Capítulo catorce.
REBORN.
Enero golpeó el entorno con una suave y fresca brisa digna del verano, haciéndole burlas a las extrañas y nada ocurrentes lluvias que azotaron la última semana de diciembre, hundiendo a Navidad y la fiesta de año nuevo en un aura similar al invierno.
El último día del año lo habían celebrado con una gran cena y copas de champaña autorizadas por la madre de Jisung. No tomaron mucho alcohol, a ambos jóvenes les terminó dando asco el amargo sabor que quedaba en sus gargantas. Youngmi, una mujer que aún desprendía su lado jovial, se había reído de ellos diciéndoles que a su edad ella bebía hasta ron. Durante el resto de la noche bebieron frescas bebidas acompañadas de las diferentes variaciones de delicias que había sobre la mesa, observando a través de la televisión el festejo de las otras ciudades entorno a los fuegos artificiales, con Minho sintiéndose algo deprimido al saber que sus padres se encontraban en uno de esos lugares muy lejos de allí.
Días después, cuando el calor se encargaba de secar la humedad de la tierra y espantar a los insectos de sus escondites, ambos adolescentes se hallaban en el mismo lugar donde se habían confesado el secreto más íntimo de sus corazones. Con una manta cubriendo la orilla del lago, cuidando sus pertenencias mientras ellos salpicaban agua por todos lados.
-Los peces me hacen cosquillas- añadió Minho, sintiendo los pequeños roces de las criaturas marinas rodear sus piernas. Jisung solo lo observó divertido, sin entender por qué eso era tan significativo para el mayor.
La única e impresionante verdad era que Minho no acostumbraba a bañarse en lagos, mucho menos a sentir peces corretear entre sus piernas. El mayor nunca había disfrutado demasiado del agua porque en su realidad sus padres siempre se empeñaban en querer llevarlo a la playa, cosa que él detestaba. Jamás disfrutó de algo tan cotidiano o casual como un río, así que era una experiencia emocionante. No tenía que preocuparse por picazones en su piel luego de quedar tapado en arena o el asqueroso sabor del agua salada al tragársela por accidente. Sabía que sus preocupaciones ahora solo podían entornarse en relación a lo extremadamente ansioso y nervioso que se sentía junto al menor, deseando robarle un beso a esos dulces y abultados labios que le revolvían el estómago o abrazarlo durante horas solo para disfrutar su olor. ¿Cómo era posible que Jisung siempre tuviera aquel enigmático y adictivo aroma a limón y no fuera consciente de ello? Le parecía impresionante. La respuesta del contrario cuando le preguntó había sido confusión mientras se excusaba diciendo que tanto su shampoo y jabón eran de manzanilla. Minho no lo entendía, pero le gustaba así. Le recordaba a las crujientes galletas que Jisung solía comer a menudo esos días.
-Espérame- susurró el castaño, vislumbrando en su memoria algo importante para él. Jisung se quedó flotando en medio del agua, observando las delgadas y esbeltas piernas de Minho moviéndose con algo de torpeza y dificultad en el agua, intentando escapar de la fuerza que ejercía aquel fluido sobre su cuerpo. Había algo extraño tiñendo el aire. Jisung no podía evitar pensar que si estiraba un poco sus dedos podría tocar esa emoción de paz y armonía que los últimos días lo envolvía, como si estuviera continuamente drogado o en otro lugar.
Vio la silueta de Minho a la orilla jugar con algo entre sus manos. No demoró en entender que se trataba de la cámara que hace un tiempo habían comprado a la abuelita del pueblo, la cual felizmente les seguía vendiendo mermelada de fresa con galletas de limón cada vez que iban. Jisung estaba completamente enamorado de esas galletas, a tal punto que se las pedía a su madre cada vez que salían. Incluso traía un poco en el bolso que descansaba junto a sus cosas, solo para asegurarse de poder comerlas después.
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Silence | Minsung
FanficDonde Jisung es mudo y Minho habla demasiado.🌺 ADAPTACIÓN Créditos a su autora original: @xharlotttttttte