Miss Right • JUNGKOOK, YOONGI

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Jung Kook

13 de enero del 2018

Las frías brisas de Busan recorrían todo mi cuerpo, mi nariz se enrojecía por el resfriado que me dió la anterior semana, veía como el paradero del autobús se estaba llenando de alumnos de mi misma escuela, unos que otros solo se ponían sus guantes y de frente estos eran pasados a su cara para no congelarse, otros hablaban mientras se veía el vaho de sus bocas cada vez que soltaban una palabra.

Mientras que yo, mi simple traje negro de uniforme y bufanda, mis manos helaban y estaba ahí, completamente solo, era normal para mí no tener amigos

Amigos en la escuela, no tenía.

Amigos del vecindario, tampoco tenía.

Amigos por parte de mi familia, tampoco tenía, ellos solo por tener una preferencia que a mí no me gustaba, nunca me hablaban.

Igual no me importaba.

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¿Comente que tenía amigos de otra parte? ¿No verdad?

Woo Shik

Oh no

Hey Jungkook, te estamos esperando.

Ji Soo y  Joo Hyuk no tienen tiempo.

¿Que esperas?

¿O qué, no tienes dinero?

Perderás muy fácil así, no me gustaría ganarte de esa manera a mi fiel compañero de cartas.

Lo leí y decidí tomar rápido el subterráneo, para ir definitivamente hacia mi propia muerte.

Mis padres me van a odiar por el resto de sus vidas.

Mi hermano igual, el mismo me lo advirtió.

—Estación Nampodong—se escuchó desde el intercomunicador.

Bajé y en cuanto vi ese callejón donde cada cuatro semanas iba a desperdiciar mi dinero.

Y no, esta vez no voy a desperdiciar mi dinero.

"No tengo que perder" me dije a mi mismo entre mis pensamientos.

Los mismos hombres de siempre que cuidaban la puerta reconocieron al instante mi cara y abrieron la puerta mientras decían

"Amo, ya está aquí lo que tanto deseaba"

Era mi fin y el de mi familia.

No debí beber ese día y justo cuando Woo Shik estaba presente.

Este mismo vió y me regaló una sonrisa irónica, sabía muy bien que iba a ganar, ¿Como no saberlo? si él era el "Rey Julio César" todo un maestro en el juego de cartas.

—¿Otra vez con ese uniforme de niño de mamá?—comenta Ji Soo, un hombre que solo se dedicaba a la venta de drogas, eso sí, jamás acepté algo de esa manía de este.

—¿Tu mamá no estará preocupada Jeon?—y se escuchó una voz estúpida que provenía del otro lado que estaba observando, Nam Joo Hyuk era un chico muy pesado, si que lo era—Hubieras venido o no, igual perderás.

—¿Y bien? ¿Que esperas? Quiero destruirte Jeon, esta vez no perderé.

Tenía tanta razón, yo siempre le ganaba en otro juego la mayoría de las veces, pero nunca en el póker.

—Que la suerte te acompañe Jeon Jungkook, te recuerdo que esta es la última vez en vernos, desde hoy ya no entras, bien iniciemos—la misma chica de siempre repartía las cartas y las fichas.