#𝟎𝟏: 𝐓𝐞𝐚𝐜𝐡 𝐦𝐞 ➳ ᴠᴍɪɴ

{𝟎𝟔}

Cancelar sus planes con Seokjin y Jungkook de una noche de chicos para ir a la casa de Jimin sin saber qué ocurriría, no hizo que Taehyung saltara de emoción precisamente. Aunque se lo había prometido, se maldijo por haberlo hecho. Pero eso sería más fácil que huir de Jimin sin ninguna escapatoria posible. Sabía que Jimin lo buscaría hasta debajo de las piedras y terminaría encontrándolo.

Taehyung llegó a la casa de Jimin, cruzó los muros de hormigón que rodeaban la propiedad y se acercó a la puerta. No tuvo tiempo para tocar el timbre, simplemente la puerta se abrió delante suyo a una velocidad asombrosa antes de que Jimin lo tomara del brazo para empujarlo al interior.

—¿Pretendes mutilarme? —Taehyung se restregó la muñeca, dándose la vuelta para encarar a Jimin.

Él le sonrió haciendo caso omiso a su réplica y lo llevó hacia el salón, empujándolo por la espalda con ambas manos.

—¿No tienes frío solo con eso? —Taehyung vio la piel ligeramente erizada de Jimin creando diminutos puntitos a lo largo de su brazo.

—He estado caliente mucho tiempo, un pequeño cambio de temperatura no me vendría mal. —Jimin se detuvo frente a la chimenea, colocándose a un lado de Taehyung.

—Bien, ¿y qué quieres hacer ahora? — Taehyung lo miró con la cabeza ladeada, mientras Jimin veía la leña reseca prácticamente hecha cenizas.

—Me he quedado sin leña, ¿me ayudas a cortar un poco? —Jimin señaló la chimenea con ojos tristes. — Empieza a hacer frío y ya echo de menos estar calentito.

Taehyung pasó saliva. Eso le pareció que iba con doble sentido.

Por supuesto que lo tenía, pensó Taehyung. Era Jimin, la viva imagen de la provocación y el enredo.

—¿Me has llamado sólo para cortar unos troncos? —preguntó Taehyung alzando la voz, irritado por esa petición tan absurda.

—Te recuerdo que tengo un problema en la espalda.

Taehyung rodó los ojos. Él tenía una cita con su pijama, sus dos mejores amigos y un montón de películas que deseaban ver desde hacía semanas, y todo eso lo había perdido por unos pedacitos de madera.

—Está bien. —Taehyung se quitó la chaqueta y la dejó sobre el sofá. — Te la corto y me voy. —Sonrió a Jimin de manera irónica; eso claramente también tuvo un doble sentido.

Jimin agarró la mano de Taehyung y lo guió por el pasillo hasta que llegaron a una pequeña puerta trasera. Taehyung caminó detrás de él, con los hombros caídos por el aburrimiento y arrastrando los pies con desdén.

No le sirvió de mucho mostrarse irritado; al contrario, le pareció ver una sonrisa de satisfacción y victoria en el rostro de Jimin.

Taehyung suspiró, rindiéndose. Jimin era peor que un dolor de cabeza, más persistente y más molesto. Lo peor era que no había ninguna pastilla que pudiera aliviarlo. Solo podía complacer las ridículas peticiones de Jimin para contentarlo y librarse de él lo antes posible.

Y hablando de librarse, Taehyung frunció el ceño fijándose en las manos de Jimin perfectamente encajadas en las suyas, las cuales no parecían querer dejarlo ir.

A veces Taehyung creía que Jimin podía resultar posesivo de cierta manera. De hecho, aún tenía grabada en la mente su conversación de la mañana. Prácticamente le exigió ir a su casa importándole muy poco sus planes.

Qué molesto, se dijo mentalmente.

Llegaron al patio trasero, con césped bajo y bien cortado, un hacha clavada sobre la base de un tronco partido y varios trozos de leña a su alrededor.