Atrapados- [SCORBUS]

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AVISO IMPORTANTE: EN ESTE CAPÍTULO HABRÁ UN POCO DE DRARRY/ HARCO (Harryx Draco) perdón por aquellos que no les gusta el ship, pero yo lo amo.

James no se esperó ver a su padre caminando en los pasillos de Hogwarts, y mucho menos acompañado de Draco Malfoy. Trató de acercarse a él, pero pasó de largo, directo a la oficina de McGonagall.

Cuando entraron, se decepcionaron al ver que estaba vacía. Sabían que a la profesora le habían anunciado su presencia, así que decidieron esperar. El silencio no era incómodo entre los dos adultos, pero no sabían que decirse tampoco. Draco se quedó observando a través de la ventana, mientras que Harry se paseaba por la habitación.

- Harry, ¿puedes decirme que está ocurriendo? No te esperaba en mi casa a las tres de la mañana.

- Como si fuera la primera vez, Draco.

- Sabes a lo que me refiero.

- Ayer a la noche me llegó una lechuza anunciado que dentro del colegio se presenció un acto de Magia oscura muy avanzada. En el colegio se han colocado sensores de ello, por la seguridad de los chicos- explicó el de cuatro ojos- Pensé que fue un error, ya que a veces suele pasar que se averían las medidas de seguridad... pero decidí inspeccionarlos a través de unos instrumentos que tiene Hermione en su despacho- su voz tembló un poco- Y no, no se equivocan.

- Sigo sin entender por qué me obligaste a venir- dijo Draco, mientras observaba a su ex enemigo.

- Todos los días recibo una carta de mis tres hijos, y se que tú recibes de Scorpius... y ayer no me llegó de Albus, y puedo suponer que tampoco te llegó de tu hijo.

Draco miró el piso y suspiró.

- Puede ser que se le haya pasado a los dos, Harry. No seas tan paranoico...

- Draco, estudie los sensores y todos indicaban la biblioteca- exclamó- La maldita biblioteca... se que Scorpius se la pasa todo el tiempo allí, me lo has dicho tú y Albus. No se, me preocupa que todo esté conectado.

El de coleta miró al Salvador del mundo mágico. Se acercó a él y colocó una mano en su hombro, de manera cariñosa.

- Tranquilízate, Harry.

- Draco, a veces pienso que Voldemort no se ha ido...

Los labios de Draco se posaron en los de Harry. El beso era cálido y transmitía amor y paz. El azabache acercó más a su platónico a su cuerpo, pero Draco se separó.

- Va a entrar la profesora en cualquier momento...

Y no se equivocaba, ya que la presencia de McGonagall apareció luego de unos minutos. La mujer seguía mostrando su elegancia y respeto. En su rostro envejecido se lograba ver una mueca de confusión.

- Harry Potter y Draco Malfoy enfrente mío sin pelearse, que sorpresa.

- Señora McGonagall, queríamos hablar con usted- dijo Harry rápido.

- Lo imaginé... ¿En qué puedo ayudarlos?

Harry comenzó a explicarle todo mientras Draco observaba la situación. No sabía que el cuatro ojos había traído consigo evidencias de todo lo que decía. La ex profesora de Transformaciones observó cada papel y los analizó mientras prestaba atención. Cuando Harry termino con su explicación, el rubio habló.

- Profesora, ¿dónde están Albus y Scorpius?

- Te diría con seguridad que en sus respectivas clases, pero después de lo que me contó Potter... debería inspeccionar.

Al decir eso, la mujer salió de su despacho rápidamente, dejando a los dos hombres esperando. Luego de unos diez minutos, McGonagall entró rápidamente al despacho y sus respiración era agitada.

- Albus y Scorpius no están... y la última vez que se los vio iban a la biblioteca.

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Jack se movía de un lado a otro, esperando a su hermana. Cuando esta entró a la habitación en la que se solían reunir, se acercó soltando humo por las orejas.

- ¿Qué diablos hiciste?- le preguntó en una exclamación.

- ¿Qué te pasa?

- ¿Cómo qué me pasa? ¿En serio me preguntas? ¿Qué demonios hace el maldito diario?

- No me digas que estás así por tu amigo Scorpius...- las mejillas de Jack se sonrojaron y la boca de Delphi se abrió de sorpresa- ¡Te enamoraste de Malfoy!

- ¿Qué hiciste con ellos?- preguntó Jack, ignorando el comentario de su hermana.

- A ver hermanito, tu querido amado y su amiguito fueron tragados por un diario que los lleva a otra dimensión. En esa realidad nuestro padre aún está vivo, ya que antes de enfrentarse con el mismísimo Harry Potter, evaluó las posibilidades que tenía tanto de perder cómo ganar- explicó como si fuera algo obvio- No es sorpresa que Voldemort haya hecho un plan por si las pocas posibilidades de perder contra el imbecil de Potter fueran ciertas, así que dejó una parte de el en otra dimensión para que esta se desarrollara ahí. En todo caso de ganar, iba a poder manejar, no solo esta dimensión, sino todas las que pueda- dijo Delphi totalmente feliz.

Jack se alejo mirando aterrado a su hermana. La miró sorprendido, sin creer lo que decía.

- ¿Qué pasará con Scorpius?- preguntó en un susurro tembloroso.

- Oh, es la mejor parte. Seguramente Harry Potter querrá salvar a su hijo y al amigo de este. Para que esto ocurra deberá entregar su alma al diario, por el cual los dos chicos viajaron de dimensión, para poder traerlos devuelta- la emoción de su voz cada vez era mayor- Papá la utilizaría para poder crecer su poder y así manejar lo que el quiere.

- ¿Y si Harry no entrega su alma?- Jack estaba atónito.

- Pues, Albus Potter y Scorpius Malfoy se quedarán para siempre en la otra dimensión- el rostro del Gryffindor se puso pálido- Y eso no es lo mejor, poco a poco papá comenzará a consumir sus poderes mágicos para reemplazar aunque sea un poco del poder de Potter.

- ¿No existe otra manera de qué salgan?- las lágrimas de Jack amenazaban por salir.

- Si, aunque es poco probable- reflexionó Delphi- De que uno de ellos entregue su alma para así poder dejar salir al otro. Un sacrificio para la vuelta del otro. En ese caso, deberían encontrar nuevamente el diario que hizo que se metieran en este precioso plan.

Jack se alejo completamente de su hermana, y salió de la habitación con lágrimas en sus ojos.

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Publiqué un nuevo fanfic en mi perfil llamado " Corazón de Hielo" es sobre Scorbus por si gustan leer.

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