¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
“Los deseos imposibles no pueden cumplirse”
A pesar de la situación él joven Kurobane se sentía querido, por primera vez en lo que llevaba de su aún muy corta vida.
El crujir del suelo provocado por pasos que se acercaban hacía el lugar daba anuncio a la hora de su partida.
—Me tengo que ir.
Tanto Nene como Amane habían quedado confundidos nuevamente gracias al menor.
—Espero poder ver los de nuevo.
Se separó cuidadosamente de los brazos de Nene y se acercó a Amane a quien también abrazó. Aquel afecto sincero e inocente había provocado un inexplicable sentimiento de inquietud en ellos, se sentía como si esa fuera la primera y última vez que podrían abrazarse.
—Gracias por todo.
Se separó del mayor sonriendole y antes de que alguno dijera algo se retiró, fue ahí donde ambos se dieron cuenta de las personas que se acercaban al lugar, dos chicos de unos ocho años aproximadamente, uno tenía cabello castaño oscuro y el otro de un tono más claro, ambos con ojos color marrón.
—Nos has dado muchos problemas, Oni.
—Eso ahora no importa ¿conseguiste lo que te pedimos?
Preguntó uno de ellos acercándose al pequeño y desordenando bruscamente los cabellos rojo oscuro del pequeño.
—Lo siento Ryu, Taro yo...
—¿Tu que?
Lo interrumpió bruscamente el segundo que había sido nombrado tomando el rostro de Oni entre su mano izquierda y haciendo un poco depresión en este.
—¿Acaso te duele?
Preguntó confundido Taro observando la incómoda expresión que él menor tenía.
—Pero que tonto soy, es obvio que no.
Apretó un poco más fuerte riéndose por lo que había dicho.
—Traerte fue un desperdicio— suspiró pesadamente Ryu —Empieza a decir “Adiós” a nuestros deseos, Taro.
Quitó su mano de la cabeza ajena y miró a su hermano.
—Sera mejor irnos ya, solo perdimos el tiempo.
Ryu dio medio vuelta y empezó a retirarse, él castaño claro se reincorporó no sin antes tomar con fuerza la muñeca del menor.
—Sin importar que no dejas de ser inútil— Comentó este con fingida decepción procediendo a beber la bebida que llevaba en su mano derecha.
Aquella escena fue presenciada por Amane y Yashiro quedándose helados, ella apretó sus puños y respiró profundo preparándose mentalmente para lo que estaba por hacer.