Libre.

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EMILIO. 

Decidí llevar a Camila a la fiesta. Ella aceptó con gusto. Aún estando un poco con los efectos de la pastilla aparecimos en la fiesta. 

No tardaron los paparazzis en tomarnos fotos. 

-Hasta que por fin apareces - dijo mamá - Qué linda muchacha. Picarones. 

-Claro. 

Agarré a Camila de la mano y la lleve a lo más fondo de la fiesta. 

-¿Se te está pasando el efecto de la pastilla? - comentó sonriente. 

-No, solo quería alejarme de todo y contemplar la lluvia. 

-¿Solo la quieres contemplar? 

-No. 

Ella sonrió, me levantó y salimos corriendo del lugar. 

La lluvia tocó mi rostro. 

Las pastillas son mágicas. Solo puedo pensar en lo divertido y feliz que me encontraba. 

Camilla me agarró de ambas manos y comenzó a bailar incitando a que hiciera lo mismo. 

La lluvia nos mojó pero nada de eso importaba. 

Comenzamos a bailar cada vez más cerca.

Saqué mi celular y nos tome una foto donde ella me daba un beso en la mejilla. Saque un par antes de que Camila me agarrara del rostro me planteará un beso en los labios. 

¿Qué más daba? 

Es lo que ellos esperan. ¿No? 

Lo que la sociedad quiere. 

Continúe el beso agarrando con suavidad sus caderas. Ella rodeo mi cuello con sus brazos. 

JOAQUÍN. 

-Parece que lloverá más fuerte - dijo. - Será mejor que me vaya. 

-¿Estás bien? 

Nos acabamos de conocer, lo sé, no espero que me cuente sus cosas personales pero en su mirada aún había tristeza. 

-No, solo nostálgico. Hubieron muchas cosas buenas en mi infancia antes de que llegaran las cosas malas. 

-¿Quieres contarme un poco? - lo invite a sentarse. 

-No es importante, descuida. 

-Por favor - lo sujete de las manos - Quiero saber mas de ti - él sonrió, a continuación se sentó junto a mi. 

-Por donde empiezo - Suspiro. 

-¿Cómo murieron tus padres? 

-Mi mamá murió cuando dio a luz al menor de mis hermanos. Mi padre nos cuidó por un tiempo, se enfermo de depresión y terminó por suicidarse. 

-Lo siento mucho. 

-Me tuve que encargar de nuestro hermano pequeño hasta que cada uno se fue por su lado. 

Me acerqué y lo abrace. Pareció sorprenderse ante el gesto así que me retire. 

-Lo siento, no quise incomodar. 

-No, tranquilo - me miró a los ojos - No le eh contado a nadie sobre esto y es extraño que te consuelen - sonrió - Gracias por interesarte en mi. 

Poco a poco se fue acercando. Mi pulso se aceleró. También comencé a acercarme. Es muy guapo y lindo, solo será un beso. 

La puerta principal se abrió haciendo que ambos nos enderezaramos.

Perfecta Obsesión. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora