Capítulo tres.
HEAR.
Si para Jisung los árboles hablaban, para Minho esta idea era ridícula.
Mientras el mayor salía de la gran casa a hurtadillas, el contrario bajaba por las ramas del débil y viejo sauce llorón. El borde del lago caía en sus raíces, por lo que siempre tenía que aferrarse a las ramas para llegar a la tierra y no mojar sus pies.
Minho encontró el jardín trasero, o lo que se suponía que debía ser la parte trasera de la casa, porque frente a él solo habían miles de árboles y un suelo lleno de ramas y hojas. Distinguió un sendero algo deforme, más bien creado naturalmente por los pasos de una persona que gustaba pasar por ahí. Se encogió de hombros y se aventuró por el extraño camino, arrastrando sus pies por el suelo para dejar un rastro entre las hojas y no perderse.
A la vez Jisung lanza su libro a la tierra para evitar que caiga al agua, y así poder aferrarse mejor a las ramas. A él personlmente le encantaba escalar árboles, pero bajar de ellos, eso no, era demasiado torpe.
La tarde había caído hace algunos minutos, aunque el sol aún proyectaba su brillante luz, algunos tonos anaranjados se distinguían en el despejado cielo, o lo que la vegetación dejaba ver.
Jisung tenía consciencia de que debería haber estado en casa, ya que su madre le había avisado que llegarían visitas para quedarse con ellos en verano. No le desagradaba tanto la idea de convivir con otras personas, al menos, mientras que estas no se metieran en su espacio personal. Sin embargo, la trama de libro logró engancharlo demasiado que perdió el orden del tiempo. Según sus cálculos mentales, quizás unas tres horas pasaron desde que salió de casa.
Un sonido de ramas rotas lo asusta, justo cuando aferra sus brazos a un tronco para saltar al otro lado de la tierra. Su corazón empieza a latir con fuerza antes la feroz idea de encontrarse con un animal salvaje, ¿qué haría si sucedía eso? ¿Cómo podría pedir ayuda?
Hubo una brusca sacudida en uno de los arbustos. Las manos de Jisung empezaron a sudar a causa de los nervios, lo cual lo llevó a enterrar con fuerza sus uñas en la corteza para no caerse. Demonios, ¿por qué era tan cobarde para esas situaciones?
Entonces el arbusto se aplastó completamente y algo cayó con un horrible sonido sobre él. Jisung no lo observó, su cuerpo solo reaccionó con exagerado pavor, intentando escapar de lo que fuera aquello. Sus pies se desviaron y cayeron por el borde de las raíces, lo siguiente que sus ojos fueron sus uñas arrancando un poco de corteza y las frías hojas del sauce contra su rostro, pero no estaban más frías que el agua del lago, y lo descubrió segundos después.
Minho alzó su cabeza ante el sonido de algo cayendo al agua. Tosió cuando sintió la textura de algunas hojas en su boca del maldito arbusto con el cual su ropa se enredó y terminó arrastrándolo hasta caer sobre él. El golpe no fue nada suave, todo su costado izquierdo fue aplastado por su propio peso, por lo que cuando intentó levantarse lo hizo entre tropezones y quejidos.
-¡Hey! ¿Estás bien?- Su vista enfocó un cuerpo delgado sentado en la entrada del lago, con el agua rozándole los tobillos. El chico tenía los ojos cerrados por el dolor mientras se sobaba los brazos, al parecer él no era el único que recibió un buen golpe.
Jisung abrió los ojos cuando escuchó una voz para nada familiar, aunque no es que él conociera muchas voces. Vio algo borroso por las lágrimas que casi habían caído de sus ojos por el horrible dolor en su codo. Cuando no podías quejarte necesitabas encontrar otras formas de descargar tu dolor, y llorar era una buena opción.
No respondió ante la pregunta, intentó intentó visualizar bien el cuerpo de quien estaba frente a él. Era delgado y se veía bastante alto desde aquel ángulo, tenía una piel brillante y blanca, además del pelo color castaño. Jisung pensó que era muy lindo sin siquiera conocerlo.
-Oye, ¿estás bien?- Volvió a preguntar la silueta desconocida. Asustado por no saber qué hacer asintió enérgicamente, poniendo su fuerza en el brazo izquierdo para poder levantarse. Cabía decir, que desde hace tiento no se pegaba tan buen golpe. Su ropa había quedado completamente empapada, pero era un mejor resultado que una caída junto con su libro, que estaba totalmente intacto.
-¿No te duele? Creo que te pegaste peor que yo.
Minho trataba de acercarse lo más a la orilla para revisar al chico. Él debía ser el hijo de Youngmi, lo sospechaba, por la contextura tan delicada de su cuerpo y llamativo pelo rubio que llevaba. Sin embargo, había algo extraño. Parecía querer escapar de su presencia porque ni siquiera le prestaba atención mientras hablaba.
-¿Me estás escuchando?
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Silence | Minsung
FanfictionDonde Jisung es mudo y Minho habla demasiado.🌺 ADAPTACIÓN Créditos a su autora original: @xharlotttttttte