En el campanario.

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Narrador Omnisiente.

- B-Bell... te juro que no sabía...-el cielo se oscureció. 

La escena no era nada más ni nada menos algo que de lejos se vería como si fueran amigas contándose secretos o que acababan de discutir. 

-  ¿Eso es todo lo que me tenias que decir?-apretó los dientes levantando la mano, lista para golpear a quien giró la cara- ¡Ay no!, cierto, no puedo herir a la niñita, por que sus admiradores me van a dar un regaño- dijo sarcásticamente-...

Ella dio media vuelta para irse, pero una mano la detuvo. "¿Acaso no puedo estar en paz?"  Ella sólo quería darse una buena ducha e irse a dormir.

- Somos amig...-aunque no hablaban, aunque eran compañeras de curso, aunque pasaran juntas más tiempo del que quería la fugitiva, no eran amigas. Cosa que podría doler aceptar, aunque si lo pensamos, sería como una Friendzone, ¿no?. Después de todo, las cosas empezaban por ahí. 

- No me importa si me odias tu o el resto, sola estoy bien, sin amigas, sin gente a mi alrededor. No te metas en mi vida, no tienes derecho ni deber de hacerlo- dijo en tono amenazador, con sus ojos de asesina- ¿Entiendes?, bueno me voy, niñata-las palabras fueron veneno puro para la otra.

Sandy veía irse abrumada a la otra, quien estaba algo incómoda por la mirada fija de su contraria, la cual desapareció entre las sombras del llanto. La mirada baja y decaída. Se quedó ahí, le dolía todo.

Porque la amaba y no era capaz de decirlo. Desventajas, de seguro la otra era heterosexual, pero, aún podía ser el apoyo que la otra necesitaba. Esa forma de cerrarse como ostra y no contar nada, ese mal carácter que causaba rechazo, esa forma de demostrar odio a todo y todos por igual era única.

Sandy, sonrió secando sus lágrimas y poniéndose de pie...

"Esa es la chica que me gusta..."

+++*En los Dormitorios*+++

Cuando estaba entrando, se habían dado la molestia de armar los dormitorios por apellido, es decir, dos personas por habitación. En la entrada de una casa de color crema, estaban las listas de los nombres, divididos por sector y curso.

Sandy paseaba por los corredores eran grandes y largos, con ventanas que daban lugar para ver el atardecer, no así el alba. Sonreía como idiota, aparentemente la vida le daba otra oportunidad que no iba a dejar pasar.

La habitación quedaba en el último piso, y era la del fondo. Traía la llave consigo, jugaba con ella mientras tarareaba una canción cualquiera mientras subía escalón por escalón, mirando abajo divertida.

Al llegar abrió la puerta contemplando la hermosa habitación con detalles verdes en las paredes y un techo pintado con un cielo. Pero lo que más contempló, fue la castaña en medio de la ventana, viendo el cielo.

Se giró poco a poco con una cara de disgusto al ver de quién se trataba.

-  Seré breve, a mi tampoco me agrada esto, así que mejor me voy y no lo sé, tal vez me buscaré una pensión, después de todo, no es obligación quedarse- dijo mientras guardaba algunas cosas que había sacado.

Aunque realmente, se iba a ir a dormir a la biblioteca, como años anteriores.

- A mi no me desagrada-se encogió de hombros-, es más, es un gusto que me haya tocado contigo.

- ¿Por qué?, ¿Qué ganas con estar con la rara?, la mas odiada, ¿Qué ganas con eso?-alzó una ceja restando importancia.

- Una amiga muy valiosa- dijo y un sonrojo se posó en sus mejillas, desviando vagamente la mirada.

De La Persona Menos Esperada [Yuri] ||EDITANDO||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora