Capítulo 18 Despedida

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La misma noche que Wen Quing murió, el General Fantasma decidió hacer una pira funeraria para incinerarla, no estaba dispuesto a enterrarla en aquel lugar olvidado y no tener donde regresar a visitarla. Sabía que en cuanto recuperara Quishan depositaría las cenizas en el templo, lugar que por derecho le correspondía.

Fue un momento devastador para todas las tropas, la escena parecía irreal, era como si estuvieran asistiendo a un funeral de los antiguos reyes y se elaboraron lámparas de papel para acompañar a su alma en el camino al más allá.

Las familias que acompañaban al General Fantasma, le lloraban a mares ya que había sido una mujer muy buena con todos ellos, como persona y como médico, a todos les había brindado un poco de calidez, así que permanecieron con él hasta que el fuego se consumió.

Casi al amanecer, todos regresaron a sus tiendas para tratar de descansar, Wei Ying entró corriendo cuando escuchó llorar a A-Yuan, el soldado que se había quedado con él le informó que el niño no pudo dormir ya que se despertaba hablando del hombre que había visto afuera de su tienda aquella vez. Lo tomó en sus brazos y trató de calmarlo.

Lan Zhan agradeció al soldado por cuidarlo y le pidió que regresara con el equipo de guardaespaldas para que descansaran a ratos ya que la noche no había sido nada fácil para nadie.

Wei Ying.- Qué tienes enano, porqué no has dejado de llorar?

A-Yuan.- Es él papá - dijo entre sollozos.

Lan Zhan.- No ha dejado de decir eso desde el atentado, insiste en que el mercenario es el mismo hombre que estaba afuera de la tienda...

Wei Ying.- Pero estaba muy obscuro, como podría haberlo reconocido? -dijo mientras le daba palmaditas en la espalda.

Lan Zhan.- No lo sé... creo que tendremos que decidir si le decimos a Wen Ning, encontrando el momento adecuado, te parece?

Wei Ying.- Esta bien... 

Mientras hablaban el niño por fin pudo conciliar el sueño y fue entonces que ellos también notaron el cansancio acumulado. Con mucho cuidado, Wei Ying recostó al niño en la cama y se prepararon para dormir los tres juntos.

Un par de días después el General Fantasma inició los interrogatorios a los mercenarios, los dos hombres se negaban a revelar su procedencia y quién les había dado la orden de infiltrarse en el campamento a pesar de haber sido golpeados por los guardias. Acondicionaron una tienda para que el asunto fuera tratado con la mayor privacidad posible.

General Fantasma.- Así que te niegas a decirme la verdad...

Mercenario.- Jajajajaja... para que quieres que te lo diga... de seguro ya lo adivinaste...-respondió burlón.

General Fantasma.- No piensas decir ni una palabra aun a costa de tu vida?... Si te diste cuenta que mis tropas te matarán si se los ordeno?

Mercenario.- No te atreverías... 

General Fantasma.- No te conviene retarme... no en este momento...

El mercenario volvió a reírse.- En serio eres tan malo?... Sabes, es curioso que una persona que se rindió tan fácil y no lucho por su derecho al mando de Quishan me amenace...

El General Fantasma hizo una seña a uno de los soldados que estaba presente y le acomodó tremendo golpe en la boca del estómago al mercenario, que lo hizo ponerse de rodillas.- Si sigues con esa actitud lo siguiente no será un golpe de mis hombres...

Al mismo tiempo, otro grupo de soldados trajo al segundo mercenario, éste no se encontraba en tan malas condiciones como el primero pero lo llevaron para que observara y lograran que uno delatara al otro.

El reencuentro después de la reencarnaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora