Capítulo 8

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8:30 AM

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8:30 AM

—Tsukasa quédate quieto.

Pidió nervioso al menor quien no dejaba de correr de un lado a otro. Las miradas de los transeúntes sobre ellos le provocaban pánico. Nunca sabría cuando podrían encontrarse con alguno de sus agresores... eso lo llenaba de una gran incertidumbre.

—Es que no salimos mucho y estoy emocionado.

Comentó mostrando una amplia sonrisa dejando a la vista sus pequeños colmillos. Se acercó a su hermano y lo abrazo con fuerza tratando de calmarlo aunque fuese solo un poco ya que podía notar la preocupación que sentía.

—¿No estás feliz, Amane?

Él mayor mostró una expresión más calmada, debía dejar de preocuparse tanto y disfrutar de los pequeños momentos que seguramente le traerían felicidad.

—Claro que lo estoy.

Acarició gentilmente la cabeza del menor mientras este reía. Comprendía su emoción pues no acostumbraban a salir de su hogar a ningún lugar que no fuera la Academia. Las calles no eran seguras... aunque tristemente... para ellos... ningún lugar era seguro, ni siquiera su propia casa.

—¡Yugis!

Ambos hermanos alzaron inmediatamente la vista para ver a quién los llamaba.

—¡Kaida-chan!—Tsukasa salió corriendo felizmente a su encuentro mientras agitaba los brazos.

—¡Tsukasa ten cuidado!— Corrió para evitar que su hermano se lanzará sobre Kaida.

Ignorando las advertencias de su gemelo, se lanzó a abrazarla provocando que ambos cayeran al suelo.

—¡Que bueno que vinieras, Kaida-chan!— Exclamó con alegría sin dejar de abrazarla.

—Ay... Jejeje— Se quejó un poco para después reír —No me perdería este día por nada del mundo— Su dulce sonrisa provocó que él azabache la abrazará más fuerte.

—¡Tsukasa!

Amane tomó a su hermano por la cintura y lo levantó para quitarlo de encima de Kurobane.

—De verdad lo siento ¿estas bien?— Estaba realmente apenado por lo que había sucedido.

—No te preocupes, estoy bien— Se puso de píe con ayuda del mayor.

No estaba enojada, sabiendo eso podía estar tranquilo. Ella era muy amable, especialmente con ellos.

Se sobresaltó un poco y desvío rápidamente la mirada al percatarse de que se había quedado observándola.

Recuerdos del PasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora