Ella y yo

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Yo, me llamo Sandy... soy muy popular, apenas tengo 15 años, voy en un liceo de prestigio académico. Católico, mixto, ademas, el uniforme igual era bello, una falda azul marino, con un Blaizer del mismo color, con una blusa o polera blanca. Soy crespa, de pelo como ha 4 dedos bajo los hombros, así de largo son mis rulos de color cafés, al igual que mis ojos, de cutis blanca. 

Tengo mucho "Amigos", ¿por que digo eso?, por que ellos realmente no saben lo que siento o como soy, solo conocen mi mascara: *Hija de buena familia, con gustos modernos, popular y linda, con muchos chicos que la quieren como novia" Solo conocen esa parte, no la real, pues, yo queria a las chicas, me gustaban las mujeres, era lesbiana.

Muchas veces me pregunté: ¿Por qué?, pero ya no me importaba, por que nadie lo sabía solo yo, pero me gustaba una en particular, y mucho, se llamaba Bell, un hermoso nombre, ella era una chica de cabellos larguísimos, ojos miel, su pelo era de color castaño oscuro, su tes blanca, más que la nieve, casi nunca tenia oportunidad de hablar con ella, por que era muy distante a todos, y ademas, era Tsundere, yo me daba cuenta de ello...

Bell se la pasaba sola, mirando libros o viendo un teléfono. Yo era la única en un curso de 46 alumnos que le prestaba atención, a veces hasta me llamaban la atención en clases...

Suspiré caminando por el pasillo, para mirar las ventanas de los extensos corredores. Con el paso de los días, me fui acercando poco a poco a ella, y la primera vez que hablamos, disimule mi felicidad e interés, estaba algo seria, me tocaba sentarme junto a ella, lo que me hacia muy feliz, pero lo disimulaba, nuestra primera plática, y fue porque por fin nos tocaba Francés, mi idioma favorito:

Hola, soy Sandy! tengo 15, este año cumplo los 16, ¿Cómo te llamas?- sonreí un poco.

- Bell.- dijo fríamente, levantando levemente la vista del libro.

- ¿Y qué edad tienes, Belly?- insistí

- Tengo 14, a fines de este mes cumplo 15- dijo mientras acomodaba sus libros debajo de la mesa.

- Oh, me alegro, te regalare algo, ¿Que te gustaría?-Era la primera vez que cruzábamos más de una palabra.

- Mmm, un arma, cuchillos, navajas, pistolas, no estaría mal...-apoyó su codo en la mesa- A decir verdad tampoco me vendría mal un libro de hechizos- dijo con un dedo en los labios, sus labios eran muy provocativos, lamí mis labios en señal de buscar los de ella, pero me contuvo al oír su respuesta.

- ¿Qué?-fue lo que salió de mis labios. De seguro tenía un semblante de no entender nada.

-¿Qué de qué?-espetó más aburrida y cabreada.

- ¿Eso?, nunca conocí a alguien como tu, pero... ¿sabes algo...?-le sonreí nuevamente- Yo se que no quieres eso realmente, solo lo haces para alejarme de ti- le susurre en el oído.

- Bueno si insistes en eso... pediré una cosa...

- Soy todo oídos Belly-guiñé el ojo, esperando ansiosa su respuesta.

- Que te calles, porque no entiendo ni lo mas mínimo del maldito idioma-se giró para verme-, y aparte me estas dando una jaqueca horrible, ¿Okay?

Yo me quede callada, no me importaba si le gustaba o no el francés. Me callé porque quede pasmada, esto era como un rechazo, que me hería mucho, al terminar la clase, le hable:

-La tome fuerte del brazo y susurre- Te espero en la parte trasera del edificio, ven o te iré a buscar.

-Ella se soltó, tenía mucha fuerza, mucha más que yo- Como quieras, después de todo, no tengo nada que hacer,  y no creo que a la señora del internado le importe si llegamos mas tarde ¿no?-una sonrisa sarcástica se formó en sus labios.

- Espera vives en...- me cortó pasando junto a mi.

- Dijiste que me esperarías atrás del edificio, a la salida ¿no?, bueno aún toca Artes... Adiós- se fue de ese lugar y me dejo en la sala sola.

Mis ojos se cristalizaron, tuve que apoyarme en la mesa para contener mis lágrimas y estar de pie. ¿Qué pasó?. ¿Qué hice mal?. ¿Por qué es así?. Por una parte, me dolía todo al saber que esto no iba a funcionar. Por otra, sentía curiosidad.

¿Ella estaba en el internado...?

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A la salida

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 Me fui atrás del edificio, al campanario específicamente, donde nada ni nadie estaba allí, era un lugar abandonado, y eso me hacia sentir segura. En esta escuela nadie daba importancia a la religión salvo los funcionarios.

El ocaso se hizo presente, junto a una silueta posándose frente al sol. Un cuerpo de reloj fue lo que vi, que estaba cubierto por anchas sudaderas y pantalones deportivos.

- Te estaba esperando- sonreí bobalicónamente- Bueno, quería hablar contigo y pensaba...-me rasqué la nuca, mirando el piso y jugando con mis manos- Que... bueno... si tu querías también tener una amiga o algún apoyo... yo podría- me interrumpió.

- No necesito amistades-se dio media vuelta. ¿No podía ser más educada? Aparentemente le debía enseñar modales. La tomé del brazo nuevamente,

-  Espera, ¿cómo es tu familia?, la mía es mamá, papá y yo, soy hija única, y casi nunca veo a mis padres-hablé aceleradamente, para captar su atención.

- Mi familia...-suspiró y se giró a verme con cara de cansancio- Se podría decir que soy huérfana.. no sé si me explico...-la solté lentamente- No me quieren cerca.

- Bell...

Bueno, ¿Lo que pasara se dirá en el próximo capítulo?, soy nueva en esto de escribir ^^" y la verdad me cuesta expresarme..., auún así, espero que les guste, lo disfruten x3

¡Adiós!, nos vemos en el próximo episodio de la persona menos esperada, chau chau! Un beso! ^^/

De La Persona Menos Esperada [Yuri] ||EDITANDO||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora