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-Nos meteremos en problemas.

-Tal vez -dice Irene encogiéndose de hombros.

Ambos nos encontrábamos en la terraza de la universidad, la hora del almuerzo había llegado finalmente; la mayoría de estudiantes estaban en las áreas verdes del establecimiento. Una mesita nos separaba, en esta había una cajilla de huevos.

-Da igual si nos regañan, vida solo hay una.

-Ay Dios -suspiro.

-Tomas un huevo, localizas tu presa y disparas. Jisoo está justo ahí -señala a la pelinegra, quién platicaba animadamente con sus amigas- Esta es nuestra venganza.

-Tú primero.

Ella ríe, toma un huevo y mira fijamente hacia abajo, luego lanza el huevo logrando que este se estrelle sobre la cabeza de algún estudiante. Sin embargo, no le dio a Jisoo. El chico de cabellera rubia se sobresalta gritando, lleva sus manos a su cabeza, sintiendo una la cosa viscosa al instante.

-Tu turno.

Suspiro tomando un huevo, mis manos sudan de nervios, respiro erráticamente y cierro con fuerza los ojos antes de lanzar el huevo con una fuerza que ni yo se de dónde salió.

-No puede ser -escucho decir.

-¿Q-qué? ¿No le di? ¿F-fallé?

-Diste justo en el blanco, Jungkook -toma mis hombros agitándolos de un lado a otro, abro uno de mis ojos y luego otro para observar a la pelinegra con la viscosa sustancia escurriendo de su cabello- ¡Y con los ojos cerrados!

-No puede ser ¡Le di! ¡No puede ser, sí le di! -nos abrazamos entre grititos chillones y saltos, dando vueltas en nuestro lugar.

-¡Hey, ustedes dos! -nos sobresaltamos cuando escuchamos a alguien llamarnos, vemos desde la terraza hacia abajo; el director, junto a Jisoo, se encuentra viéndonos con los brazos cruzados.

-¡Corre! ¡Corre!

someone you loved • taekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora