2da parte.
¿Ya lo vieron? Está solo.
¿Sigue enfermo verdad?
Lo está.
Quizás pelearon...
O Jungkook se cansó de él.
Ya era hora...
Tiene que cuidar su reputación. Lo entiendo.
¿Viste que cambiado está? El último año dió sus frutos.
Podemos invitarlo a la cafetería.
¿No crees que sea raro? Digo, era amigo de ese chico.
Si no está con él, no hay problema.
No sé si sea verdad pero el otro día un chico me contó algo sobre él.
¿Qué dijo?
Dijo que Kim se le había declarado a Jungkook.
¿QUÉ? Ahora todo tiene sentido.
No sé en qué estaba pensando.
Esto es increíble.
Pero lo rechazó. Jungkook lo rechazó.
¿Qué esperaba? ¿Un abrazo y un beso?
*Risas*
Eres cruel. Sabes que no pueden tocarlo.
Es un raro. Que importa.
[•••]
Taehyung se dió cuenta que su vida había cambiado nuevamente cuando ya era demasiado tarde.
El compañerismo con su mejor amigo Jungkook se había modificado por completo cuando este declaró sus sentimientos. No pudo notarlo, pero las cosas no volvieron a ser las mismas de antes.
Las sonrisas no llegaban a ser completas, las frases largas se convertían en monosílabos sin sentidos y los saludos se volvían despedidas que no auguraban un mañana juntos.
Taehyung lloró aquella noche.
Había recibido un mensaje de Jungkook diciéndole que las cosas no funcionarían más de esta forma. Pero que si necesitaba ayuda de algo, no dudara en buscarlo.
Tae no pediría ayuda, tampoco insistiria más de lo que ya había insistido.
Este nuevo año lo comenzaria con tristeza. Irónicamente, terminaría la escuela de la misma forma que la comenzó: solo.
Si algo había comenzado a pensar, era que mantenerse en pie había sido difícil, pero no imposible.
Así que por amor a su padre, Taehyung viviría un año más afrontándolo todo de la mejor manera.
Siendo su hogar su fuerte, quizás encontraría la respuesta que busca desde siempre.
¿Por qué no pueden tocarme?
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Seductive reactions [KookTae]
FanfictionTaehyung dejó de ser un chico común a los diez años. Desde ese momento, su vida cambió por completo. No recuerda ni sabe como llegó a esto, pero nadie, absolutamente nadie, podía tocarlo. Ni un abrazo, ni un beso, ni una caricia, mucho menos un roc...