Capítulo 15: Los sentimientos de Daniel y los payasos.

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Delian se desmayó en los brazos de un sonrojado Alk y con la ayuda de Esteban, tuvieron que trasladarlo a la casa de Erik, por otro lado, el resto nos aseguramos de que nadie haya visto lo sucedido y nos fuimos a casa en silencio mientras intento evitar que mi prima golpee a Annie.

-Daniel, vamos a casa -dijo Annie sujetando el brazo de Daniel con insistencia-. Quiero que conozcas a mis padres.

-Annie, en serio, aléjate de mí, solo te use, realmente me desagradas y mucho, eso lo sabes, así que aléjate de mí o me veré en la obligación de demandarte -dijo Daniel alejando a Annie de él.

-¡Ya escuchaste, bruja! -exclamó Marta celebrando la reacción de Daniel.

No esperaba que él le hablará así, pero me hace feliz saber que, por lo menos, es lo suficientemente astuto como para no caer en el juego de ella, aunque esto no garantiza que él vaya a rechazarme en la primera oportunidad que tenga para hacerlo.

-Te arrepentirás de esto, Daniel -dijo Annie y se fue caminando velozmente mientras mi prima la despide con señal de su mano.

-Te felicito, es la primera vez que eres sincero con ella y ya era tiempo de que le dijeras esas gloriosas verdades -dijo Marta aplaudiendole a Daniel.

-Ya era el momento de detener a Annie, además ya no la necesito, porque me acaban de hacer el chico más feliz de este pueblo -dijo Daniel y sentí su mirada sobre mí, así que caminé velozmente y me fui junto a mis tíos.

¿Se refería a mí? ¡Vamos Blanca! Es obvio que sí, pero no sé como tomar sus palabras ¿Y si solo es un juego? No quiero salir herida ¿Por qué sigo pensando tanto? Solo debo esperar su respuesta y listo, no hay más nada que hacer, todo dependerá de lo que él sienta.

-¿Nerviosa? -preguntó mi tío Alejandro así que asentí con la cabeza como respuesta- Blanca, sé que debí haberte dicho esto hace mucho tiempo, pero Daniel está loco por ti desde que lo abrazaste ese día en la escuela, esto te lo puedo asegurar, conozco el tipo de miradas que te dirige y es por eso que me atrevo a decirte esto. No tengas miedo, él sabrá cuidar de ti, lo ha demostrado todos estos años.

-Creo que ya no es necesario que él cuide de mí, quizá yo deba comenzar a cuidarlo a él y gracias por decirme esto, sé que es difícil para ti, después de todo, siempre han intentado alejarnos de los chicos -dije dedicandole una sonrisa- ¿Qué crees que hará Daniel?

-Bueno, si espera vivir una vida normal, más le vale hacerte feliz y si no, nosotros estamos aquí para lo que necesites -dijo mi tío Leo mientras pasaba un brazo por mis hombros.

Lo sé, estoy tan agradecida de que tengo a tantas personas apoyándome.

Cuando entramos a la casa de Erik, los gritos de un hombre llamaron nuestra atención e iba a ir a ver que sucedía, pero mi madre impidió que subieramos al segundo piso.

-No suban, Delian está luchando contra un hechizo y él único que lo puede ayudar es Alk -dijo ella y pasó una mano por su cabello de forma cansada- ¿Alk se declaró?

-Sí, lo hizo para ayudarme a destruir una mitenda -respondí.

-Bueno, eso explica porque Delian está luchando tanto -ella miró en dirección a la escalera- debe querer mucho a Alk, como para dar esta pelea.

-¿Entonces Delian nunca estuvo interesado en Blanca? -preguntó uno de mis tíos.

-No, eso era parte del hechizo que le lanzaron a Delian y quien lo haya hecho, es muy poderoso, estamos hablando de una fuerza casi tan potente como la de Blanca -dijo mamá con una expresión de preocupación.

Según mi madre, Luna está con Peter en la casa de al lado, para que así el pequeño no se asustara al escuchar los gritos de Delian, los cuales duraron dos horas, hasta que el silencio reino en toda la casa y con Esteban subimos a ver como iba todo.

Cuando las historias se hacen reales.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora