CAPÍTULO 18

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- Señor Bruce con respecto a su mansión – adentrándose a la oficina – han robado algunos documentos importantes para usted – mirándolo seriamente intentando descifrar su reacción.

- ¡Que Documentos! – Abriendo los ojos ligeramente para recuperar nuevamente la compostura – mmgh..s-si son de propiedades u objetos antiguos no tengo problemas en perderlos pero si son de la empresa o de la mansión yo – dijo con un hilo de voz de tan solo imaginarse si eso pasara.

- No han robado nada de eso, más bien – intentando hacer ademanes con las manos – han robado un documento de potestad – diciéndolo inseguro - ¿Usted sabe de quién es?.

- D-documento de Patria Potestad – sentándose de un golpe en el pequeño banco que yacía a lado de su escritorio - ¡No, imposible!, ¿Cómo? ¿Por qué? - mirando incrédulo al Comisionado Gordon como si él supiera la respuesta.

- Eso es lo que quiero saber, ¿Cómo y porqué usted tiene un documento de Patria Potestad? – acercándose lentamente a Bruce - ¿Qué es lo que oculta Señor Bruce?.

-Y-yo.. – Por unos segundos pensó que decir la verdad era lo correcto, pero no podía, no ahora – y-yo necesito hacer una llamada – levantándose bruscamente asustando al Comisionado – necesito que se retire – cogiéndolo del brazo y jalandolo hacia afuera.

-E-espere, Señor Bruce – intentando zafarse del agarre – oiga suélteme sabe con quién está hablando – golpeando bruscamente la puerta que fue cerrada en frente de él - ¡Señor Bruce! ¡Abra la Puerta ahora! – golpeando bruscamente pero no recibía respuesta alguna del otro lado.

-¿Jefe que sucede? – Acercándose uno de los policías que había hablado hace unos minutos con el señor Bruce - ¿Por qué lo ha echado de esa forma? – mirando incrédulo a su jefe.

- ¡Y crees que yo lo sé! – respondiendo furioso ante tal humillación - ¡qué haces aquí!, ve y llama a los refuerzos – mirándolo furioso.

- ¡S-sí señor! – haciendo una reverencia antes de salir corriendo a llamar a sus compañeros.

- Ya veremos que oculta Señor Bruce – cogiendo su teléfono – Tomas quiero que registre en cada rincón de esa mansión y me avises cuando encuentres algo – volviendo a colgar el teléfono sin esperar respuesta alguna de la otra línea.

Dentro de la Oficina.

-¡No puede ser! – Cogiendo un coñac de los tantos muebles que tenía esa oficina y sirviéndose en un vaso – ¡Eso es imposible! – Tomando el coñac de un trago - ¡Teléfono! Necesito un teléfono – buscando desesperadamente su teléfono en su escritorio tirando todo a su paso.

Bruce no podía creer que solo entraran a su mansión para robar ese preciso documento, el sabia que ese acto era un acto de amenaza, una amenaza clara y concisa pero no podía y no debía involucrar a la policía.

- Alfred, echa a todos los policías de allí ahora – mirando fijamente la puerta que seguía haciendo ruidos escandalosos – es el niño Alfred, van por el niño – colgando nuevamente el teléfono.

EN LA MANSIÓN.

- ¡JOVEN BRUCE! ... ¡JOVEN BRUCE! – Intentando comprender lo que había escuchado - ¡OH DIOS MIO! – Mirando a los policías de reojo – debo quitarlos de aquí como sea – colgando el teléfono.

En la mansión yacía tres oficiales buscando más evidencias hasta que oyeron el teléfono sonar y los gritos del Mayordomo.

- ¿Qué sucede? – Viendo que el mayordomo estaba pálido - ¿Han llamado los ladrones? – tocando por instinto la radio de su cinturón.

-N-No... Nada de eso – fingiendo una sonrisa un tanto retorcida – he recibido una noticia maravillosa – mirando a los oficiales con una sonrisa de punta a punta.

- ¿Qué noticia? – Diciendo otros de los oficiales – más bien creo que usted está en shock señor – intentando acercarse al mayordomo.

-¡NO! – deteniéndolo por instinto – q-quiero decir, no ha sido una noticia terrible más bien es...mm... es mi hija – intentando inventar alguna excusa – mi nieto a nacido y debo ir a verlo – cogiendo su saco – y no puedo dejar a un par de extraños dentro de la mansión Wayne – intentando sacarlos de allí.

- ¿Usted es abuelo? – mirándolo incrédulo ya que era un viejo de una edad muy avanzada.

- ¡SÍ!, así que debemos irnos – mostrándoles la salida para que lo acompañaran – ya se me hace tarde – mirando por inercia su reloj que tenía en la muñeca.

- ¡Espere!.. Acá ha sucedido un robo y no dejaremos esta mansión sin orden de nuestro jefe – diciéndolo firmemente mientras se adentraba más dentro de la mansión hasta que sonó su comunicador donde les decía que los necesitaba urgente en una calle xx ya que hubo un robo con fuego de armas.

- Bueno.. Creo que su jefe ya lo ha llamado – volviendo a mostrarles el camino de la salida – miren se me hace tarde y mi pequeña niña me está esperando – cogiendo a ambos oficiales del brazo para que lo acompañaran.

- ¡Suéltenos! – Zafándose del agarre del mayordomo – no es nuestro jefe pero nos necesitan – mirando a su otro compañero en busca de aprobación – pero en cuanto resolvamos esto volveremos – mirando seriamente al mayordomo y saliendo de la mansión.

- Si, si.. Como usted diga oficial – acompañándolos con paso apresurado afuera – eso fue más fácil de lo que pensé – diciéndolo a lo bajo mientras se disponía a echarle seguro a la puerta – ahora debo ocultar lo sucedido– cogiendo un taxi.

En la Oficina.

- Necesito comunicarme con el Joven Wayne – volviendo a tomar otro coñac de un trago – es urgente así que llámelo – esperando impaciente en su escritorio.

Conversación Telefónica.

- ¿Qué sucede?, ¿Por qué me has llamado tan de repente? – sorprendiendose a tal llamada inesperada.

- Vuelve a Gotham lo antes posible – levantándose de su asiento – es una orden, te quiero aquí este fin de semana sin excusas – abriendo la puerta de su oficina ya que el comisionado Gordon seguía gritando desesperado que lo abriera.

- P-pero ¿de qué hablas? – Respondiendo confundido – sabes que estoy en exámenes es imposible – negándose rotundamente a volver a Gotham.

- Te están buscando – mirando directamente al comisionado Gordon – si no estás aquí no podre protegerte – dijo esto mientras daba paso al comisionado Gordon para que entrase nuevamente a su oficina – es una orden si no vienes este fin de semana iré personalmente a buscarte – cerrando bruscamente la puerta y echando seguro.

- E-está bien – respondiendo a puras penas – iré – diciéndolo seco sin poder creerlo.

- Bien, te estaré esperando a primera hora – dirigiéndose a su asiento nuevamente – Alfred ira a recogerte y Wayne – esperando respuesta al otro lado.

- Si papá? – intentando no llorar para no asustar a su padre.

- Cuídate – colgando la llamada.

El comisionado Gordon miro y escucho atentamente la pequeña conversación que tuvo y pudo deducir que la persona que hablaba con bruce era nada más y nada menos que él hijo de Bruce Wayne.

- Bien, ¿Me dirá que sucede? – Sentándose nuevamente y esperando la respuesta - ¿Esa persona quién es? – acomodándose para poder escuchar la larga explicación que debía hacer el Señor Wayne.

- Es hora que lo sepa Comisionado Gordon – apoyando su brazo en el escritorio y mirándolo directamente – he estado pensando en si debía decírselo o no y creo que lo mejor es que lo sepa pero – haciendo una pausa para poder aclarar sus pensamientos – pero necesito que esto quede entre nosotros dos – esperando una respuesta por parte del comisionado Gordon.

- Eso depende Señor Wayne – cruzando los brazos – usted sabe que mi deber es servirle a la ciudadanía y eso incluye no ocultar secretos a nadie.

- El Documento que robaron en mi Mansión pertenece ..mhg.. – aclarando su garganta e intentado calmar los nervios que sentía – Pertenece a mi hijo Wayne.

Continuará....

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⏰ Última actualización: Mar 31, 2020 ⏰

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