"Calmó la furia de la tormenta, y aplacó las olas del mar."
Salmos 107:29 TLA¿Qué pasa cuando tu vida es una tormenta?
¿Qué pasa cuando te ahogas?Oras a Dios, le pides que cambie tu situación, confías en Él, pero su intención no es cambiar tu situación, su intención es cambiarte a ti, cambiar tu corazón.
Sí, el mismo Dios que detuvo la tormenta y el caos que había en la barca de sus discípulos, es el mismo que se niega a calmar tu tormenta. Y es que a veces lo que Él desea es que utilicemos a su Espíritu Santo como sombrilla en medio de la tormenta.
Hay situaciones en las que el Señor nos dice ''Sé que te ahogas, pero yo quiero enseñarte a nadar, no quiero secar el mar'' y duele.
Duele, esperar, duele el proceso. Las personas se acercan a ti y te dicen que todo va a estar bien, que Dios no da cargas insoportables, pero tu tormenta cada vez es más fuerte. Y te enojas con Dios. Y es que nos enfocamos más en la fuerte tormenta y no vemos que Dios quiere enseñarnos a nadar.
A veces nos acomodamos, entramos en una zona de confort que nos aleja del llamado que el Señor ya hizo a nuestra vida. Y necesitamos una tormenta para que todo se desordene y cuando ya todo esté desordenado, Dios lo acomode a su manera.
Solo conociendo la tormenta valoraremos la calma, solo viviendo en oscuridad valoraremos la luz. La Biblia nos dice que somos la luz y la sal del mundo, pero no podemos brillar con intensidad sin antes conocer a quien es la verdadera luz... Cristo Jesús y para que Jesús brille, debemos de apagar nuestros deseos.
Mi biografía en wattpad dice que escribo sobre todo aquello que estremece mi corazón. Hoy el Señor estremece mi corazón diciéndome que no va a parar mi tormenta, que su intención es preparar mi corazón para poder vivir en ella.
Cuán hermoso amor, cuán hermoso detalle el del Señor de prepararme para la guerra. De decirme ¨estoy aquí¨.
Y es que solemos querer que las cosas sucedan a nuestra manera, cuando debe ser a la manera de Dios.
No tengo una respuesta para tu tormenta, no tengo la solución a lo que estás pasando. Pero tengo la certeza de que nada de lo que Dios toca se queda igual, tengo la seguridad de que cualquiera que sea el proceso que estés pasando, Dios decidió tocarte, Dios decidió procesarte. La mano del Señor en tu vida es sinónimo de transformación.
Y qué hermosa bendición, que el mismo Dios tome de su tiempo para formarnos cual alfarero al barro.
Así que, utiliza al Espíritu Santo de sombrilla y aprende a caminar en tu tormenta.
Para la hora del café: La aceptación es uno de los procesos más difíciles, el ceder también. Decide hoy aceptar que en tu vida Dios es el guía porque solo Él es quien conoce el camino hacia donde dirigirte. Elige hoy aceptar esas cosas que no puedes cambiar y que Dios quiere transformar.
Oración: Señor y Padre bueno, cada día quieres perfeccionar tu obra en mí, ayúdame a ser dócil a tu voz y aceptar los cambios, ayúdame a ver qué quieres enseñarme de mi tormenta, y cómo en ella yo puedo glorificar tu santo nombre. En el precioso nombre de Jesús, amén.
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Dulce café
SpiritualPara mí la presencia de Dios es tan cálida, como tomar un buen café, un dulce café... Y eso es Dios en mi vida, dulzura. Este libro es mi diario devocional, lo compartiré contigo esperando que la Palabra de Dios transforme tu vida, cambie tu perspec...