#𝟎𝟏: 𝐓𝐞𝐚𝐜𝐡 𝐦𝐞 ➳ ᴠᴍɪɴ

{𝟎𝟓}

Había pasado cerca de una semana. Jimin no pudo contactar con Taehyung. Apenas habían quedado una vez para hablar acerca de su "trato", y el sinvergüenza ya había huido.

Después de que Taehyung se fuera de su casa, Jimin lo llamó un par de noches para quedar con él y continuar sus sesiones de aprendizaje, pero el castaño no le respondió ninguna de las llamadas. Ni siquiera se tomó la molesta de devolvérselas.

Caminando despacio, con los dedos semicongelados dentro de los bolsillos de su abrigo, Jimin se relamió sus labios algo resecos y llegó a la gran entrada abierta que daba paso a la universidad de Seúl.

Varios estudiantes comenzaron a salir, charlando e ignorando la presencia de Jimin, quien reposaba la espalda en el gran muro que rodeaba todo el recinto. Tan sólo se despegó de este cuando vio a un par de chicos acercándose a él, aunque parecieron no percatarse de su presencia en un primer momento.

De pronto, unos ojos marrones se centraron en él fijamente, como si estuvieran reprochándole por estar ahí.

Jimin sonrió a Taehyung, viéndolo cada vez más cerca.

—Hola —saludó al grupo de amigos.

Jungkook y Seokjin alzaron la vista al oír la voz de Jimin, dándose cuenta de que estaba ahí. Quizás algo tarde, pero a Jimin no le importó realmente. No se molestó siquiera en desviar sus ojos de los de Taehyung.

—Tú eras... Jimin, ¿verdad? — Jungkook se acercó a él y le extendió una mano para saludarle.

Jimin asintió, apretando la mano de Jungkook con cuidado y agudizando su mirada sobre la de Taehyung. ¿Era su impresión o el castaño no se mostraba feliz de verlo?

—¿Podemos hablar? —preguntó Jimin, esquivando a Jungkook para acercarse a Taehyung.

—Tengo cosas que hacer, quizá otro día — se escusó y se dio la vuelta, empezando a caminar para alejarse cuanto antes de ese lugar.

Jimin miró a Seokjin y Jungkook, quienes asintieron al mismo tiempo, como si entendieran perfectamente la situación, y se marcharon por el camino opuesto. Y entre tanto, volvieron a entrar en un tema de conversación totalmente ridículo, con el que matar el tiempo hasta llegar a la parada del autobús.

Por su parte, Taehyung siguió caminando, colocándose los auriculares y buscando una música atrayente que lo relajara de ese encuentro fortuito. De repente, sintió su brazo oprimido y se encontró a Jimin justo a su lado, apegándose innecesariamente a su cuerpo.

—¿Qué? —Taehyung se separó con un rápido movimiento.

—No me contestas las llamadas —dijo Jimin tranquilo, con sus ojos fijos en el camino frente a él.

—He estado ocupado.

—Podrías haberme llamado de vuelta.

—No tengo saldo.

—¿Esa va a ser tu escusa? —Jimin lo analizó tedioso, fijándose en su expresión enojada.

Taehyung rodó los ojos.

—No sé por qué debería llamarte.

—Pensé que teníamos un trato.

Giraron en una esquina y se detuvieron frente a un semáforo en rojo. Los coches pasaron delante suyo, y Taehyung parecía prestarles más atención a sus fugaces apariciones que a la mirada concienzuda de Jimin.

—Y yo pensé que estaba tratando con un hombre soltero. —Taehyung caminó de nuevo y cruzó el paso de peatones. —Pero resulta que tiene novia.