor!
Gracias por leer!Cya
-Manuel.
ESTÁS LEYENDO
El Aventurero (Katsudeku) (Omegaverse)
FanfictionEn un tiempo de Reyes y Reinas, donde si no eres realeza eres un habitante más del pueblo. Pero hay uno que otro que no quiere ser ninguno de los dos. Un aventurero.