Capítulo diecisiete.
REMEMBER.
Cuando febrero llegó envió más que solo un clima más frío, ya que florecería el otoño dentro de unas semanas. Minho sintió un mal sabor en la boca al observar el calendario colgado en su habitación, la cual estaba frente a la de Jisung. Los días parecían mantequilla resbalándose tan rápido de sus dedos, y eso lo hacía sentir ansioso e inquieto. Sin embargo, era la primera vez que era consciente de que todo eso estaba por acabarse. Nunca el paso del tiempo lo había golpeado tan fuerte. Nunca había entendido con claridad que las cosas se acababan. Siempre había sido muy de vivir ahogado en el presente, olvidándose de que las acciones y que la vida en sí traía consigo un futuro.
Mientras Jisung lo llevaba de la mano entre los árboles, perdiéndose en un zigzag de hojas verdes, pensó que no quería; de verdad no quería irse. El amor que estaba sintiendo era demasiado fuerte como para poder olvidarlo, y su corazón dolía a horrores. Pensando en una realidad distinta. Porque no estaba seguro de cómo, pero en esos meses había vivido más que en toda su vida. Jamás se había sentido tan vivo, tan feliz y cómodo. ¿Y cómo podría tan solo dejar ir eso?
El cabello rubio del menor se movía con fuerza. Se sintió sumamente afligido mientras corrían sobre las hojas con el viento chocando con su rostro. No supo cuándo fue que las lágrimas bajaron. Las emociones encontradas lo superaban, todo aquello era completamente nuevo para él. Nunca había experimentado el dolor sentimental, ya que nunca perdió nada ni a nadie. Porque nunca quiso algo con tanta fuerza aunque sabía que no podía tenerlo.
Jisung se giró bruscamente cuando notó su llanto, deteniendo su marcha cerca del sauce al que tanto frecuentaban. Su rostro de sorpresa lo dijo todo, y verlo desde tan cerca rompió todo lo que quedaba del castaño. Así que no, no sintió vergüenza cuando se echó a llorar como un niño entre los brazos de Jisung. Queriendo cortar el futuro para que nunca llegara. Queriendo impregnarse esa esencia a canela para nunca olvidarla.
En ese momento ninguno de los dos sabía lo mucho que se querían, ni el latido que compartían sus corazones. De lo único que tenían seguridad era de que dolía demasiado saber que no podrían tenerse el uno para el otro. La despedida inminente que los esperaba al volver a casa parecía una tortura, una razón para quedarse juntos allí para siempre.
-¿Cómo se supone que puedo irme?- murmuró el mayor, soltándolo con la voz rota. Jisung se odió, recordándose a sí mismo que no debía llorar. Sin embargo, con Minho siendo tan sincero como siempre, ¿cómo podría evitarlo? El castaño siempre sería su debilidad más grande. No era capaz de negarse a nada que viniera o le provocara. Lo quería en exceso. Lo quería más de lo que debía.
No dijo nada, no supo qué decir. Por primera vez en su vida el silencio le pareció lo más hermosamente triste. Dejó que las lágrimas cayeran, mientras observaba perdido el reflejo del agua en la que tantos momentos había tenido. Aquel dolor que hace tanto no lo visitaba volvió a resurgir en su pecho, como si de fuego se tratara. Expandiéndose por su cuerpo, haciéndolo sentir débil. Minho. Lee Minho. El castaño siempre sería todo en su vida, en su corazón.
-Te quiero- dijo el contrario luego de un tiempo, mirándolo directamente. -Te quiero, te quiero y te quiero. Jisung te quiero tanto así que no te atrevas a olvidarme ni olvidarlo ¿sí? Porque te aseguro que si haces eso, yo... Entonces y-yo, no sé cómo voy a estar tranquilo.
El menor sintió como su corazón se rompía al ver la tristeza en aquellos brillantes ojos que siempre lo habían consolado. Minho se aferraba fuertemente, tratando de controlar su llanto mientras hablaba. ¿Cómo él lo olvidaría? Jisung estaba seguro de que quien no podría dormir tranquilo sería él, pensando en lo muy agradecido que estaba, en lo mucho que lo amaba sin saberlo. Todo ese lugar estaba plagado de ellos dos, así que cómo tan siquiera podría estar un minuto sin pensarlo.
-No te pierdas nunca ¿sí? Cada vez que te sientas mal tan solo recuerda que eres mucho más que todos tus demonios juntos, que eres hermoso- susurró el castaño, tomando sus mejillas en un intento de disfrutar una última vez de todo eso. Jisung sonrió con la vista borrosa, tratando de ordenar sus pensamientos.
"No será necesario. Porque cada vez que me sienta perdido tan solo tendré que recordarte a ti, y ya tendré una luz que seguir" señaló, con las manos algo temblorosas. Dejando a sus emociones fluir y trascender. Si se tenían que despedir, al menos se aseguraría de dejar una parte de él con Minho; así el mayor nunca podría olvidarlo. Así siempre sabría que lo mejor de él se lo había llevado la mejor persona que había podido conocer, la que había entendido su silencio y querido aún así.
Entre árboles e inocencia, así es como había crecido su amor, plantándose en la vida de ambos como un evento primordial. Robándose sus corazones totalmente puros, entregándose a amar sin importar el qué o el cómo. Porque cuando se quiere de verdad nada importa, nada influye. El amor era una cosa sin filtro, que no debía ser catalogada ni clasificada para solo algunas personas, ni mucho menos caer dentro de prejuicios y normas.

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Silence | Minsung
FanficDonde Jisung es mudo y Minho habla demasiado.🌺 ADAPTACIÓN Créditos a su autora original: @xharlotttttttte