{𝟎𝟏}

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Taehyung tenía los ojos rojos de tanto mirar la pantalla de su ordenador. Por culpa del traidor de su amigo, tuvo que quedarse hasta tarde para conseguir terminar su proyecto a tiempo.

—¡Un zombie salvaje apareció!

Taehyung frunció el ceño, restregándose los ojos con pereza. Se acercó a sus amigos y le tiró a su compañero el pen drive a la cara.

—Me debes más que una —soltó entre un bostezo y un gruñido de molestia.

Jungkook rio con sorna, guardando el pen en su bolsillo.

—Tenía una cita —se excusó.

El mayor lo miró desagrado, arrugando la nariz. Ni siquiera se sentía con las suficientes fuerzas como para molestarse en serio. Además, fue él mismo quien le animó a acudir a esa cita. Simplemente, no había esperado que fuera el mismo día en que ellos terminarían su proyecto.

—Por eso, al menos me debes dos.

Taehyung le lanzó su mochila antes de curvar su espalda como un anciano. Jungkook la atrapó y la colgó en su brazo izquierdo sin problemas. A su lado, un tercer chico soltó una risa divertida.

—Bueno, mira el lado positivo.

—¿Lado positivo? —Taehyung miró incrédulo a su primo.

—Sí, tu trabajo va a ser recompensado. ¿No es eso genial?

Taehyung tenía que admitir que su primo siempre fue alguien muy optimista. Incluso cuando su madre enfermó, Seokjin se mantuvo firme, esperando que se recuperara pronto.

Recordaba aquello como si hubiese sido ayer. Tantas semanas viendo a su pobre tía postrada en una triste cama de hospital, a la espera de que pudiesen reunir dinero suficiente para su cirugía, no había sido algo fácil de vivir.

Taehyung incluso estuvo tentado a meterse en el mundo de las drogas para poder costear la operación y ayudar a su primo. Sin embargo, una bendición con nombre y apellido apareció para salvar a su preciada tía: Kim Namjoon, con su bondad y gentileza por delante, les brindó todo tipo de ayudas económicas.

Seokjin y Taehyung se encargaron de agradecérselo de todas las formas posibles; aunque su primo fue el que más se esmeró en premiar a aquel salvador, pues tan sólo unas semanas después, Taehyung y su tía descubrieron la relación que había entre ellos. Una relación que iba más allá de una simple amistad.

Fue esa misma la que tomó gran parte del tiempo en la vida de Seokjin, por lo que Taehyung se tuvo que encargar personalmente de cuidar a su preciada tía cada vez que su primo salía con su novio en una cita.

A Taehyung nunca le molestó atender a su tía. Al contrario, estuvo más que agradecido por tener la oportunidad de devolverle el favor de aceptarlo como a su propio hijo.

Ella lo adoptó nada más nacer, pues, tras el parto, su madre falleció, dejándolo solo en el mundo. Y el hombre al que se negaba a llamar padre y al que nunca desearía conocer, los abandonó a ambos cuando su madre estaba embarazada.

Hombre, qué momento menos sugerente para recordar algo tan deprimente, pensó Taehyung. Si el profesor Min ya era suficientemente cargante, tener que escucharlo con la mente ocupada en su triste pasado no estaba ayudando a Taehyung en absoluto.

—Ni se te ocurra dormirte. Si aún aprecias tu vida, no hagas algo para que el profesor Min quiera matarte —le susurró Jungkook, con el pecho pegado en la mesa y la mano cubriendo su boca disimuladamente.

—¿Eso te dices a ti mismo cuando se te pone dura por el profesor? —dijo Taehyung, reclinándose en la mesa e imitando la pose de su amigo.

Jungkook se ruborizó y le dedicó una mirada iracunda al castaño.

#𝟎𝟏: 𝐓𝐞𝐚𝐜𝐡 𝐦𝐞 ➳ ᴠᴍɪɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora