Sueños

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"Ahora sí que le llegó la hora. Vamos a matarlo y echarlo en una de estas cisternas, y diremos que lo devoró un animal salvaje. ¡Y a ver en qué terminan sus sueños!"
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Génesis‬ ‭37:20‬ ‭‬‬

La empatía es la intención de comprender los sentimientos y emociones, intentando experimentar de forma objetiva y racional lo que siente otro individuo.
Una persona empática se caracteriza por tener afinidades e identificarse con otra persona. Es saber escuchar a los demás, entender sus problemas y emociones.

Muchas veces se nos acercan amigos o familiares llenos de emoción a contarnos un sueño o proyecto que tienen pensado llevar a cabo, y nosotros nos mostramos indiferentes a ellos, no le prestamos atención, desilusionamos a la persona que nos está contando con tanto agrado sus sueños, y quizá hasta somos piedra de tropiezo en un anhelo que Dios ya sembró en el corazón y mente de esa persona.

En el devocional de hoy, quiero hacerte una invitación a utilizar la empatía. Quiero invitarte a amar a tu prójimo y con esto, a amar sus sueños. A ser esa persona que con alegría impulse a los demás a desarrollarse y crecer. Siempre y cuando este sueño no vaya divorciado de la palabra de Dios.

Te exhorto a ser oídos, a ser verdadero amigo/a. El querer tronchar los sueños de otros, revela nuestras limitaciones internas, o hasta envidia hacia tu hermano.

Los hermanos de José, se llenaron de envidia y celos al escuchar su sueño.
Me imagino escucharlos decir "¿Cómo tú siendo el hermano menor vas a mandar sobre nosotros?"
A veces las personas tienen sueños y proyectos que van más allá de los nuestros, y eso nos lleva a dar una opinión negativa de ellos. Solo para que su sueño no se lleve acabo y no nos superen.
Si esta es tu actitud y no la habías analizado, a esto la Biblia le llama envidia.

No seas como los hermanos de José, no intentes asesinar los sueños de las personas, más bien de ese trampolín que los impulse a llegar lejos. La Palabra de Dios nos llama a ayudar y servir a otros. El apoyo a tu hermano en sus proyectos, de manera desinteresada cumple con este llamado.

Para la hora del café: Empezar a practicar la empatía con personas cercanas a mí.

Oración: Señor y Padre bueno. En este momento te pido ser más como tú, quiero darme a los demás así como tú te entregaste por cada uno de nosotros. Quiero aprender a servir y a alentar a las personas de mi entorno. En el nombre de Jesús. Amén.

 Amén

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