Capítulo 22

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Al abrir los ojos lo primero que notó es que sentía su cuerpo como si la hubiese atropellado un camión, pasado por encima de ella y luego diera reversa para rematarla. Lo segundo que notó fueron unos fuertes brazos alrededor de su cuerpo y unos mechones negros que acariciaban su frente. Era la primera vez que despertaba junto a Sasuke y sólo el hecho de tenerlo a su lado fue suficiente para dejar de lado el dolor que la estaba agobiando.

Él aún dormía pacíficamente con una expresión serena en su rostro, como si nada pudiera perturbarlo, era otro nivel de intimidad poder compartir junto a él su despertar.

Sakura experimentó incomodidad por primera vez a su lado, no podía evitar recordar el sentimiento que tuvo la noche anterior justo antes de dormir; la sensación de que algo malo estaba ocurriendo, de que Sasuke le ocultaba algo. No era su primera pareja sexual, tampoco era el segundo ni el tercero. En su vida había estado con varios hombres y nunca llegó a sentirse de esa forma.. como si estuviera perdiendo su vitalidad, si es que eso tenía algo de sentido.

No, no lo tenía, no había explicación lógica, cuerda o coherente. Pero es que tampoco tenía sentido el hecho no saber sobre sus padres.. o que la única información que tenía de ellos se la enviaron anónimamente a su correo. En definitiva habían muchas cosas en su vida que estaban vueltas un enredo y al parecer no tenían intenciones de aclararse.

¿Entonces por qué estaba pensando semejantes estupideces?

Por lo mismo. Esa corazonada de que sucedía algo fuera de lugar estaba ahí presente martillando su cabeza ¿Tal vez la estaba drogando?

«No.. Sasuke no me dañaría a propósito», trató de convencerse a sí misma y en cierta medida lo logró. Atribuyó su agotamiento al viaje, la falta de sueño y el sexo. No eran drogas, era una médica, claro que sabía bien los efectos de las sustancias psicoactivas y no estaba bajo una de ellas. Definitivamente iba a pedirle a Tsunade otro día libre a la semana, tanto trabajo la estaba haciendo delirar y pensar cosas sin sentido.

—¿Sucede algo?

Sakura se sobresaltó al sonido de su voz, no se había percatado de que estaba despierto.

—Nada en absoluto. Podría despertar así siempre.

Sasuke la abrazó más fuerte y besó sus labios con ternura sin importarle el aliento matutino. A pesar de que en las ocasiones anteriores había permanecido a su lado durante la noche siempre se fue antes de que amaneciera. Ahora era sumamente satisfactorio poder quedarse a su lado hasta abrir los ojos.

—¿Segura que no pasa nada? Parecías estar pensando en algo serio.

—Mm sí, estaba pensando que ya casi cierra el desayuno y tú seguías roncando.

—¿Nos vamos entonces?

—No, quiero quedarme así contigo —dijo acercándose en su pecho—. Pide el desayuno a la habitación, igual el hotel es tuyo.

—Que el hotel sea mío no significa que vaya a cumplir tus caprichos —dijo riendo mientras agarraba sus nalgas suavemente—. O pensándolo bien, creo que también me apetece quedarme en cama hoy.

Volvió a besarla, esta vez más apasionado, acercando su pequeño cuerpo y subiéndola encima suyo, el contacto con su piel se sentía maravilloso y aprovechó para recorrer su espalda delicadamente con sus manos. Antes de hacerla suya de nuevo iba a asegurarse de que no hubiera un solo rincón de ella que sus dedos no hubieran acariciado.

Así sin más Sakura se olvidó de todas sus preocupaciones y sus miedos. Cualquier conversación podría esperar. Estando con él todo se sentía correcto. Todo el mundo a su alrededor parecía desvanecerse y toda su existencia se limitaba al hombre que tenía en frente. O detrás. O arriba. O abajo. O dentro. «Dios, realmente estoy loca por él».

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Los dos días siguientes fueron como un sueño, Sasuke se encargó de mostrarle la ciudad ya que él la conocía más que ella. La llevó de compras, a restaurantes, a sitios turísticos y por supuesto, a su cama en el hotel cada que tuvieron oportunidad.

No había trabajo ni negocios de por medio. Sólo dos jóvenes viviendo sin ataduras y disfrutando el tiempo libre. Para Sasuke fue la primera vez en compartir cosas tan íntimas con alguien, de por sí era su primera vez en salir con una mujer más allá de una cama. Cada segundo que pasaba con Sakura se convencía más de que quería conservarla en su presente y hacerla parte de su futuro, lo hacía feliz sin necesidad de pretender ser alguien más o de codiciar su dinero, ella simplemente se limitaba a existir a su lado iluminando su oscura vida con su sonrisa.

Sintió un vacío en el pecho cuando embarcaron el avión de vuelta a Nueva York, una vez volvieran todos los planes de adolescentes quedarían en segundo plano, sus vidas de adultos no les permitían tener tanto tiempo libre como quisiera. Sólo lo consolaba el hecho de que regresaría habiendo formado un lazo con Sakura, lo cual lo hacía bastante feliz.

Sakura estaba cenando dentro del avión cuando sonó su teléfono, el cual puso en altavoz para poder continuar comiendo.

¡Sakura! Tengo muy buenas noticias que no pueden esperar a que llegues.

—¿Qué sucede Ino? Aún me quedan un par de horas para aterrizar.

Una de tus pacientes finalmente salió del coma ¿Recuerdas a Karin?

—¿Karin? Ugh.. creo que no la recuerdo.

—¡Vamos Sakura! ¡Karin! La chica pelirroja que cuidaste el año pasado.

—¡¿Hablas en serio?! ¡No puedo creer que haya despertado!

Pero Sasuke no escuchó más, su mente hizo click de inmediato. El nombre no le sonaba de nada.. pero el coma y el cabello rojo sí.

Había olvidado por completo haber ingresado a una chica al Konoha.

Había ignorado el hecho de que tarde o temprano una de ellas iba a despertar.

«¿Paciente de Sakura? Esto tiene que ser una broma macabra y de muy mal gusto», pensó tratando de no dejar en evidencia lo aterrado que estaba, sobretodo porque no tenía idea de si ella recordaría algo de la noche en que él fue culpable de que lo que le pasó.

Si lo recordaba, su relación con Sakura estaba perdida.

Necesidad de ellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora