CAPITULO 3 - Un Encuentro

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"¿Se puede saber qué tanto miran?" preguntó Vicente estremeciendo a tres de sus trabajadores, entre ellos incluyendo a su hijo Juancho mientras espiaban a Aurora en la distancia mientras recorría de la mano de el pequeño Sebastián los potreros.

"Papa..."

"Don Vicente."

Los tres lo habían vuelto a ver bajando la mirada.

"Que no me piensan contestar?" volvió a preguntar.

"¿Estábamos simplemente curioseando?" respondió uno nervioso.

"Si se dan cuenta que si hubiera sido Don Nicolás quien los ve curioseando los pone de patitas en la calle, verdad?"

"Si, señor." contestó uno de ellos.

"Oiga Don Vicente, y si es verdad que esa señorita es hija del patrón?" preguntó el otro.

"Sí." dijo dudosamente. "Y por lo tanto le deben el mismo respeto que a la señorita Fátima. Así que no los quiero volver a ver parados sin hacer nada como babosos, ¡ahora pónganse a trabajar! Que esperan." les ordenó.

De un dos por tres los tres se esparcieron topándose con Andrés.

"Qué tal muchachos." dijo Andrés mirándolos pasar apresurados. "Vicente. Que paso?"

"Nada, estos que ven una cara bonita y luego, luego se les alborota la hormona hombre."

Andrés se suelta riendo recargándose contra la cerca tomando vista de Aurora. Así de lejos sin la presencia de su altanería y prepotencia no podía negar que era hermosa... demasiado hermosa.

"¿Ya tuviste el placer de conocerla?" le preguntó Vicente sacándolo de sus pensamientos.

"Digamos."contestó Andrés con una leve sonrisa de desinterés.

"Y?"

"Y que?"

"Vamos." Vicente se acomoda el sombrero. "Yo te conozco, desde que eras un chamaquito y siempre has sido un ojo alegre en cuestión de mujeres."

"Qué quieres que te diga, si es hermosa. Pero demasiado arrogante, lleva menos de veinticuatro horas aquí y parece que se ha propuesto mortificarle la vida a Fátima."

"No lo harías tú si estuvieras en su lugar. Si te pudieras desquitar de los que por los primeros años de tu vida te arrebataron el amor y cariño de tu padre, no lo harías?"

*

"Y tu marido?" preguntó Martina después de entrar a la habitación de Victoria.

"Se fue a la oficina." dice terminando de retocarse el maquillaje. "Tenía unos asuntos que tratar. Me dijo que esta noche habrá cena de familia."

"Así es, Don Nicolás la ordenó."

"Parece que al fin tendré el placer de conocer a nuestras nuevas huéspedes. Ya apareció Fátima?"

"Está encerrada en su recamara." Victoria sonríe. "El que está encantado con una de ellas es tu hijo, ahora mismo anda por la hacienda sirviendo de guía."

Victoria sonrió despreocupada. "Encárgate de que no se vaya a meter en problemas."

"Y tu a donde vas?"

"Tengo una cita." sonrió dulcemente. "Y antes de que empieces te advierto que no estoy de humor para escucharte."

"No. Si no pienso decirte nada, calladita me veo mas bonita no es así?"

"Me quitaste las palabras de la boca." dijo dándole un beso sobre la mejilla, dejándola con la angustia en la mirada y el Jesús en la boca.

"Dios..." Martina susurra suavemente. "Esto no va terminar bien." dijo al verla salir apresurada.

ACUERDATE DE MI (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora