FOUR

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Capítulo cuatro.

SOUND.


Minho ayudó a Jisung a salir del agua. Teniendo consciencia de la ropa mojada del chico, tomó su chaqueta para cubrirlo de la suave brisa que soplaba, quien no le dijo una sola palabra en el camino de vuelta a casa. Solo se encargaba de responderle con movimientos cortos de cabeza. ¿Por qué no decía nada?

Llegaron a la casa por el mismo sendero marcado que dejó Minho. Jisung temblaba ligeramente, no sabía si por frío o los nervios incontrolables que le causaba el desconocido a su lado. No estaba acostumbrado a personas tan escandalosas, o mejor dicho ruidosas, lo hacían sentir tremendamente incómodo.

Minho era su nombre. El chico se lo había dicho durante todo el recorrido por el cual no dejó de hablar y preguntarle cosas, las cuales, no podía responder. Su libro iba aferrado a sus manos, sin importarle mucho el dolor que provocaba en su codo lastimado aquella acción. Sin duda alguna, no esperaba volver así a su hogar, su madre quedaría horrorizada.

-¿Por qué no dices nada? ¿Estás asustado o algo? No debes tenerme miedo, no te haré nada. Mi madre es amiga de la tuya, creo que ella te habló sobre nuestra estadía aquí ¿no?

El rubio sin nombre volvió a asentir, sin mirarlo a los ojos. Minho suspiró rendido, ambos estaban frente a la puerta trasera  de la casa, en un porche más pequeño que el de la entrada. Tenía una curiosidad extrema por la rareza del más bajo, nunca había conocido a alguien tan extraño, ¿cómo podría socializar con alguien así? El contrario parecía horrorizado por su sola presencia.

Unas voces se escucharon después. Oh no, la madre de Jisung los había visto por las ventanas de la cocina. Estaban en problemas.

-¿Qué les pasó?- La puerta trasera se abrió con brusquedad, mostrando a la mujer con un rostro perturbado por la preocupación. Su hijo era más frágil que un joven normal. Se le hacía imposible no exagerar esas situaciones, por más que intentara decirle a sí misma que estaba mal.

-Nos caímos. Yo sobre un arbusto y él en el lago, al parecer se resbaló mientras estaba bajando del árbol. No me ha querido decir nada- Las palabras de Lee Minho, el único hijo de los Lee, que sin duda eran una familia que le agradaba, hicieron sentir a Jisung cohibido y a su madre algo de pena. Jisung nunca decía nada.

-Él no puede hablar, Minho.

Las palabras de la mujer se le hicieron extrañas, tanto así, que demoró unos  segundos en poder comprenderlas. ¿El chico no podía hablar? ¿Por qué el no podía? Miles de preguntas surgieron en su mente, pero algunas cosas empezaron a tomar sentido poco a poco.

-¿Él no puede...?- El más alto apuntó con su dedo al rubio, mientras dejaba la pregunta sin terminar. Youngmi negó con su cabeza, a consciencia de lo que intentaba preguntar el chico. Su hijo había dejado de hablar hace mucho tiempo, incluso con ella, era doloroso observarlo y no poder ver nada.

-No, Jisung es mudo.

Pero no sordo, y escuchar aquello fue un golpe de realidad para el más bajo. No poder hablar le había cambiado la vida, lo llevó a esa horrible situación de oscuridad donde las palabras se quedaban atascadas en su garganta y nunca salían. Él siempre hacía ruido, pero ahí se veía una vez más, que nadie podía escucharlo.

Minho vio como el hijo de Youngmi, que ahora tenía conocimiento de que se llamaba Jisung, empezaba a caminar hasta la puerta y la empujaba para entrar, ignorándolos completamente. La mujer suspiró, y Minho se sintió profundamente mal por no haberse dado cuenta. Al parecer, había incomodado y ofendido al chico con sus preguntas. Ni siquiera hicieron contacto visual en todo el trayecto, el rubio evitaba a toda costa mirarlo.

-Siempre es así- La voz de Youngmi interrumpe el silencio que se formó entre ambos, ella aún observaba fijamente la puerta por la que había desaparecido su hijo.- Desde que perdió la voz cuando tenía once años, no volví a saber quién era mi hijo.

-¿Qué le sucedió?- No es que Minho quisiera ser entrometido, pero realmente sentía la curiosidad por saber, después de todo tendría que convivir con Jisung durante casi dos meses.

-Sufrió una infección en las cuerdas vocales, jamás pudo mejorar y recuperar la voz. Antes no era tan difícil, Jisung se comunica con lenguaje de señas, pero ya casi no lo hace, a menos que necesite algo. Siempre se guarda sus sentimientos para sí mismo.

Youngmi prefirió dejar la conversación ahí y no seguir, por lo que invitó a Minho a que fuera a cambiarse su ropa sucia y se limpiara el ligero raspón que se había hecho en el brazo izquierdo. Lo que ninguno sabía, es que un chico de complexión delgada se encontraba en ese momento en el baño, limpiando las heridas que sangraban en su brazo mientras algunas lágrimas caían. Jisung era tan callado. Era el silencio mismo.


Silence | MinsungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora