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Era de noche, el cielo era adornado por la luz de las estrellas y la luna dándole un toque mágico al Festival de las Estrellas que se llevaba acabo.
Puestos hermosamente arreglados, el delicioso olor a la comida que era esparcido por el aire y la risa de los niños y adultos divirtiéndose con los distintos juegos que se realizaban, se debía estar muy desanimado para no querer ir a tan magnífico festival y eso era lo que le sucedía a cierto niño de negros cabellos que se limitaba a observar de lejos.
-¡Vamos, vamos! ¡Amane!
El susodicho era jalado por su hermano menor en dirección hacía la celebración ya que este se negaba a ser partícipe.
-No quiero ir, Tsukasa.
Protesto caminando en dirección contraria de donde estaba siendo jalado.
-¡Vamos, vamos, vamos!
-No, si voy contigo me dejaras solo como en el festival anterior.
Siempre que venían al festival era técnicamente abandonado por su hermano y vagar solo por ahí entre tanta gente desconocida no era algo que le gustase y al sentirse incómodo no era capaz de disfrutar el festival como quisiera.
-Pero... pero...
-Nada de pero, no voy a ir y no vas a convencerme.
Cruzó ambos brazos, dio media vuelta dándole la espalda a su hermano decidido en no ir en esa ocasión al festival.
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-No puedo creer que te haya dejado convencerme.
Suspiró pesadamente mientras lo observaba de reojo, sin mucho interés en lo que pasaba a su alrededor.
-¡Yeah! ¡Vamos a divertirnos mucho juntos!
Exclamó Tsukasa rebosante de alegría ignorando las quejas de su hermano.
-¿A donde quieres ir primero, Amane?
Miró al mencionado, una gran sonrisa estaba dibujada en sus labios, no había nada que no lo hiciera feliz si estaba con su hermano, mientras él estuviera todo era perfecto.
-Bueno... la verdad no lo sé pero ya que estamos aquí me gustaría ver los juegos artificiales y...
-¡Oh también quiero ver los fuegos artificiales!
Comento con emoción interrumpiendo bruscamente a Amane quien se limitó a suspirar pesadamente.
-Esta bien, solo no te vayas por ahí para que podamos verlos juntos.
Le sonrió gentilmente mientras le acariciaba la cabeza suavemente acto que provocó que su hermano lo abrazará con tal fuerza que provocó que cayera al suelo llevándoselo consigo.
