Capítulo XII

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Abran el link de arriba para que disfruten de esta maravillosa canción en voz del bello Chayanne y déjense envolver por la letra de esa maravillosa melodía mientras leen 😍😍😍😍

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Ya habían pasado dos días desde que los Robinson tras enterarse que su hija Scarlet había sido atacada de manera salvaje el día que ingresó al reclusorio femenino y ellos habían ido al área de enfermería de aquel lugar temiendo lo peor y lo que descubrieron fue que su caprichosa hija no solo los utilizó para saciar uno de sus caprichos sino les mintió con relación a su embarazo, los dejó sin palabras.

Flash back.....

—¿Como se encuentra nuestra hija? —la angustia en la voz de la señora Robinson era evidente.

—Los golpes que recibió fueron muy fuertes, estuvo inconsciente por varias horas, pero ha despertado, le tuvimos que dar un poco de láudano para aminorar su dolor a causa de las heridas —informó la enfermera a cargo.

—¿Y el bebé? —¿Como está el bebé? —se apresuró a preguntar la señora Robinson.

—¿¡bebé!? —expresó con sorpresa la enfermera.

—Si, el bebé —respondió la señora Robinson —nuestra hija está en estado de gestación.

La enfermera negó con la cabeza.

—Lamento informarles que...

—¡Oh no! —la señora Robinson irrumpió en llanto y se abrigó en el hombro de su esposo —lo ha perdido, lo ha perdido ha causa de los golpes Tim —decía entre sollozos interrumpiendo a la enfermera a cargo.

—Señora Robinson —la enfermera la interrumpió —la joven Robinson no ha perdido nada.

—¿Pero como? —Siseó la mujer confundida —acaba de decir que lamentaba informarnos que...

—Su hija no está embarazada, bueno en realidad nunca lo estuvo —completó la enfermera.

—Pero ella nos dijo que lo estaba.

—Desconozco las razones por las cuales su hija inventó esa mentira —los miró con evidente pena.

Timothy Robinson si lo sabía. Durante años había sido tan complaciente con su hija. Había pagado grandes cantidades de dinero para limpiar su nombre y que sus errores pasados desaparecieran, sin darse cuenta que con aquello había creado un monstruo.

—¿Podemos verla? —Preguntó el señor Alcalde tras salir de sus cavilaciones.

—Por aquí por favor —la enfermera los guió hasta la cama donde se encontraba Scarlet Robinson completamente molida a golpes.

Al ver a su hija en aquel estado, la señora Robinson se abalanzó sobre su hija y lloró amargamente.

—Oh Scarlet, mi pequeña hija ¿que te han hecho?

—Madre —dijo Scarlet en un hilo de voz —sácame de aquí, haré lo que me pidan que haga, pero por favor sáquenme de aquí —imploró

—Tim —la señora Robinson se dirigió a su esposo —tu eres el alcalde de esta ciudad, usa tu poder y tus influencias —rogó —no podemos dejar a nuestra hija en este lugar, o terminarán matándola.

Timothy Robinson apretó los puños, tomó una bocanada de aire para infundirse valor, pues lo necesitaría para lo que iba a decir. En el pasado su hija les había hecho la misma promesa, pero jamás la cumplió, cuando se veía librada de sus errores, volvía a lo mismo y con el pasar de los años los problemas en los que se metía eran peores y esta no sería la excepción, Scarlet ya se lo había demostrado. Tim sabía que su caprichosa hija se quedaría quieta por un corto tiempo pero luego arremetería contra aquel joven y su prometida, algo que él iba a evitar a un por encima de la libertad de su hija y aunque aquella decisión lastimara el corazón de su amada esposa, por primera vez, haría lo correcto, su hija lo necesitaba, y él la ayudaría, pero no de la manera que ella pretendía lo hiciera, sino de la manera correcta.

Todo Por TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora