Atrapados- [SCORBUS]

5

Había amanecido frío. Los dos jóvenes se encontraban dormidos en la cama de Scorpius. Luego de aquella "discusión " que habían tenido a la noche, no había dejado descansar correctamente a Albus. El chico no había dejado de pensar en las palabras de Scorp, quien estaba completamente dormido.

El primero en despertarse fue Scorpius. Abrió lentamente sus párpados y se sorprendió al sentir un brazo al rededor de su cintura. Miró y se sonrojó completamente al ver que se trataba de Albus. Este descansaba tranquilamente. Se separó sin despertarlo y se preparó para ir a clases.

Entró al baño y cerró con llave. Se sacó la remera del pijama para poder ponerse la camisa, pero se quedó observando la imagen que estaba en el espejo. Un cuerpo delgado y pálido se mostraba con nitidez en el reflejo. Un rostro soñoliento acompañado de un pelo rubio desordenado, completaban la figura. Scorpius se quedó observando y se tocó levemente su rostro para luego tocar su pecho.

Estaba helado.

Negó con la cabeza y cerró los ojos con fuerza. Siempre había escuchado en los típicos cuentos de amor que las personas radiaban calidez,  única y especial, que era uno de los motivos por los cuales uno se quedaba pegado aquella persona que tanto le daba el calor que necesitaban para acabar con el frío que los atacaban.

Pero él estaba helado.

Se colocó rápidamente el uniforme y salió del baño. Vio como su amigo seguía descansando sin darse cuenta que llegaría tarde. Suspiró y se acercó a él para despertarlo. Se detuvo cuando estuvo alado de el: sus pestañas acariciaban sus mejillas levemente sonrojadas y su respiración era tranquila, contrario al loco de su cabello. Negó con la cabeza y lo sacudió levemente.

- Albus.

El chico solamente se limitó a solar quejidos. El comenzó a sacudirlo un poco más fuerte.

- Albus, llegarás tarde.

- Un ratito más...

- Ni que rato, ni nada- dijo duramente el rubio- Albus Severus Potter, vamos ya.

El nombrado rió un poco y agarró a su mejor amigo para tirarlo nuevamente a la cama y envolverlo en un abrazo fuerte.

- ¡Severus! ¡Suéltame!- Albus negó- ¡Llegaré tarde por tu culpa!

- Como me he portado como un imbecil contigo, te lo quiero devolver de alguna manera- explicó el chico sin dejar de apretujar a su amigo.

- ¿Y aplastándome lograrás algo?- gruñó Scorpius.

- Pensé que podríamos quedarnos aquí y comer ranas de chocolate.

El rubio se detuvo. Era un plan muy tentador. ¿Quién no querría quedarse acostado junto al chico que le gus- su mejor amigo? Y además, engordando como dos morsas sin problemas alguno.

Pero no quería que le fuera tan fácil el perdón. La había pasado mal mucho tiempo y no quería otorgarle de manera tan sencilla las cosas. Se levantó y se acomodó el uniforme.

- Iré yendo al comedor.

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Cuando se sentó, Jack apareció a su lado. El chico lo miraba de manera intensa esperando algo, mientras que Scorpius jugaba con la servilleta de manera incómoda.

- Eh, hola Jack.

- El mismísimo Scorpius Malfoy llegando tarde, ¿cuál fue la causa de tal inesperado suceso?- antes de que Scorpius contestara, Jack se le adelantó- Ya se, empieza con Al y termina en Bus.

- Igual no era tan difícil.

- Le sacas la gracia a las cosas.

- Lo sé - dijo el rubio con una sonrisa burlona.

- ¿Y bien?- preguntó Jack- ¿No me vas a contar?

Scorpius comenzó a contarle todo, sin evitar su llanto, que admitió con cierta vergüenza. Jack lo escuchaba atentamente mientras se llevaba trozos de su comida a la boca.

- Y eso prácticamente- terminó Scorpius.

- Me parece bien que hayas decidido dejarle las cosas un poco más complicadas, más allá de que te mueres por estar con él.

- No te lo voy a negar, pero bueno, me gustaría que me demuestre que en serio quiere mi perdón.

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La clase de Pociones había comenzado. Los alumnos de Hufflepuf y Slytherin se encontraban dispersos por todo el aula mientras el profesor explicaba cómo utilizar el veneno de babosas en situaciones de suma emergencia. Scorpius prestaba atención, pero su cabeza también estaba un poco preocupada por no ver la cabellera desordenada de Albus. Anne también parecía estar igual que el rubio. Los dos Slytherins esperaban al mismísimo Potter, aunque no lo quisieran admitir.

Entró llamando la atención de todo el mundo. El profesor levantó la mirada y le dirigió una mueca de disgusto al alumno.

- Potter, ¿cuántas veces le he dicho que no llegue tarde a mis clases?

- Perdone señor Brown- se disculpó Albus mientras entraba despacio al salón.

El profesor lo miró por última vez con una cara de desaprobación y continuó con su explicación. Scorpius suspiró y siguió escuchando, hasta que fue interrumpido por Albus, quien se sentó alado de él.

- ¿Me perdí de algo?- preguntó en un susurro.

Scorpius solamente asintió, atónito. Levantó su mirada y vio la mueca de confusión de Anne, quien obviamente estaba esperando a su novio para que se siente junto a ella. El rubio tenía que admitir que también esperaba lo mismo, ya que últimamente habían sido así las cosas.

- Albus- llamó la chica en un susurro- ¡Albus! - dijo un poco más fuerte.

- ¿Qué?

- ¿Qué haces ahí? Ven y siéntate conmigo- continuó Anne en un susurro.

- Estoy sentado con Scorpius, gracias.

La joven miró ofendida a Albus y levantó el mentón para luego darse vuelta mientras sacudía su cabello. El rubio oprimió las ganas de reírse y trató de prestar atención, pero le fue difícil cuando su mejor amigo comenzó a golpear su codo. Mejor dicho, cuando lo comenzó a molestar cariñosamente como en los viejos tiempos.

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¡Prepárense que se viene lo bueno en los próximos capítulos!
Estoy emocionada de subirlos jaja.
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