Nube de polvo

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Olivia y Connor llegaron a la mansión. Ya había anochecido y empezaba a hacer frío. La mansión de los Johnson, que en su día había sido el centro de diversas reuniones de los principales empresarios del Condado de Darren, se encontraba en unas condiciones lamentables. La estructura se mantenía, aunque la vegetación había engullido gran parte del edificio y prácticamente todas las ventanas estaban rotas. Además, se convirtiera en un lugar donde otros jóvenes como ellos celebraban fiestas, algo que Olivia pudo comprobar por la cantidad de botellas de bebida alcohólica y basura que había desperdiciadas. Debido a que la puerta principal estaba bloqueada por la policía, decidieron colarse por una entrada oculta que conocía Connor. Escalaron por una enredadera hasta una ventana que conducía a una de las habitaciones de los hermanos de Drew.

Dentro de la casa se respiraba una atmósfera extraña, era notable que nadie había ventilado ni limpiado en mucho tiempo. Además había una capa gruesa de polvo por doquier, obligando a Connor, que era asmático, a hacer uso de su inhalador constantemente. Olivia sacó la linterna de su mochila y ambos observaron el lugar detenidamente. Querían asegurarse de que no hubiera nadie que les pudiese asustar o hacer daño, por lo que Olivia también llevaba la pistola de su padre en la mochila. No vieron nada sospechoso y siguieron por el pasillo. Todo estaba hecho un asco, había basura por todas partes y el aire era irrespirable.

- Por cierto Connor... - preguntó Olivia - tú sabes por dónde se accede al sótano?

- La verdad es que no, - respondió él - pensaba que tú lo sabrías.

- Busquemos - terminó ella.

Ambos recorrieron el enorme edificio buscando algo que ninguno sabía cómo era ni dónde estaba. En todo momento fueron juntos, ya que por las películas de terror que veía Connor sabía que la separación en esos momentos siempre traía problemas. Fue entonces cuando atravesaron el comedor hasta que llegaron sin quererlo a lo que había sido el dormitorio de Drew. Olivia suspiró profundamente.

- Drew no se mereció lo que le pasó, - dijo ella - y no pararé hasta que el culpable sea descubierto y pague por lo que hizo. Connor, por dónde buscamos ahora? Creo que ya recorrimos todo este castillo y no encontramos nada, me estoy desesperando.

-...

- Connor? - preguntó preocupada.

No se oyó nada.

- Connor, por dios, dónde estás? - gritó ella - CONNOR!

No hubo respuesta. Olivia, inmóvil, se echó hecha polvo en la que fuera la cama de Drew.

- Lo siento Drew. - dijo - No puedo más. No sé que hacer.

Olivia entonces se incorporó y se sentó en la cama. En frente de ella había un espejo con fotos de Drew pegadas y otros objetos personales. Se quedó parada frente al espejo mirando su reflejo, mientras pensaba lo que podría hacer, esperando una respuesta divina. En ese momento, una figura extraña tomó forma detrás suya. Olivia no se podía mover del miedo que tenía, y mientras tanto ese monstruo se iba acercando. Tampoco se atrevía a girarse y verlo de frente. Lo único que fue capaz de hacer en ese momento era permanecer inmóvil, con los ojos abiertos como platos y cáscadas de agua bajando de ellos. Olivia suspiró profundo y reunió las fuerzas necesarias para hablar.

- Qué eres? Por qué nos haces esto? Qué te hemos hecho nosotros? - preguntó ella.

La figura fantasmagórica no hizo ningún sonido.

- Me vas a matar verdad? - dijo ella en un tono amenazante - Creo que como mínimo me merezco saber el por qué. Eres un cobarde.

El monstruo se acercó más a ella, poniéndose detrás suya. Olivia podía sentir una brisa fría en su nuca, como si tuviera detrás un témpano de hielo.

DesaparecidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora