CAPITULO 7 - El Accidente

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El recuerdo del caballo aventándolo y la impotencia de caer al abismo del barranco era una sensación de la cual Sebastian Olivier no podía despojarse. Mientras su cuerpo se mantenía colgado de una rama y inmóvil tirado inconsciente casi al fondo del barranco que terminaba casi sobre las ásperas aguas del río.

*

"Sebastian..." el pequeño escuchaba que lo llamaban de la distancia dos siluetas borrosas, perdiendo el conocimiento nuevamente...

*

"Cuidado." Aurora  grito al mirar al como un paso de Andrés se safada de uno de los salientes de tierra. Otro en falso y también podría caer sin ningún resguardo a su propia muerte. Pero él era demasiado hábil, logrando llegar a la criatura.

"Sebastian." le dijo con temor de tocarlo. Sangraba de la cabeza, parecía un muñequito roto. "Chaparro me escuchas?"

"Respira?" preguntó Aurora angustiada.

"Si." Andrés apartó el cabello del rostro sangriento del pequeño con dolor. "Vaya a la hacienda por ayuda, avísele a Vicente donde estamos. Yo voy a intentar sacarlo por un camino que conozco."

"Pero..."

"No me contradigas, no hay tiempo que perder. Tomé mi caballo y vaya, rápido."

Aurora retrocedió sus pasos desapareciendo...

"Vamos chaparro." Andrés lo apartó con cuidado de la rama. Cargando su cuerpo roto. "No te preocupes ya te tengo, y te voy a sacar de aquí."

*

Pueblo de San Francisco de los Reyes

"Voy."

Blanca aparece por el patio de la casa Del Valle volviendo a escuchar que tocan un poco más fuerte la puerta.

"Ya voy, ya voy."

"Buenas tardes." dice tímidamente la joven detenida ante la puerta acompañada de la mano de una pequeña niña de ocho años.

"Que tal. En que les puedo servir?" Blanca pregunta con una amable sonrisa.

"Aquí vive Andrés Del Valle?"

"Si. Es mi sobrino, quien lo busca?"

"Soy Soledad Gutiérrez, una vieja amiga suya. ¿Se encontrará?"

"Andrés está fuera y no regresará hasta el atardecer." Blanca mira a la niña quien le sonreía levemente para atrás. 

"Entiendo. Lo que pasa es que me urge hablar con él..."

"Si quieres puedes pasar y esperarlo."

"No. No quiero ser imprudente."

"Nada de eso. Sirve que platicamos un ratito, le ofrecemos un pedacito de postre a esta linda criatura... como te llamas?"

"Daniela." dijo la pequeña.

"Que lindo nombre Daniela."


Dispensario de el Pueblo "San Francisco de los Reyes"

"Pero qué fue lo que pasó?"

Don Nicolás daba vueltas desesperadas alrededor de la reducida sala de espera de la humilde clínica. 

"Pudo haber perdido el control del potrillo." dice Andrés. "Y lo aventó."

"Fue mi culpa." Martina dijo en llanto. "Yo sabía que una cosa como esta podía pasar. Debí de verlo detenido, dios mío."

ACUERDATE DE MI (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora