* ENTRE NOSOTROS * ( YoonMin) . ♦FINALIZADA♦.

# 63

Casi tres años habían pasado desde aquella mañana en la que la pequeña Kanna de 16 años y sus abuelos fueron a recoger agua a la orilla del río que atravesaba el inmenso bosque.

Gran susto se había llevado la adolescente al encontrar a un  chico inconsciente, sucio y con mucha sangre a su alrededor.

Tres años atrás....

- porque no podemos mudarnos a la ciudad..? - Pregunto por decimoquinta vez la chica, mientras  atravesaba los matorrales para llegar al río.

- Lo siento pequeña, pero somos muy viejos para conseguir un trabajo y ofrecerte una buena vida de ciudad. - Se disculpo su abuelo, mientras avanzaba despacio detrás de ella, jalando a su paso al pequeño burro.

- pero abuelo!!!,  no tengo ningún amigo, nunca he ido a la escuela y cada vez bajamos menos al pueblo... - Se quejo una vez más.

- hija.... Lamento que seamos una carga para ti,  pero entiende.... No tenemos dinero, no hay lugar al cual lleguemos si decidimos ir a la ciudad... Lo único que podemos hacer es enseñarte a leer y escribir para que cuando ya no estemos tú te puedas marchar de aquí...- se explicó su abuela. Mientras caminaba aun mas despacio apoyada en su bastón.

La chica resoplo y se inclino para llenar los garrafones de agua. Amaba su vida en medio del inmenso bosque, pero aveces cuando acompañaba a su abuelo al pueblo le era inevitable añorar la vida que se vivía ahí.

- ¡ ABUELO!!!  - Grito asustada al levantar la vista y ver el cuerpo de aquel chico boca arriba y lleno de sangre y barro. - ¡ Hay un hombre muerto!!! - Ella corrió hasta el otro extremo del pequeño río, botando el pocillo que utilizaba para llenar el garrafon.

Su abuelo, como pudo la alcanzo unos segundos después - no está muerto... Pero esta inconsciente... Aún respira... Muy lento pero respira. Ve por tu abuela y acerca al burro lo más que puedas para que podamos llevarlo a casa. -

La chica, por primera vez viajo sola al pueblo para conseguir ayuda, pero pese a que insistió en que la acompañarán, todo el mundo dudo, pensando que los querían robar. Así que con el poco dinero que llevaba compro vendas, alcohol y suero. 

Los dos ancianos y la chica cuidaron del joven durante un largo tiempo. Su cabello creció y dejó de ser de color rojizo, para convertirse en un negro brillante.

Al principio la pequeña lo peinaba y le hacía diversos peinados, como dos coletas, dos trenzas, dos chongos o como fuera que se dejase su largo cabello.

Su abuelo se encargaba de afeitarle la barba y bañar su maltratado cuerpo con agua y jabón.

Mientras que la abuela le hacía las curaciones en los diversos cortes y rasguños que adornaban su cuerpo. También se encargaba de hacerle beber un poco de suero todos los días y casi a todas horas.

Los días, las semanas y los meses pasaron, el chico no despertaba  y nadie llego a buscarlo. En el pueblo por más que buscaron ayuda, todos se negaron a ir con ellos.

Un año después el chico despertó.

- ABUELA!!!  Esta despertando!!!  Esta despertando!! - Grito emocionada. - Al ver sus ojos color avellana.