Atrapados- [SCORBUS]

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Se levantó rápidamente a primera hora de la mañana. Salió corriendo hacia la biblioteca que aún se encontraba vacía debido a que era muy temprano para que algún alumno estuviera allí. Fue hacía el viejo estante donde había decidido dejar el diario, hasta que encontrara uno más apropiado. Revolvió, revolvió, pero no halló nada.

- No, no, no, no...

Delphi había viajado a la dimensión en la que se encontraban Scorpius y Albus para cuidar el diario que descansaba allí, mientras su hermano Jack custodiaba el de la dimensión a la cual todos pertenecían. Además, había decidido ir allí para poder poco a poco extraer el poder de los dos adolescentes mediante métodos de Magia oscura de los viejos libros de su padre.

En esos últimos días, se había estado escabullendo por los pasillos para ver los resultados de sus esfuerzos. Y si, Albus Potter y Scorpius Malfoy se debilitaban poco a poco, mientras ella se apoderaba para después entregarle todo aquello a su padre, como muestra de lealtad a él. Pero anoche había sentido que algo era arrebatado, por eso, esta mañana se había levantado para luego dirigirse a toda velocidad a la biblioteca.

Habían encontrado el diario. Puedo haber sido Scorpius o Albus, o esa extraña chica que los ayudaba. Quería ir corriendo y arrebatárselo de las manos, pero no podía. Si lo llegaba hacer, perdía la conexión oscura que tenía entre los chicos y ella.

No entendía como podían haberlo encontrado. Estaba en un estante bastante escondido y además, había encantado para que este lleno de polvo, dificultando la vista sobre los libros que descansaban en él. La única manera de que lo hayan podido encontrar es que en la otra realidad, hayan encontrado la pareja del diario, logrando así una conexión mágica entre las distintas dimensiones. Cuando esto ocurría, los elementos emparejados suelen soltar chispas de tal manera que reclaman la atención de los involucrados en los viajes entre espacio-tiempo.

No podía ser, no tenía que serlo. Si bien el plan de Delphi era que se encontraban los dos diarios para que así Harry Potter se diera cuenta que la única manera de conseguir nuevamente a su hijo era a cambio de todos sus poderes mágicos, aún no estaba preparada. Estaba todo yendo a una velocidad muy rápida. La idea era que con los pocos poderes que ella iba extrayendo de los jóvenes (más el suyo, claro), su padre poco a poco comenzara a regenerarse para así enfrentarse por última a vez a su más fuerte rival, Harry.

Pero ese era el problema, todo avanzaba muy rápido, y la parte de su padre que descansaba en aquella dimensión, aún no estaba preparado para un enfrentamiento tan importante. Lo único que quedaba es que ella se enfrentara contra el maravilloso Harry Potter.

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El rubio se la pasó toda la noche en una sala vieja de posiciones que no tenía uso. El sueño lo atacaba y sus pocas energías también. Colocó todos los ingredientes como el libro indicaba, y además había seguido todos los pasos con sumo cuidado. La parte que más le dificultó fue en la que tuvo que colocar el poder que quería transmitir, es decir, parte de su Magia.

Era una concentración bastante intensa. Debía producirse en una conexión extremadamente fuerte entre el mago y la varita, así se podía lograr la conductividad de la magia hacia la posición.

La primera vez que lo intentó, su cuerpo dio un fuerte brinco o que hizo que se cayera. La segunda vez, con más cansancio y dolor, se tambaleó en su lugar mientras procuraba no caerse nuevamente. En la tercera y última, sintió un fuerte ardor en su pecho y en su mano derecha-con la cual sostenía la varita-. Unos de destellos color rojizo salieron de la punta del objeto mágico y se posaron en la mezcla, para luego fundirse en ella.

Cayó fuertemente, como si se hubiera desmayado. Su respiración era agitada y le dolía el cuerpo, más las partes que mencioné anteriormente. Estuvo quizá unos treinta minutos en aquel estado, hasta que poco a poco disminuyó, permitiéndole levantarse y volver a su habitación.

En un pequeño frasco llevaba la posición y dentro de su capa de Slytherin, el diario. Entró de manera sigilosa a la habitación, y sonrió al ver que Albus seguía durmiendo. Dejó el diario dentro del cajón de su mesa de luz y colocó su capa en la silla. En un vaso, sirvió una cantidad de agua entendible y permitió que la posición cayera en el líquido.

Una de las características esenciales de la posición es que esta no tenía color ni sabor. Con una cuchara, mezcló el contenido y miró con orgullo su resultado. Sabía que cualquiera que se enterara que había hecho algo así, lo trataría de loco. ¿Cómo era capaz de entregarle parte de su Magia a alguien? Pues la respuesta era sencilla:

- Sí, estoy loco y por Albus. No duraría nunca en darle lo que necesite para tan sólo verlo bien.

Se acercó a la cama y se sentó despacio. Unos gruñidos por parte de Albus, hizo se paralizara.

- Hey, buenos días cariño- dijo adormilado Albus.

- Hola- saludó contento Scorpius.

- ¿Qué hacías?- preguntó el chico con una voz dormida y enferma.

- Te fui a buscar agua- respondió el rubio mientras le extendía el vaso- Toma lo más que puedas.

Albus asintió e hizo caso. Se terminó el vaso de un trago y lo dejo en su mesita de luz. Miró a su novio y lo besó en los labios.

- ¿Tú cómo te sientes?

- Horrible, me duele todo el cuerpo y me siento más débil que nunca- pensó.

- Bien- mintió Scorpius. No quería preocupar a su novio.

- Me alegra oír eso- sonrió Albus- ¿Crees que los maestros nos dirán algo si hoy no vamos a clase?

- Dudo, ya nos reportamos como enfermos, incluso mostramos certificados de la enfermería de eso- explicó tranquilo- Además, como si les importara.

- Puede ser...- Potter observó a su pareja- Hey, ¿dormiste bien anoche?

- ¿Por qué preguntas?

- Estás pálido y tienes mucha cara de cansancio, como si hubieras hecho un esfuerzo extremadamente grande.

- No dormí bien, eso es todo- dijo simplemente Scorpius.

Albus agarró al rubio y lo acostó a su lado. Lo envolvió en sus brazos y le besó la frente con cariño.

- Descansa, Scorp...

El rubio cayó profundamente dormido al mismo segundo que cerró los ojos. Una sonrisa estaba dibujada en su rostro, pues Albus lo hacía más feliz que nunca.

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Hola gente! Como están? Espero que bien. Bueno espero que les vaya gustando la historia.

Se está acercando el final!

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