Para mí la presencia de Dios es tan cálida, como tomar un buen café, un dulce café...
Y eso es Dios en mi vida, dulzura.
Este libro es mi diario devocional, lo compartiré contigo esperando que la Palabra de Dios transforme tu vida, cambie tu perspec...
El Éxodo es un libro que contiene muchas señales de Dios hacia su pueblo, lo que nos puede llevar a pensar que estas señales solo se limitan a ese tiempo. Hoy profundizaremos en algunas de ellas y en cómo Dios nos sigue hablando por medio de estas.
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La vara simboliza victoria ante nuestros enemigos y ante todas las cosas que quieren hacernos caer. Así como Moisés, por orden de Dios tomó la serpiente por la cola y esta se convirtió nuevamente en una vara, de ese mismo modo, nosotros debemos de atacar al pecado. Jesucristo venció al pecado, venció la muerte, Él es un real ejemplo de victoria. Jesús es la victoria encarnada.
Moisés pudo tomar la serpiente por la boca para evitar que esta lo mordiera, pero el mandato de Dios fue que la tomara por la cola, y así mostraría la autoridad que tenía sobre ella, esta misma autoridad te da Dios frente al pecado, frente a las tentaciones. Esa serpiente que hizo caer a Eva en el jardín del Edén, es esa misma serpiente a la que el Señor te ordena hoy agarrar por la cola y mostrarle la autoridad que tienes sobre ella en el nombre de Jesús.
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La contaminada mano de Moisés simboliza el propio estado de aflicción que vivía el pueblo de Israel, y la necesidad que tenía del poder limpiador de Señor. Si sientes que algo está contaminando tu vida, si algo no te permite vivir una vida en santidad, es momento de presentarte ante Dios y clamar por su poder limpiador, para que la sangre de Cristo Jesús te limpie. Al momento de Moisés entrar su mano nuevamente en su pecho, su mano salió limpia, de ese mismo modo Dios quiere limpiarte, quiere acercarte a su pecho, limpiar tu vida y encaminarte a la santidad.
Para la hora del café: Meditar en las cosas pecaminosas que están teniendo autoridad sobre mí y clamar a Dios para ser liberado de ellas.
Oración:Señor y Padre bueno, bendigo tu santo nombre y agradezco que cada día estés a mi lado. Pido que transformes mi vida, transformes mi corazón y me des la fuerza para alejarme de los caminos que no te agradan, en el nombre de Jesús. Amén.
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