Sakura despertó al día siguiente en la habitación más perdida y desorientada que nunca, le costó un par de minutos recordar dónde estaba y qué había hecho y cuando lo hizo sintió su cabeza dar vueltas, realmente se había acostado con un tipo jodidamente guapo que era todo un dios en la cama. No le extrañó estar sola, no esperaba verlo a su lado. Lo que sí se le hizo raro fue lo adolorida que se sentía, le tomó mucho esfuerzo levantarse y todo su cuerpo estaba pesado y sin energía. Su cerebro golpeaba contra su cráneo y sus extremidades se sentían como gelatina «No recuerdo que hubiese sido tan duro conmigo.. ¿O sí?», pensó desconcertada por su estado.
Después comenzó el pánico, cuando por fin logró hacerse a la idea de que en serio habían tenido sexo tuvo ganas de llorar ¿Habían usado protección? ¿O fue lo suficientemente estúpida como para hacerlo sin condón con un desconocido?
Poco a poco logró caminar al baño y con gran alivio encontró un condón usado en la papelera de basura, al parecer había estado en tal estado de éxtasis que sólo tenía vagos recuerdos del sonido del envoltorio al abrirse ¿Por qué le costaba tanto recordar todo con exactitud? No estaba ni un poco ebria..
Sin darle más vueltas entró a la ducha y dejó que el agua caliente masajeara su cuerpo, definitivamente se sentía mucho mejor, a pesar de que el dolor persistía ya no le costaba tanto moverse. Al salir se encontró con su ropa perfectamente doblada encima de un sillón que no había notado antes y sonrió, al menos fue considerado, no era un detalle que se esperaba.
No sabía muy bien qué hacer ya que no tenía su teléfono, tendría que pedir prestado uno en recepción.
Al llegar al lobby notó que el hotel era más grande de lo que había visto la noche anterior y mucho, mucho más lujoso de lo que imaginó, era tan sofisticado que no pudo evitar sentirse fuera de lugar. Altas paredes marmoladas estaban erguidas para dar a un techo decorado con los más extravagantes candelabros, los suelos tapizados con caras alfombras y sólo el mobiliario tenía pinta de costar más que su casa. Estaba aliviada de que hubiera sido él quien pagó la habitación que seguro costaba muchísimo más que los pocos billetes que tenía en los bolsillos de su abrigo. Se sorprendió al mirar al reloj, ya eran casi las 15, no podía creer que había dormido tanto.
—Disculpe.. ¿Podría hacer una llamada desde el teléfono de aquí? —le preguntó a la mujer que estaba en el mostrador de la recepción.
—Por supuesto, deme un momento —respondió la chica con una sonrisa—. Por cierto.. ¿Estaba usted alojada en la habitación 215?
Sakura asintió, no muy segura del porqué de su pregunta.
—Esto es para usted —dijo mientras le extendía un trozo de papel.
Sakura sintió como sus mejillas se enrojecían, sólo estaba escrito un número telefónico pero sabía muy bien a quién pertenecía.
Sin darle tiempo a procesar nada la chica le tendió el teléfono y Sakura llamó a Ino, su mejor amiga.
—¿Hola?
—Ino, soy yo, sé que es tu día libre pero..¿Podrías recogerme? —se mordió el labio, no quería causarle molestias a su amiga.
—¿Sakura? Por supuesto que sí, sólo dime dónde estás.
—No estoy muy segura de dónde estoy, sólo sé que se llama Hotel Rose Palace.
—¿¡Qué!? —Ino pegó un grito que la hizo alejar el teléfono unos centímetros de su oreja— ¿Sakura qué estás haciendo en uno de los hoteles más caros de la ciudad?
—Te lo explico luego, sólo ven por mí.
—Llego en 30 minutos.
Sakura agradeció a la chica de la recepción por su amabilidad y fue a tomar asiento en un inmenso sofá del lobby. La gente la miraba como un bicho raro «¿Acaso nunca han visto a nadie con el cabello rosa? No, probablemente no en un lugar como este», se respondió a sí misma.
Estaba molesta, confundida y cansada, su cuerpo gritaba por dentro, sentía como si en lugar de haber tenido sexo hubiera estado en un ring de boxeo pero ni eso podía borrar la sonrisa de su rostro. Sólo de recordar a aquel hombre sus mejillas comenzaban a sonrojarse, nunca había experimentado tal complicidad con alguien, él parecía que podía leer su cuerpo como si lo conociera de siempre, como si hubieran intimado en muchas ocasiones. Lo que había comenzado siendo la peor noche de su vida terminó siendo una experiencia maravillosa.
No dejaba de pensar en él, tal vez era muy ilusa pero una parte de sí misma quería creer que él también estaba pensando en ella. «Aunque me haya dejado su número no puedo emocionarme, tal vez solo quiere seguir teniendo encuentros casuales».
Estaba perdida en sus pensamientos mientras tocaba el papel dentro de su abrigo, si tan solo supiera cómo se llamaba podría ponerle un nombre a sus fantasías.Un rato después Ino había llegado en su auto e iban en camino hacia la casa de Sakura, quien no había modulado palabra desde que se subió, parecía estar muy concentrada pensando.
—¿Y bien?
Sakura la miró desconcertada.
—¿No piensas contarme qué hacías en un hotel 5 estrellas en lugar de estar trabajando?
Sakura soltó un suspiro evidentemente desesperado, había olvidado por completo que ahora tenía los turnos de los sábados. Genial, Tsunade iba a matarla, tendría que llamarla al llegar a casa.
Ante la insistencia de Ino se vio obligada a contarle todo lo que sucedió, obviamente omitiendo un par de detalles como lo bien que se sentía cuando entraba en ella o lo agotada que se despertó. Su amiga no se veía nada contenta.
—¿Tienes idea de lo estúpido y peligroso que fue? En primer lugar no entiendo cómo pudiste salir así de tu apartamento y mucho menos entiendo cómo terminaste enrollada con un desconocido —Ino estaba furiosa— ¿Sakura cómo puedes ser tan ingenua? ¿Y si era algún psicópata?
—Pero no lo fue, aquí estoy y estoy bien, Ino, por favor no actúes como mi madre, soy consciente de que fue arriesgado.. pero resultó siendo maravilloso.
Ino terminó riéndose y ambas continuaron hablando hasta que llegaron. Sakura le agradeció, le dio un abrazo y entró a su departamento.
Se quitó los tacones en la entrada con placer de finalmente librarse de ellos, preparó un chocolate caliente y se dirigió a su habitación, encendió el TV mientras se quitaba la ropa para ponerse su pijama, no tenía ganas de hacer nada más que dormir el resto del día.En su teléfono había un montón llamadas y mensajes de Tsunade, en efecto estaba furiosa. Justo cuando iba a presionar el botón de llamar escuchó en el TV algo que llamó su atención.
"...El joven CEO de la reconocida cadena hotelera "Continental" hace unos días hizo una de sus más grandes y ambiciosas adquisiciones, ahora el imponente Rose Palace hace parte de sus proyectos..."
Sakura volteó a ver en cuanto escuchó el nombre del hotel sólo para verlo ahí, hablando casualmente mientras lo entrevistaban. Sus ojos negros la miraban a través de la pantalla y en ese momento necesitó de todo su autocontrol para no ahogarse con el chocolate.
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Gracias a una de ustedes caí en cuenta de que debido a la cuarentena no hay mucho para hacer así que les traeré los capítulos mucho más seguido para que puedan pasar el tiempo.
Cuídense mucho ❤️
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Necesidad de ella
FanficAtormentado constantemente por su pasado no tiene ninguna expectativa con su futuro más que sufrir por los errores cometidos. Ella vive su presente llena de incógnitas con su propia vida. Todos los seres humanos tenemos necesidades, la de Sasuke e...