CAPITULO 6 - El Veterinario

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Victoria volvió a la realidad con el sonido de la puerta.

"Hola amor." dice Gustavo sonriente entrando a la recamara, dándole un corto beso.

Ella responde poniendo una sonrisa con desánimo. "Hola."

"Pensé que andarías con Fátima?"

"Andaba, pero tu conoces a tu hermana le ha dado por arrasar con cada centro comercial de esta ciudad."

Gustavo sonrió. "Tiende a excederse." él se detiene ante Victoria tomando su rostro. "¿Te parece si salimos a cenar esta noche? Me recomendaron un buen restaurante que acaban de inaugurar."

"Como tu quieras." dijo distraída.

"Te pasa algo?"

Ella lo miró de frente.

"Solo extraño a Sebastian."

"Mi vida, pero si no es la primera vez que lo dejamos a cargo de Martina."

"Si, ya se pero..."

"Pero? Lo proteges demasiado, sabes?"

"Es mi único hijo." dijo en un tono reprochante.

"Nuestro." Victoria clava su mirada sobre él ante su objeción. "Porque es tan hijo mío como tuyo."

*

Hacienda La Oliviera...

Martina ha aparecido al oír los pasos de Sebastian bajar corriendo las escaleras poniéndole un alto antes de que saliera por la puerta.

"Óyeme tú, a dónde crees que vas?"

"A los potreros." Sebastian responde con una sonrisa. "Quiero ir a dar una vuelta con mi potrillo."

"Si como no." dice cruzando los brazos. "Tu sabes que tu mama te prohibió subirte a esa cosa. Por lo menos no hasta que regresaran."

"Mamá no tiene porque saberlo." dijo con un tono dulce.

"Me estas sobornando?"

Sebastian sonrió cínicamente, demasiado familiar para el gusto de Martina.

"Vuelvo dentro de un rato." le dijo dándole un abrazo y echándose a correr.

"Sebas..." ella alcanza la puerta. "Sebastian, ven acá! ¡Chamaco te estoy hablando!" ella gritó inútilmente. Preocupada. "Por dios, en eso te tenias que parecer a tus padres."

*

Establos de la hacienda La Oliviera...

"Ahí quedó." le dijo Andrés a Juancho quien le ayudaba a sostener un pequeño becerro pinto mientras este lo vacunaba.

"Así que tenemos nueva patrona."

"Ey." Andrés responde concentrado en lo que hacía.

"Es muy guapa."

Andrés sonríe. "¿Te parece?"

"¿A poco a ti no?"

"Que tenga belleza no quiere decir que tenga idea de cómo manejar una hacienda como esta."

"Se sorprendería, señor Del Valle." dijo Aurora estremeciendo a Juancho. "No todas las mujeres simplemente por ser bellas, son inútiles."

Andrés clavo con una sonrisa su mirada sobre Aurora.

"Nos podría dejar a solas." ella dijo dirigiéndose a Juancho.

"Sí señorita." dice obedeciendo.

Ella esperó a que el peón desapareciera, dando una vuelta por el establo seguida por la mirada de Andrés.

"Así que usted tiene la impresión de que yo no puedo manejar esta hacienda como lo ha hecho mi padre hasta ahora? Porque, porque soy mujer?"

"Le pido una disculpa si la ofendí."

Una amarga sonrisa se dibujó sobre los labios de Aurora. "Dudo mucho que su disculpa sea sincera. Así que se la puede aguardar. Quiero tomar un paseo por las tierras..."

"Vicente le podría ayudar con eso..." él la seguía con la mirada mientras ella daba una vuelta alrededor de él. "O si no para eso está tanto peón."

"Pero resulta que quiero que sea usted quien lo haga." ella dice deteniéndose ante él, uniendo sus miradas que eran como imanes que se atraían con fuerza.

"Le vuelvo a repetir soy solamente el veterinario."

"Veterinario o lo que sea da igual" ella dijo acercándose a él como una tentación. "Es un empleado. Hágame el favor de mandar ensillar dos caballos. Lo estaré esperando ante las puertas de la casona..."

*

Iglesia del Pueblo "San Francisco de los Reyes"

"Aurora?" José María volvía a repetir al tomar unos pasos por el interior de la iglesia al lado de David.

"Así me dijo que se llamaba? Desde ese día no la he vuelto a ver... la he buscado y parece como si la tierra se la hubiera tragado."

José María miró a su hermano dejando escapar una sonrisa.

"Estoy equivocado, o me suena a que mi hermanito menor está enamorado?"

"Ríete. Anda."

José María se ríe.

"La voy a encontrar... tu vas a ver que la voy a encontrar."

*

Tierras de La Oliviera...

Andrés y Aurora habían terminado su recorrido sobre caballo ante el paisaje de un espectacular río, que terminará con los abismos de varias cascadas.

Era un paisaje espectacular que le quitaba el aliento a cualquiera.

"Este río divide las tierras de la Oliviera." dijo Andrés siguiendo a Aurora que desmontaba su caballo y tomaba unos pasos entre el pasto crecido.

"Es un sitio maravilloso." ella dijo con nostalgia en la mirada. "Debió de haber sido hermoso crecer entre todo esto."

La mirada de Andrés estaba fijamente sobre ella.

"Señor Del Valle?" ella pregunta dándose la vuelta a enfrentarlo. "Que no escucho lo que le pregunte?"

El no sabía si era sonido de su voz... su presencia... o el perfume exquisito que cargaba, pero él se sentía atrapado en un hechizo que lo empezaba a ahogar.

"Creo que es tiempo de regresar a la hacienda." él se apartó de ella. "Pronto oscurecerá..." dijo Andrés fríamente tomando las riendas de su caballo.

"¿Y ese potrillo?" preguntó Aurora con curiosidad. Reconociendo el animal como el que le perteneciera a Sebastian. "Que hace solo por estas partes?"

ACUERDATE DE MI (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora