TEN

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Capítulo diez.

COMFORT.


Minho se asustó cuando vio las lágrimas bajar una tras otra sobre las mejillas de Jisung. Este parecía completamente perdido en algún punto de la mesa, sin siquiera notar que había vuelto a entrar a la casa.

-Hey- murmuró apoyando su mano en el hombro del menor.

Jisung reaccionó abruptamente, girando y tomando con fuerza su muñeca. Minho se asustó, sin saber cómo reaccionar ante esa actitud. Observó al menor unos segundos sin saber que decir, sintiendo sus dedos apretar su piel. Entonces vio las lágrimas bajar por sus mejillas, seguir su recorrido por su mandíbula hasta perderse en su cuello. La cabeza de Jisung estaba gacha, no lo estaba mirando, sus ojos estaban fijos en el suelo.

Se perdió en el brillo de aquel llanto, en aquel dolor silencioso. Sus piernas cedieron, terminando arrodillado. Su mano libre tocó el rostro Jisung, formando pequeñas figuras imaginarias en sus mejillas, trazando líneas hasta sus lágrimas y secándolas antes de que bajaran por su piel.

El agarre en su muñeca se suavizó, sin embargo el menor no soltó su mano. Jisung no podía dejar de temblar ni llorar, ver al mayor ahí, frente a él, lo hacía sentir débil. Nadie se había exaltado, ningún adulto los había visto, los susurros de Jisung parecían invisibles para todos, menos para Minho. Minho lo escuchaba, el mayor lo estaba consolando.

-Breathe deep, breath clear, know that I'm here... waiting- empezó a cantar en voz baja el mayor, intentando calmar a Jisung.- stay strong, stay gold, you don't have to fear... waiting.

Una sonrisa alzó las mejillas del menor. Minho era un desastre cantando, su voz era muy grave para ese tipo de melodía.

- How could a heart like yours... ever love a heart like mine? How could I live before? How could I have been so blind?- susurró la última parte, dejando al eco de su voz perderse.

Jisung levantó su cabeza, observándolo directamente a los ojos. Minho soltó una risa al darse cuenta que no podía evitar fijarse en las pequeñas gotas saladas que colgaban desde la punta de sus pestañas, mojando sus mejillas al cerrar sus ojos. Jisung era hermoso. Jisung tan solo era alguien que necesitaba que lo escucharan, alguien que necesitaba que le devolvieran aquella esperanza perdida.

Los minutos pasaron en un completo silencio, solo con ellos dos observándose a una cercanía algo peligrosa. El viento chocaba contra el vidrio, siendo ahora más fuerte que ya había caído la noche. Jisung logró calmar el temblor de su cuerpo y nivelar su respiración. Dio un largo suspiro y rompió el contacto visual, fijando sus ojos en la comida sobre la mesa.

"Gracias" moduló con sus labios, sin emitir ningún ruido a pesar del enorme bullicio que había en su interior, sin dar señal de haber dicho algo. Sin embargo, Minho lo entendió y sonrió, con un brillo especial resaltando sus ojos.

-De nada- respondió, levantándose des suelo para sentarse a su lado en el comedor. Las luces que colgaban del techo se habían encendido y cuando se dieron cuenta del entorno tuvieron que volver a calentar el té.

Comieron tranquilamente galletas, escuchando el sonido de una radio a la lejanía avisando sobre un cambio impredecible en el clima. Al parecer se venían unos días de verano algo fríos, con un poco de lluvia y posiblemente alguna tormenta.

Al terminar su cena Minho le insistió a Jisung para sentarse en los sofás unos metros más adelante. Era muy temprano para irse a sus habitaciones.

Encendieron la televisión anclada a la pared, poniendo un canal aleatorio. Minho corrió a sacar un libro bastante conocido de la estantería, mientras Jisung ponía un poco más de galletas sobre la pequeña mesa el la alfombra. El mayor se sentó a su lado, abriendo el libro sobre sus piernas.

-Vamos a estudiar- bromeó, riéndose mientras pasaba algunas páginas. Jisung puso los ojos en blanco, esperando a que Minho llegara al lugar donde habían quedado.

Luego todo fue una sinfonía de quejas y extrañas expresiones por parte de Minho al ver a Jisung enseñarle como señalar cierta cosa. Estuvieron cerca de dos horas atrapados en una burbuja que ellos mismos crearon, dándose alegres sonrisas por la torpeza con la que se trataban.

Entonces unas pequeñas gotas se estamparon contra el ventanal, llamando la atención de ambos. Minho corrió emocionado hacia el vidrio, notando como poco a poco la velocidad y cantidad de agua que caía aumentaba. No tardó mucho en escucharse el suave golpeteo que daba la lluvia al caer en grandes cantidades contra el suelo.

-¡Está lloviendo!- chilló emocionado el mayor, ganándose una extraña mirada de Jisung.

"Si no me dices no me doy cuenta" señaló Jisung, aprovechando que acababa de enseñarle esa frase al contrario.

-Muy gracioso- contraatacó, volviendo con lentos pasos hasta su lugar en el sofá.

El recuerdo de Minho y su madre hablando inundó la cabeza de Jisung, llenándolo de una incómoda sensación. Se sintió repentinamente muy inquieto. Él quería saber por qué habían estado hablando. Jisung quería saber si Minho se iría, después de todo, su familia sol estaba allí de vacaciones.

Llamó la atención del mayor tocando su brazo, tragando con fuerza para llenarse de valentía. ¿Por qué tenía tanto miedo? Él no era así, desde hace tiempo que no sentía miedo hacia nada. ¿Acaso él estaba asustado de la respuesta?

"Minho... yo, quiero saber algo". El mayor lo observó curioso, esperando que siguiera expresándose. "Tú y tu madre... cuando salieron a hablar... ¿se van a ir?"

La pregunta salió en plural, pero la verdad es que a Jisung solo le importaba una persona de los Lee.

La respuesta se demoró unos segundos en llegar, ya que Minho parecía haberse perdido mirándolo. Luego, solo escuchó una risa que lo dejó desconcertado.

-Si nos fuéramos tan rápido, ¿para qué habríamos venido?- comentó, dándole aquella sonrisa tan típica de él y que lo hacía sentir extraño.- Mamá me estaba diciendo que ella y papá se irán unas semanas por trabajo, así que me quedaré solo con ustedes hasta enero. No te librarás de mí tan rápido. Tendrás que soportarme mucho más.

Y entonces, Jisung sintió una horrible confusión consigo mismo al sentir su cuerpo relajarse. Aquella emoción no la sentía desde hace tanto tiempo, que la había olvidado por completo. Jisung estaba aliviado. 


Silence | MinsungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora