Capítulo I

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Tras enterarse por su amigo y ex compañero de tablas, lo que estaba sucediendo, salió del Teatro y se dirigió al hospital San José. Si en el pasado le había fallado a su hijo, esta vez no lo haría, estaría para apoyarlo en esos momentos, sin importarle el vendaval de noticias amarillistas en el que su nombre se vería envuelto a partir de ese momento. Ella Eleonor Baker defendería con uñas y dientes a su hijo, y si tenía que acudir a la persona que se juró no buscar nunca más, lo haría por su hijo.

Tras bajar del coche de alquiler que abordó, la guapa actriz, portando aún la peluca negra con la que llegó al Teatro para presenciar en primera fila como su hijo se desenvolvía como primer actor en su primer protagónico y ella estaba segura se le sumarían muchos otros éxitos, ingresó al hospital San José, tras recibir la información que necesitaba, subió las escaleras, alzó la mano para llamar a la puerta, pero se detuvo al escuchar el nombre de su hijo, e hizo algo no propio en ella, pegó la oreja a la puerta, necesitaba escuchar con mayor claridad lo que decían.

—¿Susana como has podido decirle a Terrence que se marchara tras ella? ¿Te das cuenta que arriesgaste mucho con eso?.

—Lo sé madre, lo sé, pero debía hacerlo para que él siguiera teniendo el mismo concepto de mi, ya sabes —hizo una mueca —Susie la buena, Susie la sacrificada, Susie la que esta dispuesta a darlo todo sin esperar nada a cambio.

—¿Pero y que hubieras hecho si él se hubiese marchado?

—Conozco a Terry madre y sé el gran sentido del deber que tiene y lleva muy arraigado dentro de si, recuerda que proviene de una familia noble.

—¿Y estas segura que lo que te dijo ese periodista con respecto a ese asunto es cierto?

—Completamente —respondió la joven.

Carlota Marlowe se acercó a su hija

—Dime la verdad Susana, esta noche en la azotea pensabas suicidarte.

—Si, esa era mi intensión —respondió la joven Marlowe.

—¿Por que? —preguntó la mayor de las Marlowe perpleja —Si ya habíamos trazado un plan para que te quedaras con Terrence.

—Pero en nuestros planes iniciales no estaba que yo quedara lisiada madre —dijo la joven con amargura —jamás pensé que aquella hazaña me costaría una pierna, de haberlo sabido le hubiese gritado a Terry que estaba en peligro para que él mismo se pusiera a salvo por su propia cuenta. No es fácil para mi aceptar mi nueva realidad.

—Lo entiendo, pero ese hecho logró que el muchacho se sintiera culpable y me dio la oportunidad de presionar un poco para que asumiera su responsabilidad y acepte quedarse contigo y estuviste a punto de echarlo todo a la borda al decirle que se fuera tras ella. ¿Te das cuenta de todo lo que hubiéramos perdido si él te hubiese tomado la palabra?. Nuestros sueños de salir de la miseria en la que tu padre nos dejó al morir, la posibilidad de emparentar con la nobleza Inglesa y vivir la vida que nos merecemos, el que tu, mi bella Susie seas la futura Duquesa de Grantchester y sea tratada como la princesa que eres.

Al otro lado de la puerta, Eleonor apretaba los puños, ¿como era posible que una madre estuviera diciendo aquellas cosas? ¿No se supone que una madre sufre ante los padecimientos de sus hijos? Y Susana ¿no se suponía que había hecho todo aquello por "amor"? . La sangre de la veterana actriz comenzó a calentarse en su interior ¿Como es que aquel par de despreciable mujeres le estuvieran sacando provecho a lo sucedido y habían estado torturando Psicológicamente a su hijo con sentimientos de culpa?

Harta de escuchar todo lo que decían Eleonor Baker tomó del picaporte y abrió la puerta de un tirón.

—Buenas noches —saludó con recelo y la mirada mas fría que jamás hubiese mostrado.

Todo Por TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora