46

2.6K 81 1
                                    

Estaba echada en la mesa que generalmente compartía con mi pololo, sufriendo mi soledad, cuando oí el timbre.

Agarré mis cosas y me levanté como si me hubiesen puesto un cohete en mi potito.

Ya no aguantaba un minuto más allá adentro.

Iba bajando la escalera cuando oí que alguien me llamó, me giré disimuladamente para no quedar como loca en caso de que haya sido mi mente, y me encontré con el Alexis.

Chucha, me había olvidado de su existencia.

-¿Hola?-.

-Antes que nada feliz cumple- dijo mientras íbamos bajando -quería hacerte una invitación pero en buena-.

-Gracias, y dale nomás-.

-¿Me aceptaría usted una ida a almorzar a un lugarcito por ahí?-.

-Bueno, pero yo pago lo mío-.

-Pero déjalo así nomás, si es mi regalo-.

Después de algunos minutos negociando, quedamos en que íbamos a pagar 50/50.

Igual na que ver que él pague todo sioke.

•••
Fuimos a donde la tía de la otra vez, pero esta vez en vez de un tocomple me pedí una ensalada.

Igual tenía que cuidar mi guatita pa lo de más tarde siono

Estaba hablando con el Alexis de lo más bn cuando mi celu empieza a vibrar entero raro.

-Oe cuidao con tu celu que ta convulsionando-.

-Pucha es que es el Erick- sonreí -espérate una ratito pa ver qué quiere- dije parándome para ir a hablar más tranqui-.

Llamada

-¿Si?-.

-Princesaa, ¿está bien si paso a tu casita como a las 5?-

Se escuchaba entero raro pero ni ahí con molestarlo, si era importante después me diría.

-Sii-.

-Dale nos vemos, cuídate-.

-Tú igual- dije cortando, para después volver a terminar el almuerzo e irme a mi casita.

Apenas llegué me tomé una ducha para relajarme, elegí mi ropita y me arreglé,
Con Benito de fondo obviamente.

Mi tía había salido con el Charles a comprarme algo, así que tenía la casa para mí solita por un rato.

•••
-¿Ya llegó mijita?- me preguntó mi tía mientras ponía la mesa con las cosas.

-Mamá tranquila que ya debe estar por llegar- le contestó el Charles.

Entre mi tía y yo, no sabía cuál de las dos estaba más ansiosa.

Estaba pensando en el abrazo de oso que le iba a dar, cuando sonó el timbre.

Miré a la ventana para ver si valía la pena pararme, y si era.

-Yo voy- dije saliendo con las llaves para abrirle.

Apenas lo vi me tiré sobre él, haciendo que bote las weas que ni había notado que traía con él.

-Feliz cumple princesita, pasa pa ver los regalos- dijo levantándome en brazos para llevarte hasta el sillón.

Había dicho «los», así que mi emoción había subido a niveles inimaginables.

De solo pensar en él eligiendo qué cositas comprarme mi corazón latía muy rápido.

-¡Qué lo abra, qué lo abra!- dijo mi tía llegando con el regalo de ella y el Charles.

Su regalo era unos lentes de sol así como los de Bad bunny, y una polera del susodicho.

Les agradecí a los dos y posé para la foto que me estaba tomando la tía, para después seguir con los de mi pololi.

El primero fue un osito, o mejor dicho, un osote.

No podía ni imaginar de como se lo había traído, y por si fuera poco, también había traído una caja.

La abrí y estaba llena de cositas.

Fotos de nosotros dos juntitos, chocolate, notitas de amor, gomitas y una carta.

-¿Y esto?- dije sonriendo sorprendida.

-Léelo-

-Dice: mi princesita hermosa, antes que nada perdón por haberte mentido diciendo que tenía que viajar, pero es que tenía que preparar todo lo que siento que te mereces, no te enojes porque o sino el otro regalo no va a ser tan bkn, cuídate te amo, atte: tu sapo.- dije dejando de leer.

-Ahora revisa lo que hay abajo de todo-.

-Justo iba a hacer eso, deja de mandarme- dije, haciendo reír a la pipul.

Después de buscar entre todo di con lo que era seguramente la sorpresa principal.

Era una notita que decía "¿Aceptai una segunda cita?" y debajo había un par de entradas para ir a ver al Benito.

Miré a mi pololi sin poder creerlo y solo atiné a darle un piquito.

-¿Es un sí?-.

-¿Sabí que te quiero mucho?-.

•••
Después de botar un par de lágrimas mi tía sirvió los dulces en la mesa y nos sentamos todos juntitos a ver tele.

Mientras veía la película acurrucada en sus brazos, pensaba en como es que puede existir alguien tan lindo y que me quiera justo a mí.

Pensé en todas las canciones de amor que escuchaba antes de conocerlo, y cómo ahora comenzaban a tener sentido.

Amor prohibido [Erick pulgar y tú] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora