{𝟏𝟐}

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Abrochándose la camisa, Taehyung salió del cuarto de baño y se dirigió al armario para echar mano de la primera chaqueta que encontrase.

—Uh, qué elegante. No sabía que tuvieras planes —dijo Jimin desde la cama.

Hacía mucho que no le invitaban a una. O más bien, hacía mucho que no acudía a una. No era alguien hipersociable y popular, pero tenía sus amistades y conocía a gente con buen espíritu con quienes divertirse. ¿Cuándo fue la última vez que los vio?

—No has preguntado —respondió seco, colocándose una chaqueta de cuero que le robó a Jungkook en una fiesta.

Mirándose en el espejo, Taehyung se arregló el cabello. Sentía cierto fastidio con su peinado, demasiado monótono, demasiado peculiar, demasiado normal y aburrido. Quizá pasar tanto tiempo con Jimin le estaba afectando más de lo que pensaba.

Un cambio como lo era Park Jimin transformó todas las conocidas y bien adaptadas costumbres de su vida en algo rutinario y aburrido. Se había acostumbrado a sus días cotidianos, estudiando y memorizando como un universitario obseso. Pero ahora le parecía un fastidio.

Jimin era una terrible influencia para él. Estaba cambiando para mal, se estaba amargando conforme pasaban los días y no se sentía a gusto ni consigo mismo. Eso no podía seguir así.

—¿Todo bien? —interrumpió sus pensamientos con una voz suave.

—Perfectamente —mintió.

—¿Y qué vas a hacer?

—Hoseok ha dicho que tenía una sorpresa para unos amigos, y eso me incluye a mí.

—¿Sorpresa? Mmh... Creo que también me comentó algo. —Jimin lanzó lejos las mantas y salió de la cama—. ¿No te ha dado una idea de qué pueda ser?

Taehyung negó y esperó de brazos cruzados a que Jimin se vistiera. Verlo desnudo, en su cama, en su maldito departamento, no era nada bueno. Su 'relación' estaba empezando a ser algo insano para él.

Con el tiempo, se encontró a sí mismo llamando a Jimin para reclamarle compañía. Como ese día. Sencillamente, no pudo soportar la tentación de tomar el móvil y marcar el numero del chico para decirle que fuera a su departamento.

Dependencia era un buen concepto para el sentimiento abrumador que se acumulaba en su pecho, y sabía que no tardaría mucho en hacerlo explotar. Taehyung prefería pensar eso, que simplemente dependía de él por el culpa del deseo, porque no quería creer que había desarrollado una completa obsesión por Jimin.

Él no estaba obsesionado, no quería estarlo. Jimin tenía novia, era feliz con ella y estaba enamorado de ella. No podía entrometerse en una relación como la tercera rueda sobrante que era.

Pero Jimin... Jimin era una perfecta adicción, justamente el tipo de chico que no soportaba pero el que más llamaba su atención. Nunca tenía suficiente de Jimin y él seguía creyendo que aún era inexperto con los hombres.

Si Jimin tan sólo supiera lo enloquecedor que era, lo adictivo y perverso que podía llegar a ser estar con él. No había dos orgasmos iguales con Jimin, lo envolvía con su calor, abrasaba cada milímetro de piel con sólo rozarle y evaporaba toda su capacidad de razonamiento cuando comenzaba a gemir.

Apretando los dientes, Taehyung trató de controlar su respiración. Jimin aún no se había vestido y ya ansiaba acercarse a él y arrancarle la ropa de nuevo, y follarlo tan duro que no recordara a nadie que no fuera él, empujarlo contra la mesa y hacerlo rogar hasta que admitiera que era suyo...

Santa mierda, estaba perdiendo el juicio.

Sacudió la cabeza para despejarse, su corazón latiendo en su pecho a mil revoluciones por segundo mientras su polla comenzaba a despertar otra vez.

#𝟎𝟏: 𝐓𝐞𝐚𝐜𝐡 𝐦𝐞 ➳ ᴠᴍɪɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora