Perfecta Obsesión.

Regalo.

JOAQUÍN. 

Volvimos a casa después de unas horas. La caminata fue una montaña rusa de emociones. No sabía qué pensar sobre la declaración de amor, nunca pensé que le gustara. Ahora entiendo muchas cosas, todas esas pequeñas cosas que hizo durante todo este tiempo. 

Entramos a la casa. Todos seguían en la sala. 

-Tengo algo - dijo Darío llevándose a Joseph. 

-¿Como les fue? - preguntó Renata. 

-Bien, algunas cosas malas pero todo perfecto - le sonreí a Emilio. 

-Más tranquilos - contestó Emilio. 

-Hice chocolate - dijo mamá - Les servire un poco. 

Nos sentamos junto a Renata en el sillón. 

-Te dije que no - Joseph subió la voz. Al darse cuenta volvió a bajarla. 

-Parece que discuten - comentó Emilio. 

-¿Qué sucede? - pregunté a mi hermana. 

-No lo sé - contestó - No nos a querido decir nada de lo que se enteró. 

-Joaquín - Emilio me tocó el brazo. 

-¿Qué sucede? 

-Alguien nos grabó en el restaurante. 

Me puso el video y en efecto desde que empezaron a discutir alguien comenzó a grabar. Hay no. Esto se convertirá en noticia. 

-Emilio tus padres crees que… 

-Debo irme - se levantó - Nos vemos, gracias por invitarme. 

Sin poder decir nada salió. Esto solo traería problemas para él.

-¿Debería ir con él? 

-Solo vas a empeorarlo. 

Renata me abrazó. Me importa muchísimo Emilio. No quiero que tenga problemas y menos por mi. 

EMILIO. 

Llegué a casa. Por obvias razones mi mamá se encontraba enojada. 

-¿Qué sucedió aquí? - preguntó cuando llegó. 

-Solo salí con Joaco y un camarero comenzó a agredirnos. 

-¿Que te hizo ese bastardo? 

-Nada, solo nos ofendió al pensar que éramos una pareja gay. 

Recibí una llamada de mi papá. Suponía porque. 

-¿Que pasa? 

-¿Como que estabas en una cita con Bondoni? 

-Salí con mi amigo, todos interpretaron mal - dije lo último apenas audible. 

-Ya te dije que va mal para tu carrera si sigues metiendote en estas suposiciones. 

-¿Que tiene de malo ser gay? 

-Nada, solo que tu no lo eres, no queremos que se te encasille. 

Colgué. Se enojó muy posible. Mi mamá se acercó. 

-Debés entendernos, esos enfermos están ahuevados a que seas gay y con esto lo pensarán más. 

-Claro - contesté secamente. - Quiero descansar. 

Sin esperar alguna respuesta camine directo a mi cuarto. Entré y me acosté. La noche comenzaba a tomar terreno. La luna se asomaba por la ventana. La luna. Mi Joaquín.