Estando ya a salvo, hablé con los chicos para poder volver con mi familia. Dentro del tiempo que estuve en ese lugar, lo que más deseaba era poder volver a verles y quiero que mi abuela pueda conocer a Alk.
Tener a Alk conmigo, se siente extraño, me transmite un aire de confianza y tranquilidad muy parecido al que sientes cuando abrazas a tus padres o un hermano. Debe ser porque es parte de mi familia, pero me hace sentir muy bien tener a alguien con el mismo color de ojos que yo y que bueno, me puede ayudar a manejar lo que sea que pueda hacer ahora.
Con Annie regresamos a la casa y arreglamos nuestras cosas, una vez que tuvimos todo listo dejamos las maletas en la entrada de la casa.
-Derek –lo llamé y caminé hacía él, está apuntalado en el árbol que esta junto a la puerta que da hacia la calle – es tiempo de despedirnos –le di un breve abrazo a Derek.
-Fue un gusto vivir esta aventura contigo, pero espero que no nos volvamos a ver envueltos en lo mismo –dijo y señaló el brazalete-. Sé que no creí mucho en su poder, pero ¿Me lo podría quedar?
-Claro, se supone que debes usarlo siempre, es para tu protección y la de tu hermano - dije sonriendo -. Cuídense mucho y si algo sucede, la Tía Amalia tiene el número de mi casa.
-Lo tendré presente -dijo y vi que el bus se acercaba - cuídate mucho y también cuídate de tu loca amiga, es un poco extraña -se acercó a mi oído- no confíes en ella, créeme.
-¡Deja de coquetear, Blanca! -dijo Annie alzando la voz.
Tome algunas de mis maletas y Alk, Esteban y Erik tomaron el resto de las maletas para dejarlas en el maletero del bus y por fin nos fuimos a mi hogar, mi verdadero hogar.
***
Después de un más o menos extenso y loco viaje de vuelta a la ciudad, con Annie nos separamos en el terminal de buses y con los chicos nos fuimos caminando a mi hogar. Una vez que nos encontramos frente de mí casa, no fue necesario abrir la puerta, porque mi hermana menor, Luna, abrió la puerta y saltó sobre mí.
-¡Estas bien! –exclamó ella casi gritando.
Sí, extrañaba esto, aunque no me gusten mucho las muestras de amor de mi hermana, la extrañe demasiado y que haga esto, me hace sentir muy bien. Ahora si puedo sentir que salimos de ese infierno.
Ver a Luna, con su típica coleta y sonrisa amplia mostrando sus dientes parejos, fue lo que me recordó que ahora estando aquí, no correremos tanto peligro y que podremos con todo lo que aparezca en nuestro camino.
-Increíble, te vengo a ver y me encuentro con la sorpresa de que no estás y cuando se supone que volvías de tu "pequeño viaje", llegas y con tres chicos ¿Me estas engañando? – dijo mi mejor amigo Dean, apareciendo detrás de mí hermana, la que recién me viene a soltar para ir a abrazar a los chicos.
Luna es una niña muy cariñosa y si fuera por ella, abrazaría a todo el mundo, claro, hasta que le haces un spoiler o intentas despertarla, en ese momento es capaz de sacarte los ojos.
-Sabes que nunca habrá alguien como tú en mi vida – dije abrazando fuertemente a Dean, aunque no tanto como él a mí.
Dean es rubio, de ojos azules y tez blanca, delgado y es de España, allí trabaja como modelo y es muy conocido en Europa. Esto último implica el "muy normal" hecho de que tiene un montón de locas seguidoras que son capaces de secuestrarlo y no es que exagere, pero una vez ya lo intentaron, también intentaron matarme, todo porque se repartió un falso rumor en el que se decía que éramos novios, algo que nunca en la vida va a pasar.
-¡Suelta a mi sobrina, mocoso! –gritaron dos grandes hombres.
Esos son mis tíos, se llaman Alejandro, Leo y John y son los hombres más cotizados de la ciudad y no es tampoco una exageración, si hasta las abuelas tienen ganas de ¿Cómo dicen ellas? Claro, "comérselos", yo, sin duda, no me parezco a ellos. El tío John no vive con nosotros porque él tiene su familia y vive con ellos.
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Cuando las historias se hacen reales.
FantasíaBlanca se va de viaje para distraerse y disfrutar su verano, pero nunca imaginó que estando allí descubriría cosas nuevas sobre su familia. Adaptarse al nuevo mundo que se le presenta a ella y su familia, será difícil pero un caballeroso guardián, u...