ACUERDATE DE MI (Editando)

CAPITULO 27 - La Amenaza

Fátima se le había ido encima a Aurora apretando su cuello entre sus manos sin la mínima intención de soltarla. Matarla era lo único que quería hacer, acorralandola contra uno de los sillones.

"¡Fátima!" gritaba Blanca viendo con terror desde el fondo. "Por dios."

"Suéltala!" dice David apartándola de Aurora. "Que demonios te pasa?"

"Te advertí que te iba pesar si te atrevías a meterte entre Andrés y yo!" Fátima grita forcejeando con David.

"¡Estás loca!" dijo Aurora intentando recuperar su aliento, entre una tos sofocante.

"¿Qué pasa?" Andrés aparece por la puerta, corriendo hacia Aurora al ver que batallaba para respirar. "Que paso?..."

"¡No te atrevas a tocarla!" oyó a Fátima gritar fuera de control.

"Esta infeliz intento estrangularme."

"Sácala de aquí." ordenó Andrés atendiendo a Aurora.

"¡Suéltame!" gritaba Fátima al ser forzada a caminar por David y arrastrada hacia afuera emberrinchada. "Esto no se va quedar así, te lo juro maldita!"

*

"Quieres controlarte." dijo David soltándola por el patio. Lejos de todo el caos que había creado. "Que acaso has perdido el juicio?"

"Déjanos a solas David."

Andrés se detuvo a unos pasos de ellos enfrentando la mirada de reproche de su hermano al retirarse. Las lágrimas de rabia habían estropeado el maquillaje de la joven que ahora lo miraba fríamente.

"Fátima quiero pe..."

Ella volteo su mejilla con una bofetada.

"¡Eres un infeliz!" lo golpeó empujándolo. "Un patan! Todo este tiempo te habías estado revolcando con ella verdad?"

Andrés levantó su vista para mirarla frotando su mejilla.

"Burlándose de mí. Riéndose... cuanto se abra divertido esa perra."

"Lo nuestro nunca hubiera funcionado." dijo Andrés en un tono sereno. "Perdóname Fátima... jamás fue mi intención lastimarte."

"Perdón?" sonrió amargamente con lágrimas inundando sus ojos claros. "Puedes ahorrarte tus malditas disculpas y explicaciones. Y supongo que esto se lo puedes dar a esa..." se arranca de su dedo aquel anillo de diamante que él le había entregado el día de su compromiso aventándolo contra él. "Tómenlo como mi regalo de bodas. Que les perdure..."

*

"¿Cómo estás?" preguntó Andrés cerrando por detrás de él la puerta de su recamara donde estaba Aurora parada a un lado de la ventana.

"Mejor." dijo mirándolo acercarse. Tomándola entre sus brazos.

"Te lastimo?"

"Si David no la detiene me mata. Está loca. Desquiciada..."

"Fátima puede ser muchas cosas... caprichosa... manipulativa, pero de ahí a llevar a cabo una de sus amenazas?"

"Intentó matarme en aquel incendio de las caballerizas. Fue ella la que me dejó inconsciente en el piso y encendió en llamas el lugar todo con el objetivo de verme muerta."

Andrés la miró sin decir una palabra.

"Tú tampoco me crees?" dijo ella queriendo zafarse de sus brazos.

"Fátima simplemente está herida."

"Lo que la hace un tanto más peligrosa no crees?"

Andrés sonrió dulcemente acercándose aún más a él.