capitulo 9.

463 26 0
                                    

Adan.

Me levanto por la mañana y me voy a duchar como comúnmente acostumbro en la mañana, y seguido de esto me visto y bajo a desayunar, veo que ella está preparando pan francés.

-Buenos días Roberta- digo entrando a la cocina.

-Buenos días Adan, te he dicho que me puedes decir Robbie, mi nombre no me gusta mucho- dice poniendo dos platos, me gusta molestarla un poco de vez en cuando, me gusta jugar con el fuego.

-lo sé,  es solo que no quiero hacerlo- digo.

-como digas- dice ella comenzando a comer.

Comemos amenamente mientras platicamos, ya han pasado poco más de dos semanas desde que ella ha llegado a esta casa, es increíble el poco tiempo en el que una persona puede gustar de otra. Debo de admitirlo, me gusta esta niña.

-señor debo de decirle algo- dice uno de mis hombres entrando.

-dímelo más tarde, ahora tengo que salir a algunos asuntos- dije ocultando que en realidad no quería dejar de desayunar con ella.

-de acuerdo- dijo retirándose.

Terminé de almorzar y sí,  tenía que retirarme, no era del todo mentira, tengo que salir a terminar un negocio y a sacar otra mercancía.

-tengo que irme- dije en la entrada tomando mi arma  y acomodandola en mi pantalón antes de irme, salí cerrando la puerta y tomando mi auto, me abren el portón y salgo, obviamente en la compañía de otro auto de dos de mis hombres.

Salí hacia la ciudad en el centro para terminar el primer negocio, ahí estuve media hora acordando todo, al salir conforme al plan salí de ahí y me dirigí a la costa de la ciudad para poder ver que todo en la mercancía estuviera bien, resolví todo lo que faltaba y a ver sarpar el barco bien me pude ir  paa la casa, por la tarde no tengo nada más que ver, así que pasé a la casa de Luca, pensé que sería agradable que estuviera un rato en su casa.

Conduje en dirección a su mansión y al llegar me recibió con los brazos abiertos, y en uno de ellos una chica que se trajo por este día.

-Adan, hermano, qué haces tú por aquí? - me dice acercándose a mí.

-sólo pensé en venir a visitarte para asegurarme de que no te van a matar.- dije saludandolo.

Pasamos dentro de la casa platicando de cosas triviales y riendo de ellas, fuimos a su terraza para poder platicar más cómodos y seguimos riendo de lo que decíamos.

-bueno, y cómo sigue la chica en tu casa?- me dice tomando un trago- esa... Robbie, según recuerdo.

-oh bueno, ya sabes, pasando el rato por aquí,  ni siquiera, ni siquiera la he notado- dije tentando mi trago.

-te enamoraste de ella cierto? - me dice con una mirada juguetona.

-Cómo lo supiste? -le dije viéndolo.

-porque siempre que hablas así de alguien significa más para ti, hacías lo mismo con tu madre- dijo tomando su bebida.

-oh dios, es pefecta,cómo se expresa, cómo es su presencia; tiene una carita, que cuando me ve, cuando me habla...- dije pensando en ella

-dios, amigo, estás jodido, hasta el fondo- me dice burlándose de mí.

-oh, vamos, no es tan malo, o sí? - Digo duditativamente.

-jaja, no te creas, pero de verdad, si te gusta tanto, díselo de frente, como hombre, besala, como un enamorado. Y caerá a tu pies- me dice y me quedo pensando.

Da el atardecer y me devuelvo a casa después de pasar esta tarde con Luca. Tiene razón,  debería de decirle, esto seguro de que lo haré. Pero cómo debería hacerlo? Le digo " hola, te amo" no, idiota " te ves bien hoy, quieres salir conmigo" tampoco ugh. Entro a casa después de peinar mi cabello y acomodar mi traje.

Entro a casa y  la encuentro en la entrada. La iba a saludar y ella a mí al parecer, cuando llega uno de mis hombres.

-señor,  le tenía que informar la buena noticia de que ya no hemos encontrado rastro de los detectives cerca de nuesra zona, ya no es necesario guardar la cautela que hemos tenido. - dice.

Yo no puedo decirle nada, volteo a verla y ella tampoco dice nada. Pero tengo que decirle.

-supongo que este es el final- digo. Me tiré para atrás,  me tiré para atrás.

Soy el idiota mas grande del mundo.

me has condenadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora