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Omnisciente

Izuku estaba en tranquilidad aunque no debería de estarlo, su pierna no paraba de sangrar y él ni se interesaba en eso.

Ya estaba tan acostumbrado a las heridas que las ignora por completo.

La razón era una pelea, algunos ilusos intentaron meterse con él durante su caminata, los pobres no sabían que ese omega era todo un salvaje.

Izuku ganó aunque se haya llevado esa herida por debajo de su rodilla.

Su enojo era más grande que el dolor en ese momento, ya estaba a solas por su cabaña pero no quitaba esa cara de enojo ni dejaba de gruñir.

Entre sus pequeños corajes, un curioso rostro se asomaba entre los árboles.

Katsuki estaba de regreso por esos rumbos, ya había memorizado la forma de llegar ahí sin perderse, aunque el ser príncipe le robaba tiempo y no podía ir muy seguido.

Habían pasado ya como dos semanas desde la última vez que estuvo y comió con Izuku.
Y durante ese tiempo, extrañamente sentía la necesidad de ver al gruñón peliverde, realmente se sentía cómodo con él.

A Katsuki no le gustaba mucho ser un príncipe o ser tratado como uno, le era aburrido y desesperante.
Esa es una de las razones por las cuales la pasa bien con Izuku, él es el único que lo trata como una persona común y corriente.
Un poco violento, pero fuera de eso todo bien.

— Hola — esta vez Izuku no gritó ni le lanzó algo, solo lo miró con el ceño fruncido.

— Deja de molestar — tenía las manos hechas puños.
No era un buen momento, al omega todavía no se le pasaba el enojo.

— Oh... — asintió ante la ya esperada respuesta, no se sorprendía — Estás herido — dijo acercándose un poco más.

Katsuki por igual ya empezaba a tomar confianza hacia Izuku.

— Tú serás el siguiente herido si no te callas — amenazó haciendo un puchero involuntario.

Era como un niño haciendo berrinches.

— Deja de pelear — rodó los ojos acercándose más, ignorando por completo la amenaza — Vamos al río — Izuku levantó una ceja confundido.

— ¿A qué? — se quedó viéndolo — ve tú —

Katsuki ya se estaba acostumbrando a lo terco que el omega es y eso que no tienen mucho de conocerse.
En su defensa, realmente le agrada Izuku.

— Te ayudaré con eso — señaló la cortada en la pierna del peliverde.
No era algo muy grave pero podía causar problemas.

— ¡No te necesito! — gruñó.

— Si no te limpias eso se pondrá peor, vamos — hizo una seña y comenzó a caminar.

— ¿Qué te crees? — iba detrás de Katsuki — ¿Qué yo necesito tu ayuda? Claro que no — el alfa se aguantó una risa.

Izuku iba detrás de él alardeando sobre cómo no le necesita y esas cosas, sin embargo, ahí iba, siguiendo el consejo de Katsuki — ¿Aparte tu qué podrías saber de eso? Alfa tonto, no eres más que un bebito comparado conmigo —

— Si, enano — puso su mano sobre la cabeza de Izuku.
Porque si, Katsuki era más alto y corpulento que Izuku, la diferencia es que el omega es más extremo y violento.

— ¡¿De qué hablas?! — apartó la mano del otro con un golpe — ¡No soy pequeño! — gruñó y de nuevo Katsuki aguantó reír.

Sentía que si se burlaba más con su risa, ahora sí le iría mal.

Entre tanta pelea sin sentido, ya habían llegado al borde del río donde Katsuki se puso de rodillas.

— Ven — Izuku lo miraba con los brazos cruzados y una mirada de duda.

— ¿Cómo sé que no me quieres hacer daño? — la cara de Katsuki cambió a casi una de molestia.

— ¿Hacerte daño? — bufó — Te traje comida, ropa, comí contigo, ¿En serio crees que apenas querré hacerte daño? — la lógica de Izuku iba más allá.

O simplemente no existía.

— Así son todos los príncipes — lo decía como si hubiese conocido alguno antes cuando Katsuki era el único.

— Deja de pelear y ven — tuvo una gran idea — ¿O me tienes miedo? —

— ¡¿Qué?! — rió — ¡¿Miedo a ti?! — siguió riendo — ¡Ya quisieras! — fué y se sentó al lado de Katsuki.

El plan del alfa funcionó, al parecer retar a Izuku es una buena idea.

— Solo voy a limpiar eso — acunó sus manos para tomar un poco del agua pura del río — A veces es bueno tener alguien que te ayude — dejó caer el agua para que la sangre y suciedad de la herida se limpie.

— Me he salvado de cosas peores y sin ayuda — eso era cierto, era tonto pensar que Izuku vivía de una forma linda y tierna de forma salvaje.

— Pero ahora me tienes a mi — Katsuki medio sonrió involuntariamente mientras repetía la acción limpiando.

— ¿Te tengo a ti? — levantó los hombros — Mmh... Tardaste semanas en volver — Katsuki lo miró unos segundos.

— ¿Me estabas esperando? — la cara de Izuku era de sorpresa ahora, aparte de tener un leve sonrojo en sus mejillas.

— ¡No! — frunció el ceño dejando de ver a los ojos del alfa.

— ¿Me extrañaste? — sonrió provocando aún más al omega que de exaltó.

— ¡No! — ahora más rojo que nunca, se levantó del suelo para irse.

Katsuki empezó a reír sin ir detrás del peliverde pero si viendo cómo se alejaba.

— ¡Vendré más seguido si eso quieres! — gritó con una única intensión, molestar a Izuku y a la vez, hacer esa pequeña promesa.

— ¡Cállate!

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Holaaajsjsjbfidnshuf

Nuevo capítulo alvvvvv, ya sé que tardé un poquito xd

Espero les haya gustadooooo
Voten y comenten que les parece! Entre más apoyo mejor!
Gracias por leer!

Cya
-Manuel.

El Aventurero (Katsudeku) (Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora