Capitulo 5

0 0 0
                                    

-No me di cuenta que había golpeado la taza de café contra la mesa, estaba tan molesta, todos en el cafetín me estaban mirando incluso lían con un poco de asombro, yo me levanto de la silla para enfrentarlo

-Escuchame idiota, lían es una persona bella tanto  interior como exterior, y si tu o cualquier otra persona solo se fijan en el dinero es su problema no el de él, así que si no te importa estamos tomando un café  tranquilamente antes de que tu y tus amigos llegaran.

-Miren miren para esto ¿le pagaste a esta zorrita? para te ¿defienda? acaso eres poco hombre para defenderte solo- el idiota golpea a lían en la cabeza y ya no lo soporta mas, mi mano se mueve sola y se estrella contra su mejilla dejándola roja, el se la toca la mejilla mientras la tensa esta realmente enojado.

-El poco hombre aquí eres tu, y te lo voy a decir solo una vez no te vuelvas acercar mas a lían ni a mi, porque la próxima vez no sera una cacheta, nos vamos lían- lo tomo del brazo y lo jalo.

-Pero kate la cuenta.

-Él la va a pagar es lo menos, que puede hacer- salgo de la cafetería enojada como alguien puede ser tan cretino y arrogante,  no me doy cuenta que todavía tenia a lían agarrado de la muñeca.

-Lo siento no debí actuar así.

-Bueno-se acaricia la muñeca -creo que eso no salio tan mal- abre las puertas del auto y entramos; ya en camino para la universidad pienso en lo que ese chico provoca en mi, mucho odio, me callo tan mal, que no me doy cuenta que lían me esta hablan.

-Oye kate ¿me escuchas?

-O si, lo lamento.

-Si estas pensando en lo que paso  en el cafetín olvidalo  quieres, no fue nada.

- Es que..

-Mira kate- me interrumpe-no le des importancia, ese idiota se lo merecía. ¿Viste su cara?, quería matarte- no pude evitar reirme

-Si estaba enojado-digo ya alegremente

-Recuerda me nunca hacerte enojar-  después de un rato ya o me importaba lo que paso en el cafetín, la compañía de lían me hizo olvidar, ya a llegar al campus estaciónamos el coche, lían se baja primero y me abre la puerta.

-Que caballero- bajo aceptando su mano.

-Lo que sea por la persona que me me ha defendido- y hace una reverencia.

-Oye lían. ¿recuerdas la tiendas de antigüedades que vimos en frente del restaurante chino?

-¿Esa que parecía una casa embrujada?

-Si  esa misma, ¿podemos ir mañana? me gustaría hechar un vistaso.

-Mmmm bueno solo si me ganas corriendo- empieza a correr hasta la habitación, y como era de esperarse no es tan atlético como pensé y termine ganándole yo.

-Creo que si iremos a la tienda de antigüedades.

-Con la condición que me invites a almorzar.

-Trato hecho- le extiendo mi mano y cerramos el trato.-después de eso, lo único que recuerdo fue a lían parado en la ventana a media noche y yo recobrando el sueño para volver a dormir...

-ME AHOGO- despierto toda agitada y cuando enfoco bien esta lían riéndose a carcajada con un vaso de agua en la mano.

-Eres un idiota- le grito  y me tapó con la sabana.

-Levantaté ya son la 10 de la mañana, y tengo hambre.

-Pues anda hacer comida, a mi dejame en paz.

-Creo que alguien se levanto de mal humor, estaré en el auto  si en 15 minutos no estas ahí me iré sin ti.

-Has lo que quieras.

-Bueno iré a la tienda de antigüedades solo entonces-en cuanto cierra la puerta yo me destapó y doy un salto de la cama directo al baño tomo una ducha rápido, me pongo unos Jaén y una camisa campesina de color carne, no me da tiempo de ponerme los zapatos  así que los agarro y salgo corriendo de la habitación, bajo las escalera lo mas rápido que puedo se que seria mas rápido en el ascensor pero no estoy lista aun, cuando llego al estacionamiento veo que  esta llegando a la salida

-LÍAN- le grito el frena al escucharme,me monto y ya estando con el le doy un golpe en el brazo.

-¡AY! eso dolido.

-¿Ibas a dejarme?

-No claro que no, ten estas mojando el asiento- toma una toalla de la parte de atrás y me la tira en la cara, lo fulminó con la mirada lían solo me ignora.

-No me seque bien el pelo por tu culpa- tomo la toalla y me seco el cabello mientras el conduce.

Esto no es amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora