Capitulo 17

3.4K 201 68
                                    

Los personajes de Naruto no me pertenecen, yo solo los uso para escribir esta historia sin fines de lucro.


—Izuna-San—lo llamó la Hyuga sonriéndole.

—¡Hina-chan...! Te vez preciosa—el Uchiha la miro tratando de ocultar lo mucho que ella lo alteraba y es que se veía tan linda con ese vestido, dejando ver su vientre ya notable bajo la tela. Él nunca antes la había mirado tan hermosa. Hinata se sonrojó por el cumplido.

—U-us usted también se ve muy guapo Izuna-San—y no mentía ya que estaba vestido de negro y al igual que Obito, su camisa también era púrpura. Se tomó el tiempo de verlo detenidamente, él tenía el cabello largo atado en una coleta baja, con sus ojos negros tan penetrantes y hasta ahora, se daba cuenta el gran parecido físico que todavía compartía con Sasuke, pero Izuna era aún mas atractivo debido a la madurez en su perfecto rostro.

Izuna se colocó a su altura y la levanto en brazos. Los Uchihas poseían una contextura física muy fornida. Siendo altos y musculosos Izuna y Obito, eran casi tan altos como Madara, así que para Izuna levantar a la ojiperla en brazos y caminar con ella varias cuadras, no presentó esfuerzo alguno.


[...]


Madara se hallaba ya en el lugar de la boda y sentía mucha impaciencia sabiendo que pronto ella también estaría en el mismo lugar. Desde que la miro en el hospital, no la veía frente a frente, porque él continuó mirándola desde afuera sin que Hinata lo notará.

Cada noche su mujer se movía de un lugar a otro dentro de la habitación.A veces lloraba tocando su vientre cuando creía que nadie la miraba, en esas ocasiones, quería entrar y limpiar sus lágrimas, tocar su vientre... tantas cosas que solo podía imaginar en esas frías noches oculto de todos. Desde el día que se la quitaron, la mansión no volvió a ser la misma, ahora se sentía tan vacía y fría. Su olor ya casi no se podía percibir. A menudo, o más bien todos los días, se acostaba en la cama donde ella estuvo los últimos días y donde aún se encontraba gran parte de sus pertenencias. La única manera de poder dormir por algunas horas, era con una de sus prendas de vestir, que todavía conservará su aroma.

Todos podían acercarse a ella, hasta Akuma y el perro blanco del Inuzuka. Todos, espetó él... y era muy irónico, dado que era quien mas la necesitaba para no perder la cordura, para poder ser humano de nuevo.

El lugar se encontraba ya con algunas personas cuando él llego, seguido por otros Uchihas. Obito ya estaba allí con Kakashi y aviso que iría por Hinata a casa de la novia, donde la llevó desde el hospital, pero Izuna le pidió dejarlo a él, ir por ella.

Continuaba inseguro, puesto que la vería de frente y tenía que aprovechar para acercarse a ella pero pareciera que todo conspiraba en su contra, ya que minutos después llegó Hashirama junto a Mito y sus dos hijos, seguidos por Tobirama y tras ellos, llegó el líder Hyuga, con Hanabi, Neji y Ko.

¡Maldicion! A ese paso, no iba poder acercarse a su esposa durante toda la boda.

Su ansiedad aumento, cuando arribó la novia junto a su padre y dos de las amigas. Pero su niña no se hallaba con ellos. Por un momento se tensó al recordar lo que su hermano le confesó, pero suspiro con alivio cuando los miro llegar.

...

Izuna la llevaba en brazos y ella le rodeaba el cuello con sus pequeños brazos. Su rostro se apreciaba sonrojado, por atraer la atención de las personas. No pudo apartar las orbes de ella, hasta que sus miradas se encontraron. Su corazón latía más rápido por ese contacto, no obstante, ella lo rompió... Él continuó sin poder dirigir su visión a otro lugar que no fuera ella. Se veía tan hermosa y al ponerla de pie, pudo percibir el cambio en su cuerpo debido a sus hijos. La felicidad y la ternura lo abrumaron. Esa mujer era suya y no se pensaba rendir hasta conseguir su perdón.


Pieza de venganza MADAHINADonde viven las historias. Descúbrelo ahora