Para mí la presencia de Dios es tan cálida, como tomar un buen café, un dulce café...
Y eso es Dios en mi vida, dulzura.
Este libro es mi diario devocional, lo compartiré contigo esperando que la Palabra de Dios transforme tu vida, cambie tu perspec...
"Permite que la joven a quien le diga: "Por favor, baje usted su cántaro para que tome yo un poco de agua", y que me conteste: "Tome usted, y además les daré agua a sus camellos", sea la que tú has elegido para tu siervo Isaac. Así estaré seguro de que tú has demostrado el amor que le tienes a mi amo»". Génesis 24:14
Tomar la decisión de seguir a Cristo, también incluye el presentarle a Él nuestras decisiones, que sea Él quien nos dirija y quien decida si eso es lo que nosotros necesitamos y si será de edificación para nuestra vida.
Dios quiere que sus hijos interactúen con Él, el Señor espera ansioso conocer tus sueños y, siempre y cuando estén dentro de Su orden y propósito para ti, ayudarte a cumplirlos. Pero teniendo siempre en claro que permitir que Dios lleve el timón de tu barco significa que al final del camino las cláusulas las pone Él.
El criado de Abraham pidió la dirección del Señor para elegir a quien sería la esposa de Isaac. El criado de Abraham le dio permiso a Dios para involucrarse en sus planes, porque sabía que la decisión de Dios sería la correcta. Así también nosotros debemos de darle al Señor y al Espíritu Santo la autorización de intervenir en nuestra vida, de involucrarse en nuestros planes y caminar con nosotros. El mejor confidente que podemos elegir en nuestra vida es al Espíritu Santo de Dios.
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La intimidad con Dios crea un desarrollo y evolución del oído espiritual, como también trae consigo el discernimiento de su confirmación a nuestras oraciones. El criado de Abraham, relata la Biblia que no había terminado de orar cuando ya Rebeca se acercaba con su cántaro. Debemos estar alertas para recibir las cosas que el Señor tiene para nosotros, como también tener una estrecha relación con el Padre para entender aquellas que no son para nosotros.
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El Señor le había dado la promesa de un hijo a Abraham y Sara, ellos vieron que pasaba el tiempo y esa promesa no se cumplía. Por lo que Sara decidió que Abraham se acostaría con su criada Agar para así procrear un hijo. Mostrando Sara una actitud de desesperación ante el tiempo de Dios.
Isaac vive una experiencia similar, pero con un final más alineado a la voluntad de Dios. Rebeca, esposa de Isaac era también estéril como su madre Sara. Pero Isaac oró a Dios para que este tuviese compasión de su esposa y le concediera el favor de un hijo. Y está procreó no uno, sino dos bebés.
Con esto debemos entender que dejarnos orientar por Dios siempre traerá más bendición que lo que podamos hacer por nuestras propias fuerzas. Debemos aprender a esperar el tiempo de Dios, y mientras llega su promesa, alinearnos a su perfecta voluntad.
Para la hora del café: Aprender a crear una dependencia de Dios y aferrarme a la voluntad de Él para mi vida.
Oración: Señor y Padre bueno, en este día quiero aprender a poner tu voluntad y tus deseos por encima de los míos. Quiero aprender a dejarme guiar por ti y a no desesperarme, sino esperar tus tiempos. En el nombre de Jesús, amén.
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